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Matthei deja caer a Lavín ante presiones para darle giro a la campaña La trastienda del conflicto en el comando oficialista:

Matthei deja caer a Lavín ante presiones para darle giro a la campaña

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Finalmente se terminó el tira y afloja entre el ex generalísimo y la vocera de la abanderada oficialista. Lily Pérez impuso su tesis de que hay que reordenar el comando y elaborar un nuevo discurso más cercano al electorado que, en su momento, le dio el triunfo a Sebastián Piñera. Pero los más escépticos dudan de que haya cambios relevantes y no descartan que este sólo sea un cambio cosmético, pues en las sombras se mantienen Jovino Novoa y Manfredo Mayol.


Tal como esperaba el sector más liberal del comando oficialista, los magros resultados de la candidatura de Evelyn Matthei en la primera vuelta presidencial empujaron la salida de Joaquín Lavín como generalísimo de la campaña. Pese a que este cambio fue resistido por una parte del equipo, terminó por imponerse la tesis de que el mensaje confrontacional adoptado por la ex ministra no sumó electoralmente, sino, por el contrario, generó una reacción adversa que se vio reflejada en la baja votación, que estuvo lejos de las cifras históricas de la derecha y del respaldo que el propio Presidente Sebastián Piñera ha recibido en las últimas encuestas. Los más optimistas, que son los menos, estiman que con la caída del ahora ex jefe del comando, la vocera Lily Pérez tendrá mayor injerencia en la toma de decisiones y podrá imprimirle un “sello distinto” al proceso de balotaje con miras al 15 de diciembre.

La situación que hizo insostenible la permanencia de Lavín fue el crudo análisis que el equipo de campaña realizó este lunes en el comando. Según quienes conocieron los entretelones de la cita, la vocera volvió a la carga, recriminándole a Lavín que la estrategia de atacar permanentemente a la representante de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, no había producido el efecto de hacer crecer electoralmente a Matthei. Muy por el contrario, el escaso 25 por ciento alcanzado, daba cuenta de que en esta etapa el “mensaje” debe apuntar a recuperar al electorado que le dio el triunfo a Piñera el 2009. Algo que “se descuidó” durante la primera vuelta, admite un parlamentario. De ahí la importancia del nuevo equipo coordinador –integrado por Rodrigo Delgado (UDI), Felipe Kast (Evópoli) y Karla Rubilar (RN)–, de un marcado tinte moderado y renovador, si no derechamente liberal, como es el caso de la diputada de Renovación.

Para una fuente del comando, era “evidente que esto no daba para más, la caída de Lavín estaba decretada desde el domingo”. Ello, porque hay quienes estiman que sin su salida habría sido imposible cambiarle el tenor a esta etapa de la campaña. Finalmente, Lily Pérez logró imponerse en el permanente gallito que sostuvo con el ex alcalde durante toda la primera fase. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, porque existe la duda de que el cambio pudiera ser solamente cosmético y que los mismos que apoyaron el diseño de Lavín sigan digitando el trabajo de la candidata. La crítica apunta particularmente hacia el senador Jovino Novoa, a quien se le atribuye ser uno de los principales responsables de la campaña, en bambalinas, y su lugarteniente, el experto comunicacional Manfredo Mayol. De hecho, la presencia del diputado Ernesto Silva constituye para algunos de los críticos de la estrategia implementada hasta ahora una “clara muestra de que Novoa tiene harto más influencia en la campaña de lo que parece. Aunque no haya aparecido nunca en el primer plano”.

[cita]Para una fuente del comando era “evidente que esto no daba para más, la caída de Lavín estaba decretada desde el domingo”. Ello, porque hay quienes estiman que sin su salida habría sido imposible cambiarle el tenor a esta etapa de la campaña. Finalmente, Lily Pérez logró imponerse en el permanente gallito que sostuvo con el ex alcalde durante toda la primera fase. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, porque existe la duda de que el cambio pudiera ser solamente cosmético y que los mismos que apoyaron el diseño de Lavín sigan digitando el trabajo de la candidata. La crítica apunta particularmente hacia el senador Jovino Novoa, a quien se le atribuye ser uno de los principales responsables de la campaña[/cita]

Lily Pérez se toma el liderazgo

Eso genera desconfianza, sobre todo en un sector de RN, de que los “nuevos rostros” ingresados a la primera fila del equipo no sean más que un cambio cosmético y los verdaderos responsables de la campaña sigan a cargo. Por su parte un alto dirigente de Renovación dice esperar que ahora en realidad se concrete el rediseño de la campaña y advierte que, según antecedentes que le llegaban, “la Matthei y Lavín estaban agarrados de las mechas desde hace ratito” y agrega que en esta etapa definitivamente debe cambiar el mensaje. “Nunca estuve de acuerdo con eso de hablar tanto del combate a la delincuencia y nunca me gustó ni aprobé la pelea con (Franco) Parisi, porque redujo la campaña a un chascarro”. Y si bien las figuras jóvenes, que se supone le darán un reimpulso al trabajo, podrían ser un aporte, dice un consejero de RN, eso sólo se logrará “si efectivamente tienen alguna influencia en la toma de decisiones. Cosa que dudo, porque en estas cosas, finalmente, los que cortan son pocos. Lo importante sería que Lily Pérez pueda hacer lo que ella siempre ha querido para la campaña y por lo que siempre tuvo diferencias con Lavín”.

En este contexto, hay quienes creen que ahora sí la vocera va a ser “la que corte el queque” y con ello se le imprimirá un sello “más buena onda” a la campaña. Ella, abiertamente liberal y piñerista, desde un principio ha abogado por que se implemente un diseño de trabajo más parecido al que puso al inversionista en La Moneda. Algo que, según muestran los hechos y se comenta en el equipo de Matthei, no era compartido por Lavín y fue lo que generó roces permanentes entre ambos durante toda la etapa hacia la primera vuelta. Ahora, durante el anuncio oficial de que el ex alcalde dejaba su cargo, la candidata señaló que los nuevos integrantes del equipo “tienen algunas diferencias de opiniones (entre ellos) y me encanta que hayan diferencias. Con esto vamos a tratar de armar una coalición lo más amplia posible y llamar a la gente a que salga a votar. Les vamos a dar la esperanza de que la política se está renovando. Estamos renovando caras. Y que les estamos dando un rol importante a personas que combinan juventud con experiencia. Entre ellos son amigos, se quieren y no me cabe duda que van a dar el ejemplo de unidad de nuestro sector”. Palabras que en RN ya le atribuyen a la vocera, porque “ese es su tono siempre conciliador”, dice un consejero de la casona de Antonio Varas.

En tanto, un diputado de la UDI asegura que, a partir de ahora y hasta el 15 de diciembre, lo más importante es que todos, en ambos partidos de la Alianza, se concentren en las presidenciales, tal vez porque ve que la candidata oficialista ya no cuenta con el trabajo parlamentario de sostén para el balotaje. Porque, al revés de lo que se entiende debe hacer el candidato presidencial, en esta campaña el fenómeno fue que muchos candidatos al Congreso sacaron más votación que su abanderada, tal como algunos advertían desde hace al menos un par de meses que sería. Es por ello que son pocos los que en la derecha creen que,  aun cuando esta vez se haga una buena campaña, su representante logre superar a Bachelet. A lo máximo que se aspira es a acortar la brecha entre el 25,01 por ciento que obtuvo Matthei y el 46,68 de Bachelet.

Con todo, la salida de Lavín aquietó los ánimos y calmó las críticas. Si ese era el objetivo buscado, se consiguió, pero si en los próximos días estos cambios no se reflejan en un evidente rediseño de la campaña, podría ocurrir, como algunos temen que pase, que los partidos se van a “aburrir y van a dejar sola a la candidata, porque son muy pocos los que sinceramente pueden creer que gane”.

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