Sus cercanos están preocupados por la determinación adoptada, ya que están conscientes que arriesga su vida especialmente en su condición de salud, ya que posee cuatro by pass coronarios operados el 2009.
El doctor Milton Flores Gatica inició el pasado miércoles un ayuno que se extenderá hasta que la situación del autocultivo de marihuana se resuelva en el país como un asunto de derechos esenciales.
Según explica, la decisión continuará hasta “ver una acción concreta que exprese voluntad y sensatez, en un escenario donde abundan razones y dramáticas vivencias que vuelven impostergable tomar una decisión. Este acto es un profundo llamado a la conciencia ética de todos nosotros”.
Sus cercanos están preocupados por la determinación adoptada, ya que están conscientes que arriesga su vida especialmente en su condición de salud, ya que posee cuatro by pass coronarios operados el 2009.
Sin embargo, admiten comprender “su indignación, su impotencia, el sufrimiento que significa estar viendo y viviendo una injusticia, un absurdo, el imperio de la pequeñez. La medida extrema que ha tomado es expresión de la urgencia y gravedad del momento, porque habiendo necesidad, razón y derecho, no hemos conseguido hacer algo que verdaderamente resuelva, desde el reconocimiento de la naturaleza espiritual del ser humano, la vulneración que se comete hoy en contra de cultivadores y usuarios de cannabis”.
En ese sentido piden que el Gobierno retire la planta de cannabis de cualquier lista de sustancias prohibidas y reconozca oficialmente su “valor medicinal y sacramental” y que el Parlamento modifique la ley para permitir transparentemente el autocultivo de Cannabis sin fines comerciales.
Y explican que la cannabis en Chile tiene un rango terapéutico, “es un derecho el poder cultivar y usar esta medicina, ignorarla, esconderla, impedir su acceso no solo es inhumano, también es un delito, una vulneración de Derechos Humanos”.
“La Cannabis en Chile tiene un uso Espiritual, de modo consistente organizaciones y personas, cultivan una dimensión más sutil y trascendente a través de esta práctica, desde la intuición cotidiana hasta la ritualidad sacramental. El movimiento Rastafari, y el pueblo rapanui han incluido su empleo en la vida cotidiana y junto a pueblos originarios como aymaras y mapuches reconocen el valor personal y cultural del uso de plantas enteógenas”, explican.
