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Las grandes empresas chilenas favorecidas por la fórmula de las cuerdas separadas en la controversia limítrofe con Perú En 2012 las más importantes sumaron unos US$ 610 millones en utilidades

Las grandes empresas chilenas favorecidas por la fórmula de las cuerdas separadas en la controversia limítrofe con Perú

Influyentes familias y empresarios, algunos incluso catalogados por el ranking Forbes entre los más ricos del mundo, como los Matte, los Solari, Cúneo o Paulmann, forman parte del club de inversionistas que han puesto sus fichas en Perú, obteniendo jugosas ganancias. Ad portas del fallo de La Haya no tienen nada que temer, ya que el diseño impulsado por el Presidente Sebastián Piñera y su canciller Alfredo Moreno no afectará sus negocios sea cual fuere el resultado.


La fórmula de las cuerdas separadas, impulsada por el gobierno de Sebastián Piñera para enfrentar la demanda limítrofe peruana en La Haya, ha sido criticada en las últimas semanas. Para ciertos sectores esta ha jugado en contra, pues sería leída como una señal para el resto de los países vecinos de que la prioridad de Chile no apunta al territorio, sino a los negocios.

Percepción que comparte un experto en relaciones internacionales, que señala que “la estrategia de este gobierno privilegió una visión económica mercantil por sobre una visión de Estado”. Por lo demás, la fórmula de las cuerdas separadas está en plena sintonía con la trayectoria empresarial del canciller Alfredo Moreno y su amplísimo bagaje como director de empresas, coronado además con la presidencia del Instituto Chileno de Administración Racional de Empresa (Icare), entre 2005 y 2006.

Mientras el sector pesquero –que incluye a pequeños y grandes, como el grupo Angelini– se prepara para un resultado adverso, las cuerdas separadas han permitido a los grandes inversionistas chilenos en Perú enfrentarse al mejor de los escenarios, ya que por muy desfavorable que sea la resolución para el país, sus negocios no se verían afectados.

Percepción que es respaldada por el gerente general de la Cámara Peruano-Chilena de Comercio, Raúl García Belgrano, quien señala que “el fallo de La Haya no va a afectar en lo más mínimo las inversiones chilenas en Perú. Si llegara a afectar a alguien sería a los pesqueros de Tacna y ni siquiera a todos”.

En la misma línea, el director comercial de ProChile Perú, Camilo Navarro, afirma que los diferendos terrestres y marítimos no han cambiado el panorama comercial chileno en Lima y otras ciudades. “En este minuto existen alrededor de 300 empresas chilenas de las cuales la mitad están hace menos de cuatro años”, dijo, confirmando el creciente y favorable escenario económico.

En 2012 las principales empresas chilenas en Perú ganaron unos US$ 610 millones, 22% más que en 2011, cuando obtuvieron utilidades por US$ 497 millones.

[cita]El sector que en el país vecino lidera las utilidades es el retail, donde destacan Falabella, Ripley y Cencosud, que al igual que en Chile obtienen sus mayores rentabilidades en el negocio financiero y no en la venta de productos. En Falabella y Ripley la mayor parte de su negocio crediticio es manejado por sus respectivos bancos en el país vecino, mientras en Chile esto está separado (Ripley acaba de iniciar el traspaso de la cartera de crédito de la multitienda al banco y Cencosud intentó traspasar la cartera al banco Itaú, pero el negocio fracasó). Y un dato no menor: allá la utilidad que genera el ítem financiero es superior a la que obtiene en Chile. En el caso de Falabella, empresa donde el actual canciller Alfredo Moreno era director antes de asumir el cargo, en 2012 obtenía utilidades totales en Perú por US$ 149 millones.[/cita]

La cifra es aproximada, debido a que Cencosud, a diferencia de sus competidores, sólo informa a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) su ganancia bruta en Perú, es decir, ingresos menos costos. Según estos datos, en 2012 obtuvo US$ 395 millones.

Para 2014, García Belgrano estima que la inversión será de U$1.000 millones más en relación a 2013. Esto significaría un incremento importante que llegaría a los US$15.000 millones como inversión total de empresas con capitales chilenos en Perú desde 1990.

Los bancos: la gallina de los huevos de oro del retail

El sector que en el país vecino lidera las utilidades es el retail, donde destacan Falabella, Ripley y Cencosud, que al igual que en Chile obtienen sus mayores rentabilidades en el negocio financiero y no en la venta de productos.

En Falabella y Ripley la mayor parte de su negocio crediticio es manejado por sus respectivos bancos en el país vecino, mientras en Chile esto está separado (Ripley acaba de iniciar el traspaso de la cartera de crédito de la multitienda al banco y Cencosud intentó traspasar la cartera al banco Itaú, pero el negocio fracasó). Y un dato no menor: allá la utilidad que genera el ítem financiero es superior a la que obtiene en Chile.

En el caso de Falabella, empresa donde el actual canciller Alfredo Moreno era director antes de asumir el cargo, en 2012 obtenía utilidades totales en Perú por US$ 149 millones.

Falabella, ligada a las familias Solari, del Río y Cúneo, ingresó al mercado peruano en 1995 y, según informaba en julio pasado Semana Económica, tiene 70 tiendas. Al cierre de 2012, las mayores ventas provinieron de Saga Falabella (tiendas por departamentos), seguida de Tottus (supermercados) y Sodimac (tiendas hogar).

Para Falabella, el negocio bancario en Chile, Perú y Colombia, generó utilidades por US$ 89,4 millones en 2012 y US$ 101,2 millones en 2011. Ese año Perú aportó el 37% de las utilidades, por debajo de Chile, que dejó el 52%. Pero, en 2012, Perú trajo más alegría a las arcas del grupo, pues aportó el 42,6% de las ganancias de este negocio, mientras Chile contribuyó con el 40%, pasando así el país del Rímac a ser el principal generador de utilidades en el negocio bancario de la empresa, con US$ 38,1 millones frente a los US$ 35,8 millones que aportó el banco en Chile.

La empresa tiene 17,5% de participación en la emisión de tarjetas de crédito de consumo del sistema peruano, una de las más altas.

En el caso de Ripley, en 2012 la compañía tuvo ganancias totales en el negocio bancario por US$ 37,9 millones. De esta cifra, un 60% provino del banco en Perú y un 40%  de Chile. En 2011 Perú había representado el 55%. A partir de 2014 el Banco en Chile recibirá la cartera de créditos de la multitienda. Algo similar pensaría hacer Cencosud con su tarjeta Paris.

La empresa aterrizó en Perú dos años después que Falabella, y hoy tiene 13,3% del total de tarjetas de crédito de consumo (7,3 millones a nivel nacional). Si bien –según señalaba Semana Económica–, a mediados de 2013 sólo contaba con una cadena de tiendas por departamento, Banco Ripley “se apoya en una amplia red de establecimientos externos que suman más de 60 mil a nivel nacional, incluidos los de la red MasterCard y Visa”.

Cencosud, liderado por Horst Paulmann, no ha tenido tanta suerte. De las ganancias brutas de la compañía (ingresos menos gastos), Perú aportó el 7,2% en 2012, pese a que en ingresos (ventas) Perú representa un poco más (8%). El 95% de las ganancias desde Perú las generan los supermercados, a través de Wong y Metro.

El negocio financiero en Perú (seguros, tarjeta, banco) es pequeño. En 2012 dejó un margen bruto de $ 2.062 millones, menos del 2% de la ganancia bruta que aportó Perú a la empresa y que totalizó $ 132.254 millones (US$ 395 millones).

En tanto, el banco de Cencosud –incluyendo las operaciones de Chile y el extranjero– ha ido mejorando su situación luego de un 2012 para el olvido con una pérdida de $ 5.600 millones. En los primeros nueve meses de 2013, entre enero y septiembre, el banco tuvo una utilidad neta de $ 4.946 millones. Si fueran consistentes las cifras con el margen bruto, el negocio financiero de Perú aportaría menos del 3% de las ganancias del banco.

De hecho, el banco en Perú mantenía un ROE (rentabilidad sobre patrimonio) negativo de 30,6%, tras un año de haber aterrizado en ese país, según indicó Semana Económica en julio pasado.

Otros negocios

De la mano del negocio de las ventas por departamento, otro rubro donde marcan presencia las empresas chilenas es el de los centros comerciales, liderado por Open Plaza –de Falabella–, Aventura Plaza –de Aventura en Chile, alianza entre Falabella y Ripley– y Parque Arauco, del grupo Said. Este último obtuvo utilidades por US$ 28,5 millones en 2012. En el caso de Open Plaza y Aventura Plaza, no entregan información desglosada a la SVS de sus ganancias en Perú.

Sonda Perú, filial de Sonda, del empresario Andrés Navarro, obtuvo utilidades por US$ 2,7 millones ese mismo año. En tanto, Lan Perú, filial de Latam, alcanzaba US$ 2,5 millones. LanAirlines, es el principal activo de la familia Cueto, que en 2010 compró una parte de la participación de 26% que el actual presidente Sebastián Piñera tenía en la compañía.

Entel, detrás de la cual se encuentra una sociedad de inversiones en la que participan los grupos Matte –que también tienen presencia en Perú con CMPC–, Fernández León, Hurtado Vicuña, Consorcio, Izquierdo y Gianoli, está en Perú a través de Americatel Perú. En 2012 obtuvo US$ 2,2 millones.

Forus, ligada al empresario Alfonso Swett, tiene presencia con una gran diversidad de marcas de retail, obteniendo utilidades por US$ 1,3 millones.

Indura, que tiene plantas de gases y soldaduras en Perú, alcanzó un Ebitdautilidades antes de impuestos, depreciación y gastos financieros– por US$ 2,2 millones en 2012. Mientras que Sigdo Koppers alcanzaba los US$ 6,7 millones, con Enaex, su filial de ingeniería y construcción, su distribuidora de automóviles y de arriendo de maquinaria.

Salfacorp, la mayor constructora e inmobiliaria de Chile, tenía utilidades por US$ 2,3 millones en Perú.

Justamente el sector de la construcción ha crecido a pasos agigantados, donde las inmobiliarias chilenas tienen protagonismo.

En este minuto “hay cerca de 27 inmobiliarias chilenas en Perú. Están las más importantes, Paz, Imagina y Besalco, que lleva más de diez años acá”, explica el director comercial de ProChile, Camilo Navarro.

PazCorp funciona en Perú bajo el nombre de Inmobiliaria Paz Centenario en sociedad con el grupo Romero, uno de los conglomerados más grandes de Perú. Tras cuatro años de operaciones el negocio generó utilidades netas por US$ 2,4 millones, según la memoria anual 2012 de la empresa.

Un caso muy exitoso ha sido el de la corredora LarrainVial, ligada al empresario Leonidas Vial –involucrado en el caso Cascadas–, que en tiempo récord se convirtió en la tercera corredora de Perú: en 2013 obtuvo 15,9% de participación en el mercado, con montos transados por US$ 1.444 millones. LarrainVial entró el 2004 como administradora de fondos y el 2011 como corredora.

Entre las principales empresas chilenas en Perú, también se cuenta Banmédica, entre cuyos accionistas controladores está Inversiones Santa Valeria, ligada a la familia Fernández León y el grupo Penta, este último controlado por el amigo de Sebastián Piñera Carlos Alberto Délano, además de Carlos Eugenio Lavín. También participa Cruz Blanca, hasta ahora del grupo Said, aunque está en proceso de venta.

En el rubro AFP está Habitat, controlada por la Cámara Chilena de la Construcción, que en 2012 ganó en Perú la primera licitación de afiliados por dos años, por lo que todos los nuevos afiliados que elijan integrarse al sistema privado de pensiones serán inscritos automáticamente en ella.

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