Los parlamentarios anunciaron el gesto que se realizará al que fuera uno de los fundadores de la Falange Nacional y cuya obra máxima el “Tratado de Derecho Constitucional”, se transformó en ícono para los juristas.
Tras su muerte, el pasado 11 de septiembre, y en virtud a su destacada trayectoria, el Senado llevará a cabo en los próximos días, un homenaje al abogado y constitucionalista, Alejandro Silva Bascuñán, quien fue uno de los fundadores de la Falange Nacional y reconocido profesor de Derecho.
El homenaje fue anunciado el pasado 11 de septiembre por el senador de RN Baldo Prokurica, quien puntualizó que de vuelta de la semana distrital, se procederá a una reunión de comité con el objetivo de concordar la fecha en que se realizará el homenaje a este gran jurista y abogado.
“Creo que Alejandro Silva Bascuñán fue una pieza fundamental en el derecho constitucional chileno. Él fue una persona reconocida por moros y cristianos respecto de la valía de sus opiniones y sobre todo en su informe en derecho que han servido para iluminar decisiones muy importantes de Estado”, comentó.
Asimismo declaró que “además como profesor universitario, abogado y Presidente del Colegio de Abogados entre los años 1964 y 1975, constituyó una defensa de las disposiciones constitucionales y una interpretación justa y afecta al derecho siempre generando con sus opiniones, una corriente clara y maciza de la defensa del derecho constitucional”.
En tanto para el senador Mariano Ruiz-Esquide, Silva Bascuñán fue una excelente jurista que representó la ética y el profesionalismo, siendo uno de los fundadores de la Falange Nacional.
“Para mí fue un gran constitucionalista y fue lejos la representación de tres cosas: la excelencia profesional, la excelencia académica y la ética del comportamiento. Fue un hombre que demostró que sí se puede ser un gran profesional y un gran político”, aseguró.
Alejandro Silva Bascuñán nació en Talca, el 31 de diciembre de 1910 y falleció el 11 de septiembre de este año. Egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica en 1933, realizó numerosos estudios relativos al Derecho Público en Chile.
Asimismo, fue activista en numerosas causas sociales como la Acción Católica, siendo el Presidente del Consejo Nacional de Hombres de dicha entidad entre 1950 y 1958.
A lo largo de su extensa actividad profesional, fue presidente del Colegio de Abogados entre 1964 y 1975; integrante de la Corte Suprema entre 1991 y 1994; y profesor de derecho constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Chile desde 1946.
Por su labor en Acción Católica fue condecorado por el papa Paulo VI con la orden de San Silvestre. Recibió el Doctorado Honoris causa de la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1991 y la Cruz Oficial de la Orden de Isabel la Católica en 1998, de manos del rey Juan Carlos I.
Fue el comentarista más importante de las constituciones chilenas del siglo XX. Su obra más famosa es el Tratado de Derecho Constitucional, de dos ediciones. La primera edición, de tres tomos, publicada en 1963, analiza los principios y normas de la Constitución de 1925. La segunda edición, de doce tomos hasta la fecha, publicada a partir de 1997, analiza detalladamente la Teoría Constitucional y la Constitución de 1980.
