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Nuevo Código del Trabajo: el trasfondo de las tensiones CUT-bacheletismo Nueva Mayoría sólo anunció fin del Multirut

Nuevo Código del Trabajo: el trasfondo de las tensiones CUT-bacheletismo

Alejandra Carmona López
Por : Alejandra Carmona López Co-autora del libro “El negocio del agua. Cómo Chile se convirtió en tierra seca”. Docente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile
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A pesar de que se han reunido en tres oportunidades con integrantes del comando de la candidata, los dirigentes de la CUT aún no logran entender si el gobierno de la eventual presidenta les permitirá contar con un nuevo texto laboral que ponga fin a los abusos en contra de los sindicatos y les dé herramientas efectivas enfrentados a los empleadores. La presión de los trabajadores sobre las propuestas continuará: esta semana se dará a través de un seminario que emplazará a los candidatos a la presidencia y la próxima semana podrían juntarse con el equipo laboral del comando.


Entre los 50 compromisos para los primeros 100 días del gobierno de Michelle Bachelet, hay tres puntos dedicados a la agenda laboral: el envío al Congreso de una Indicación al actual proyecto de Multirut, con el fin de potenciar la capacidad de negociación de los trabajadores. También se mencionan capacitaciones específicas para las mujeres y jóvenes vulnerables. Lo mismo que habían escuchado los dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en la reunión que sostuvieron con el equipo de programa del comando de Michelle Bachelet hace tres semanas, en la sede del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED).

En esa reunión, liderada desde la CUT por nombres como Arturo Martínez y Nolberto Díaz (secretario general y vicepresidente de la multisindical, respectivamente) y, desde el comando, por Juan Somavía (ex director general de la OIT y quien lidera el equipo laboral de la abanderada), Patricia Silva (ex directora del Trabajo), Alejandro Micco (integrante del equipo económico de Bachelet) y Mauricio Jelvez (ex subsecretario del Trabajo), para los dirigentes sindicales no quedó más que la sensación de que aún los temas laborales no estaban en el centro de las preocupaciones de la candidata. Es más, algunos asistentes relatan que la tensión entre los dirigentes y la contraparte era obvia e incluso tuvo su peak en la dura interpelación de Díaz a Somavía: “Usted no ha estado acá por mucho tiempo”, le dijo, apelando a los años que pasó en Suiza como director de la OIT.

Por eso, según señalan dirigentes de la multisindical, tampoco extrañó que los planteamientos realizados ayer, como parte de sus primeros tres meses de eventual gobierno, no fueran lo suficientemente potentes como para prever una agenda que cumpla con las demandas que este sector ha tenido desde que llegó la democracia.

“No nos parece suficiente lo anunciado. Sin embargo, aún entendemos que hay un debate abierto, porque no se ha dado a conocer el programa. Entendemos que ese proceso está en curso. La claridad sobre el debate se va a graficar de una manera explícita en el programa”, señala la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, sobre el anuncio, aunque, a pesar de la espera, la presión de los trabajadores por lograr mayor compromiso con la agenda laboral irá en aumento.

LA PRESIÓN DE LA CUT

La Central —pese a estar liderada por el Partido Comunista, incluido activamente en el pacto Nueva Mayoría— ha decidido mantener independencia para hacer llegar sus planteamientos hasta el comando. Después de aquella con el equipo programático, los dirigentes tuvieron una segunda reunión con los presidentes de partidos (el 17 de septiembre pasado) y una tercera el 23 de ese mismo mes, cuando fueron recibidos por Alberto Arenas en una de las sedes del comando, en Avenida Italia. En esa oportunidad, la Central entregó un documento que resume cuáles son las principales aspiraciones de los trabajadores, que apuntan, sobre todo, a tres ejes: “Una reforma tributaria, que sabemos es uno de los ejes de esta candidatura; lo segundo es la reforma al sistema previsional, y el tercer punto tiene que ver con una reforma laboral, donde hemos puesto mayor énfasis”, según explicó Bárbara Figueroa en la ocasión.

[cita]Nolberto Díaz cree que la instancia sólo fue una reunión protocolar que no sirvió para mucho, “sino para que nos digan sigan participando. Fue inútil y la Central no está para eso. Por ello debe mantener un alto grado de autonomía, porque vamos más allá de lo que quieren los partidos de la oposición. Nosotros creemos que se tiene que gobernar cambiando sustantivamente el Código del Trabajo que heredamos de la dictadura”, dice Díaz.[/cita]

Nolberto Díaz cree que la instancia sólo fue una reunión protocolar que no sirvió para mucho, “sino para que nos digan sigan participando. Fue inútil y la Central no está para eso. Por ello debe mantener un alto grado de autonomía, porque vamos más allá de lo que quieren los partidos de la oposición. Nosotros creemos que se tiene que gobernar cambiando sustantivamente el Código del Trabajo que heredamos de la dictadura”, dice Díaz.

La central buscará poner presión a sus planteamientos antes de que sea conocido el programa oficial de Bachelet. Una de las vías importantes es un seminario que se realizará en el Congreso Nacional de Santiago, los próximos 10,11 y 12 de octubre. El encuentro denominado “Políticas Laborales, Bases del Próximo Ciclo Político” busca reforzar los planteamientos de la multisindical. El sábado 12 de octubre se dará el espacio para que hablen todos los comandos de los 9 candidatos a la presidencia. Es una oportunidad para que el comando de la Nueva Mayoría se explaye aún más respecto a las propuestas y se respondan las preguntas planteadas en los dos días anteriores. “En el fondo es una forma de seguir poniendo sobre la mesa los puntos que queremos que escuche Bachelet”, comenta un importante dirigente de la CUT.

En ese mismo camino, muchos dirigentes de la Central han evitado pronunciarse a favor de la agenda Bachelet y han optado por alabar la propuesta de Marco Enríquez- Ominami, con quien se reunieron la semana pasada. Al término de esa cita, Bárbara Figueroa, levantando un documento con la imagen de ME-O hacia las cámaras de televisión, selló: “Aquí hemos visto ya el ejercicio de un programa concreto, donde evidentemente el tema laboral está siendo abordado. Creemos que esa es la seriedad con que estamos avanzando en el debate”.

No fue casual, a puertas cerradas —según comentan algunos participantes de la cita—, los dirigentes valoraron las cercanías con las propuestas, pero sobre todo que estas fueran entregadas con respeto. “Por ejemplo, en el comando de Bachelet las respuestas son siempre que ‘eso está en estudio’, en cambio acá hubo hasta coincidencias”.

LA TENTACIÓN DE LA CALLE

La articulación de los trabajadores con el movimiento social tendrá una especial importancia el 2014. No sólo porque la presión sobre la CUT en los últimos años ha pedido que esté más en la calle que negociando en salones, sino porque muchos dirigentes creen que es la hora de terminar con el plan laboral heredado de la dictadura.

Un importante dirigente de la multisindical señala que es fundamental acordar un nuevo Código del Trabajo, pero esto también va unido, por ejemplo, a eliminar a las AFP como sistema de seguridad social (ni siquiera una AFP estatal). Los trabajadores también buscarán que se penalice la violación a la libertad sindical y las prácticas antisindicales; es decir, que ya no baste con que los empleadores paguen una multa, medida que claramente no va a ser bien vista por los empresarios, un sector con el que todos los gobiernos de la Concertación han mantenido temor y cautela.

“Nosotros hicimos un esfuerzo por defendernos del gobierno de Piñera”, dice Nolberto Díaz, y proyecta el próximo año: “Pero también le marchamos a los gobiernos anteriores.  La CUT tiene que siempre tratar de avanzar con presión, diálogo y conversación. El próximo 1 de mayo vamos a estar marchando por que haya una profunda reforma laboral.  Eso independiente de quien esté en el gobierno”.

Después de las tres reuniones anteriores que los dirigentes de la multisindical han sostenido con distintos integrantes del comando, ahora esperan que exista una cuarta instancia para poder conocer más a fondo el programa; una reunión que podría concretarse la próxima semana con el equipo laboral de la candidata.

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