Publicidad
Eyzaguirre mantiene subsidio a la demanda y abre primera diferencia con la Confech Ministro afirmó que financiamiento público no llegará a «universidades que entregan título de ‘baquelita'»

Eyzaguirre mantiene subsidio a la demanda y abre primera diferencia con la Confech

Además de criticar nuevamente el lucro y defender la calidad en las universidades, el titular de Educación defendió una de las prácticas que han criticado los estudiantes: la entrega de «voucher». Es decir, que el Estado pueda entregar dinero a universidades privadas a través de aportes a los estudiantes que las eligen. «Las palabras del ministro se alejan completamente de lo que pide el Confech», comentaron desde la Confederación a poco de concluida la primera entrevista que dio el titular.


Este martes, el ministro Nicolás Eyzaguirre salió a detallar algunos de los principales cambios que implementará el gobierno de Michelle Bachelet en el marco de la reforma que apunta a garantizar la gratuidad y calidad en la educación chilena y a poner fin al lucro en las instituciones. En esta línea, en lo que respecta al financiamiento del Estado a las universidades, la autoridad señaló que «hay un financiamiento a la oferta, a la universidad, que tiene que ver con la investigación que hace, que viene del Estado, que es financiamiento basal. Y hay otro financiamiento, que viene por parte de los estudiantes que eligen a esa institución», sostuvo al ser entrevistado en el programa de TVN, «El Informante».

Sobre este punto, el ministro se refirió a lo que se conoce como la entrega de «voucher»; es decir, el subsidio a la demanda, un tema que ha sido en extenso cuestionado por los estudiantes y que marca lo que podría ser un primer distanciamiento en el diálogo con la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), en el marco de las citas convocadas por la autoridad para dialogar con los distintos actores de la educación. Y es que desde los dirigentes estudiantiles han postulado que este tipo de prácticas no contribuye a combatir el lucro en la educación y que, en cambio, permite a los privados ganar dinero con recursos del Estado.

Según adelantó Eyzaguirre en su entrevista, la mantención del sistema de vouchers se complementará con el aporte basal que se entregará preferentemente a las instituciones estatales, mediante convenios de desempeño para realizar investigación.

«Las (universidades) estatales es donde se construye el futuro y se genera el conocimiento. Nosotros privilegiaremos a las universidades del Estado, porque tienen un mandato país. Hacen investigación con misión». Diferenciando a los planteles del Estado de los privados, o de los llamados «privados con sentido público», el titular de Educación precisó que «hay universidades privadas con sentido público, que hacen muy buenas investigaciones, la Universidad Católica, por ejemplo. Pero que siempre tienen un dueño. ¿Y que pasa si ese dueño en algún momento tiene una diferencia con el Estado?».

Así, Eyzaguirre comenzó a disipar algunas de las dudas que existen sobre el detalle de la reforma educacional que llevará adelante la Nueva Mayoría. Aunque, como era de esperarse, sus declaraciones de inmediato generaron reacciones.

El diputado de Revolución Democrática, y ex dirigente estudiantil, Giorgio Jackson, valoró algunas de las definiciones del ministro, aunque aseguró que las declaraciones de la autoridad dejan abiertas algunas interrogantes.

«Hay aspectos interesantes en sus declaraciones, que se refieren a una preferencia por la educación pública, a la gratuidad como derecho social, pero también preocupa saber cuál será el peso que tendrán los vouchers en el financiamiento, porque puede fomentar la competencia entre universidades», aseguró Jackson, agregando que «también existe una incertidumbre sobre la situación que tendrán aquellas instituciones que no cumplan con los estándares, y sus estudiantes, para que no ocurra lo mismo que con la Universidad del Mar».

Las palabras de Eyzaguirre, en la que fue su primera entrevista tras asumir como ministro de Educación, no tardaron en desatar reacciones por parte de las voces del movimiento estudiantil, algunas de las cuales se encontraban precisamente como espectadores en el set de «El Informante». Tal fue el caso del ex presidente de la Fech, Andrés Fielbaum, quien una vez concluida la entrevista señaló a El Mostrador: «Criticamos durante mucho tiempo la ambigüedad del programa de Bachelet, sobre todo en cuanto a financiamiento y, lamentablemente, mientras se va esclareciendo el tema, nos damos cuenta de que se seguirá manteniendo el lucro con platas del Estado y también que la gratuidad será mediante becas y no aportes a las instituciones, lo que significa meter plata a un saco roto. Aumentar las becas aliviana la carga, pero no corrige la desigualdad, la mala calidad y la falta de orientación pública del sistema».

Una opinión similar tiene el presidente de la Federación de Estudiantes de la U. de la Serena, Ken Rivera: «(Las palabras del ministro) se alejan completamente de lo que pide el Confech. Nosotros hace tiempo que venimos diciendo que necesitamos que se financie a las instituciones y se deje de financiar a la demanda», aseguró.

Universidades de «baquelita»

El ministro precisó, además, que el financiamiento público se restringirá a las universidades que estén acreditadas y, aunque no ahondó en esto último, sí precisó que los criterios de acreditación se modificarán en relación a los actuales. «Financiamiento público para universidades que entregan título de ‘baquelita’, no», aseguró la autoridad, añadiendo que «estas cosas entremedio no van a correr más. Universidades acreditadas que significa que no lucran, que tienen un manual de deberes y derechos en términos de respetar a los estudiantes y las reglas de convivencia de la universidad, etc».

Asimismo, Eyzaguirre se refirió a la decisión que este lunes dio a conocer el gobierno sobre el retiro de tres proyectos de ley vinculados con la educación, entre ellos el que postula la creación de una Superintendencia de Educación. En ese sentido, el ministro precisó que sí pretenden recurrir a esta figura para fiscalizar que las universidades cumplan con las normas, pero que antes «tiene que tener un esquema de regulación, tiene que definir exactamente qué entiende usted por lucro, qué entiende usted por buenas prácticas, y una vez que tenga definido tendremos una Superintendencia que fiscalice. Cómo la Superintendencia va a fiscalizar el aire si no le han definido lo que tiene que fiscalizar», afirmó, agregando que por ello «vamos a dejar dormir el proyecto».

Además, en medio de la crisis que vive el sistema público de educación que ha quedado reducido frente a los colegios particulares subvencionados, Eyzaguirre recordó que los municipales no son peores que los anteriores, haciendo una analogía de un panadero que tiene que hacer panes con ingredientes buenos y malos. «El panadero no es el malo», dijo, y agregó que el problema tiene que ver con que los particulares subvencionados «discriminan a la entrada, tienen más financiamiento, tienen una política de expulsar muy liberal, y se van quedando con los mejores alumnos. Por eso tienen mejores puntajes, no porque tengan mejor educación».

En este sentido, la autoridad llamó a los chilenos a que «vuelvan a creer en la educación pública» y recordó que «aquí no estamos haciendo la revolución bolchevique, estamos haciendo algo en lo que estamos completamente atrasados si nos queremos llamar país desarrollado».

Publicidad

Tendencias