José Miguel Insulza, secretario general de la OEA
Contrario a lo que se preveía, la crisis que se vive en Venezuela no se robó la agenda del cambio de mando en el Congreso Nacional. Insulza indicó que no ha conversado con la delegación venezolana, aunque se mostró abierto al diálogo. El canciller bolivariano, Elías Jaua, aseguró que la ausencia de Maduro se debió a que está «al frente de una batalla por la paz» e insistió en que «fascistas» están tras el asesinato de chilena en Mérida.
«Maduro, ¿dónde están las personas que mataste, ¡asesino!», gritó una mujer de 40 años justo cuando el Presidente Sebastián Piñera abandonaba el Congreso luego de traspasarle la piocha de O’Higgins a la nueva mandataria, Michelle Bachelet. Pero fue el único incidente.
Incluso, las chapitas que portaban algunos diputados de la UDI –con el mensaje «SOS Venezuela»–, pasó inadvertido para la mayoría de los asistentes a la ceremonia de traspaso de mando de este martes en el Congreso Nacional. Desde que en la madrugada se confirmó que Nicolás Maduro no asistiría al evento, el ambiente se relajó.
Con su ausencia, los protagonistas de la jornada fueron Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, y las declaraciones de los dirigentes políticos que asistieron al cambio de mando se centraron en la realidad nacional.
Incluso, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, señaló a El Mostrador que «Venezuela no fue un tema, algunos querían convertirlo en un tema, pero al no venir el Presidente Maduro, dejó de serlo».
Sobre las razones que explican la ausencia del mandatario venezolano, el canciller de ese país, Elías Jaua, manifestó que Maduro «está al frente de una batalla por la democracia y por la estabilidad política de Venezuela. Y está consolidando la victoria de la paz y de la estabilidad democrática en Venezuela contra los grupos violentos que han intentado derrocarlo en los últimos días».
En la ocasión, el representante venezolano aprovechó de responderle al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien criticó a su arribo a Chile al gobierno de Maduro; según Jaua, «las palabras de Biden sólo demuestran que Estados Unidos está al frente del intento de derrocamiento del gobierno democrático de Venezuela».
El ambiente se había caldeado especialmente luego que se conociera el deceso de una mujer chilena residente en el país caribeño, Gisella Rubilar, quien murió luego de recibir un balazo en la cabeza por un grupo de encapuchados cuando desarmaba una barricada en la ciudad de Mérida. Al respecto, Jaua lamentó lo ocurrido y mantuvo la posición de su gobierno, culpando a la oposición de derecha. «Fueron grupos armados vinculados a la derecha fascista que asesinaron a Giselle, una militante de la revolución bolivariana, de la revolución latinoamericana, una mujer que es una víctima del fascismo», señaló el canciller.
Insulza también se refirió al deceso de la mujer de 47 años, indicando que «era una chilena radicada en Venezuela hace mucho tiempo y partidaria del gobierno del Presidente Maduro según tengo entendido».
Sobre las razones tras la muerte de la chilena, Insulza comentó que se debe superar el clima de violencia imperante en el país de Chávez. «Yo creo que finalmente es culpa del ambiente de violencia que ocurre, ojala que la investigación a cargo del fiscal designado por el gobierno de Venezuela, de resultado. Porque estas muertes que se producen y no se identifica nunca a los culpables… no es bueno que eso pase. Yo lamento mucho lo ocurrido, no era una persona que estuviera ejerciendo la violencia, ella fue víctima de esa violencia y eso hay que tratar que se pare en Venezuela».
Insulza agregó que mantiene su postura de apertura al diálogo con las autoridades venezolanas, aunque aseguró que hasta el momento no ha conversado con la delegación caribeña.
Mañana, en Santiago, se realizará la reunión de cancilleres de la UNASUR para tratar especialmente el tema de la crisis político social que afecta al país dirigido por Nicolás Maduro.
