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Se suicida el general Odlanier Mena y complica golpe de efecto de Piñera al cierre de penal Cordillera Fue uno de los principales enemigos internos de Manuel Contreras en los servicios secretos de Pinochet

Se suicida el general Odlanier Mena y complica golpe de efecto de Piñera al cierre de penal Cordillera

El ex general del Ejército era uno de los 10 ex uniformados que iba a ser trasladado hasta Punta Peuco luego de la decisión presidencial. Las rencillas con el “Mamo” se iniciaron cuando Pinochet lo nombró jefe de la recién creada CNI tras la disolución de la DINA en 1977, encargándole una de las más difíciles tareas como era la de averiguar si Contreras había participado en el asesinato con una bomba del ex canciller Orlando Letelier en Washington, hecho ocurrido en septiembre de 1976.


Durante la mañana de este sábado se suicidó el general (R) Odlanier Mena Salinas, quien fuera jefe de la Central Nacional de Informaciones (CNI), quien cumplía condena en el penal Cordillera y que era uno de los 10 ex uniformados que iba a ser trasladado hasta Punta Peuco tras la decisión del Presidente Sebastián Piñera de cerrarlo.

Según informa radio Bío Bío, el ex uniformado hacía uso de un beneficio que le permitió salir hasta su casa en la comuna de Las Condes, lugar donde habría atentado contra su vida.

Mena fue detenido el 9 de enero de 2009 en el balneario de Maitencillo y condenado a seis años de presidio como autor de muerte por fusilamiento de tres militantes socialistas, hecho ocurrido en la noche del 20 de octubre de 1973, en las cercanías de Arica.

Sin embargo, no se le acusó de haber ordenado que se les fusilara, sino de responsabilidad de mando, por el cargo que ocupaba.

Según las informaciones de Gendarmería, el hecho ocurrió en horas de esta mañana, en circunstancias que aún se desconocen y precisa que “El imputado -compañero de cabaña del brigadier Pedro Espinoza Bravo- se encontraba gozando de un beneficio de salida de fin de semana, por lo que tendría que haber retornado al centro penitenciario mañana domingo por la tarde”.

Las rencillas con Contreras

Odlanier Mena fue el primer jefe que tuvo la CNI cuando el general Augusto Pinochet disolvió la DINA, en 1977, y le encargó una de las más difíciles misiones como era la de averiguar si Manuel Contreras había participado en el asesinato del ex canciller Orlando Letelier.

Su retiro del Ejército se produjo en septiembre de 1975 cuando era jefe de la Dirección de Inteligencia Militar (DINE) y después de haber discrepado públicamente de los métodos usados por el jefe de la DINA, cuando un decreto ley dejó subordinados todos los servicios de inteligencia, incluyendo a Contreras.

Mena relata en una entrevista a La Segunda dada en septiembre de 2012 cuando llegó a Cordillera, indicando que en una ocasión se le acercó para tener una entrevista y que le dijo que “mire, mi general, vamos a estar juntos quizás cuanto tiempo, podríamos olvidar cosas…” a lo que le respondió que «Contigo olvidar, jamás. Porque tú no solamente le hiciste daño a la DINA, a la inteligencia militar, porque le diste un carácter imbécil que nunca debió haber tenido, y enseguida le hiciste mucho daño al país. Y tú conseguiste calificar al gobierno militar como abusador de los derechos humanos, habiéndose levantado una obra gigantesca con el general Pinochet. El responsable de esos abusos has sido tú, directamente. De manera que no. Nos saludaremos, pero nada más que eso».

En esa entrevista también confirma los planes del “Mamo” para matarlo, mencionando que “Es cierto que trató de envenenarme. El dejó mucha gente de la DINA enquistada en la CNI. Había tres secretarias. Un día una de ellas me dijo que su compañera había echado veneno en una taza de té que luego me sirvió. Después lo contó Townley en una entrevista; que Contreras le había encargado un veneno para mí».

La rencilla con Contreras se inició cuando Pinochet le encomendó investigar la muerte del ex canciller de Salvador Allender, Orlando Letelier, hecho ocurrido en Washington en 1976.

“Determinar si había participación de la DINA en el asesinato del ex canciller Orlando Letelier fue lo primero que me encargó Pinochet cuando asumí como director de la CNI. En un mes me di cuenta de que sí había abierta participación de la DINA. En mayo de 1977 me di cuenta. Y eso significó la iniciación del proceso de los pasaportes, y el que llevó a la cárcel a Contreras”, dijo.

Agregó que “esto tuvo una repercusión muy dramática cuando me citó el ministro de Relaciones Exteriores, Patricio Carvajal, a su oficina, recién asumido en el cargo. Para sorpresa mía, me encontré dentro de la oficina de Carvajal con el embajador de Estados Unidos de entonces, George Walter Landau. Yo no lo conocía personalmente. Y ahí se produjo una escena extremadamente violenta, porque Landau, en presencia del ministro de Relaciones Exteriores, pretendió increparme. Con el dedo a lo largo, me dijo: «Usted es el responsable ahora de la seguridad y tiene un plazo brevísimo para encontrar a los responsables. Si no, Estados Unidos va a romper relaciones con Chile». Ante su actitud, yo me levanté y le dije: «¡Qué se ha imaginado usted, señor, quién se cree que es! Yo soy una autoridad del Gobierno de Chile, obedezco a mis superiores directos, no a usted, señor. No le acepto el tono». Y me fui. Todo esto en presencia del almirante Carvajal, que estaba pasmado”.

Mena señala que las personas tienden a repetir algunas acciones que alguna vez les dieron ciertos beneficios, “pero en inteligencia es fatal. El asesinato de Letelier fue igual que el del general Carlos Prats, con las mismas personas y el mismo explosivo. Mientras uno fue en Buenos Aires, el de Letelier fue en el centro de Washington”.

Y explica que cuando comenzó la investigación apareció el nombre de Andrés Wilson, por lo que preguntó en la CNI si alguien conocía a esta personas, siendo la respuesta negativa y “al mes apareció en «El Mercurio» la foto del tal Wilson. Era Michael Townley. Lo encontré en la casa de Lo Curro”.

“Una vez que lo tuve detenido, luego lo mandé a Investigaciones. Cité entonces a mi oficina a Manuel Contreras, para preguntarle si tenía vinculaciones con Michael Townley. Contreras, sentado al frente mío, me dijo «no, mi general, no tengo nada que ver». Es extremadamente grave la respuesta, le dije, porque todo vincula a la DINA con esto. Hay un montón de antecedentes en que aparece Townley comprando cosas para la DINA”, explicó.

Añade que “como él insistía en negar, llamé por el teléfono rojo a Pinochet y le dije: «Mire, mi general, tengo delante de mí al coronel Contreras. Me acaba de hacer una declaración que yo no le creo en absoluto. Creo que, en todo lo que me dice, miente. Creo que hay vinculación con Townley y la DINA. Solicito que reúna a la Junta de Gobierno, porque lo voy a presentar». Me contestó: «Bueno, véngase inmediatamente para acá». Partí en mi auto, Contreras en el suyo, y nos encontramos allá. Estaba la Junta reunida, presidida por Pinochet”.

“Sigo pensando que Contreras es la persona más perversa que pasó en la historia de Chile. Presentó un recurso de casación en la Corte Suprema, con 30 páginas llenas de faltas de ortografía, en que acusaba a Pinochet y a mí de los cargos que a él se le imputaban”, espetó en esa oportunidad.

“Me asiste la casi seguridad que el asesinato a Prats y Letelier fue una prueba profesional que él rindió a la DINA para posicionarse en la comunidad internacional de inteligencia. Mi acusación contra Contreras es un documento histórico, porque encabeza el proceso judicial en su contra», sostuvo.

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