Elogiaron también la labor de Sebastián Piñera y expresaron su deseo de éxito para la presidencia de Michelle Bachelet, quien vuelve a gobernar cuatro años después de concluir su primer mandato.
Los dignatarios extranjeros que arribaron a Santiago para asistir hoy a la investidura de Michelle Bachelet coincidieron en destacar que la transmisión del mando presidencial en Chile supone una fiesta democrática para este país.
Gobernantes americanos, el heredero de la Corona española y jefes de delegaciones oficiales elogiaron también la labor de Sebastián Piñera y expresaron su deseo de éxito para la presidencia de Michelle Bachelet, quien vuelve a gobernar cuatro años después de concluir su primer mandato.
El Príncipe de Asturias, una de los primeras autoridades que llegaron a Santiago, manifestó su «alegría de volver a tierras chilenas» y «el grandísimo honor por representar a España encabezando su delegación oficial en estos actos de celebración democrática de transmisión del mando presidencial».
El heredero de la Corona expresó al gobierno saliente del presidente Sebastián Piñera su «gratitud por el magnífico trabajo de colaboración entre España y Chile».
Al igual que otras autoridades y delegaciones oficiales, Felipe de Borbón fue recibido en el palacio de La Moneda por Piñera y posteriormente sostuvo un encuentro con Bachelet.
Poco ante, el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, se había reunido también con el mandatario saliente y la presidenta electa.
El representante del gobierno estadounidense, quien arribó a Santiago la noche del domingo en medio de excepcionales medidas de seguridad, anunció que a partir del próximo 1 de abril los chilenos que viajen a su país por turismo o negocios podrán hacerlo sin visado.
Por su parte, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, destacó tras reunirse durante media hora con Bachelet que ambas poseen «un lenguaje muy común» y han compartido «muchos momentos».
El «gran desafío» en el ámbito de las relaciones bilaterales es reforzar la integración, tanto política como física, entre Chile y Argentina, subrayó.
«Es muy importante la conectividad, sobre todo en este mundo tan globalizado que exige salidas de un país hacia el Atlántico y de otro hacia el Pacífico», recordó Fernández.
El mandatario uruguayo, José Mujica, quien también se refirió a la integración entre los países del Cono Sur, destacó el simbolismo político de la alternancia en el poder.
«Es un cambio democrático, un cambio de presidente. Después la luna de miel se acaba y viene la realidad y las discusiones, pero cuiden lo que tienen», recomendó Mujica a los periodistas chilenos.
En el plano político, el gobernante uruguayo dijo que confía en abrir «una ventana hacia el Pacífico» y seguir avanzando en los intercambios entre ambos países con el próximo gobierno chileno.
Por su parte, el presidente de Perú, Ollanta Humala, que en esta jornada no se reunió con Bachelet, se mostró encantado a su llegada al aeropuerto de Santiago por asistir a la ceremonia de transmisión del mando, que calificó como una «fiesta democrática».
Humala, quien visita Chile por primera vez desde que se hizo público el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el litigio de la frontera marítima, hizo votos por la «consolidación de las relaciones de los pueblos hermanos de Chile y el Perú».
Por su parte, el mandatario paraguayo, Horacio Cartes, afirmó a su llegada que «Chile es la gran puerta para la salida de Paraguay hacia el Pacífico».
«En esta coyuntura mundial, cada vez hay menos fronteras y nuestro país tiene interés en acercarse aún más al Pacífico y Chile es el gran puerto para este mundo cada vez más conectado», añadió.
A última hora de la tarde arribaron los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y Colombia, Juan Manuel Santos, quien nada más descender de su avión afirmó que las relaciones entre Chile y Colombia «están en su nivel más alto» en la historia de los dos países.
