El ex presidente de la Fech, cuestiona la actitud que ha tenido el ministro de Educación, quien a todas propuestas en torno a la educación, independientemente de que sean contrarias, les dice que sí. Agrega que las presentaciones del secretario de Estado “ponen severamente en cuestionamiento si el reunirse es simplemente un show mediático” o si hay espacio para que las organizaciones sociales intervengan en la reforma educacional.
El ex presidente de la Fech y encargado nacional estudiantil de Izquierda Autónoma, Andrés Fielbaum, critica la actitud que ha tenido el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, frente a los distintos actores en torno a la reforma educacional. Según el ex dirigente, Eyzaguirre se parece al alcalde de “La Pérgola de las Flores”, quien a todas las propuestas, independientemente de que sean contrarias, les dice que sí y nunca se niega a ninguna cosa.
“El comportamiento del ministro Eyzaguirre estas últimas semanas va en la misma dirección. Cuando los Rectores de las Universidades Estatales le preguntan si tendrán un trato preferente, les responde que sí, mientras que a los Rectores de las Universidades privadas del CRUCH les da la misma respuesta cuando consultan si sus Universidades recibirán el mismo trato que las del Estado (…) mientras que a los estudiantes también les respondió afirmativamente respecto a que el financiamiento a la oferta pasaría a tener un rol más relevante, por sobre la posibilidad del voucher como instrumento de financiamiento”, dice Fielbaum en una columna del sitio El Desconcierto.
El ex dirigente asegura que es imposible que todo lo anterior sea cierto al mismo tiempo, por lo que uno podría concluir que el ministro “es un mentiroso, pero además del problema ético, eso significaría una estrategia sumamente poco hábil para un ministro cuya capacidad de muñeca es bien conocida, pues tarde o temprano las supuestas mentiras se revelarían”
Para Fielbaum, la forma de actuar del secretario de Estado se debe a que no quiere responder ciertas preguntas, como son ¿qué significará que una Universidad privada tenga “vocación pública”? ¿Cómo se financiará la gratuidad, los aportes basales irán creciendo hasta convertirse en la forma principal de financiamiento? ¿Cuál va a ser el rol del Estado para aquellas Universidades que decidan no tener “vocación pública”?, entre otras.
Estas preguntas que no han sido respondidas, son, para el ex Fech, fundamentales para saber si con la reforma educacional “habrá más mercado o la educación será realmente un derecho” y agrega que después de la reunión con el ministro fue imposible responder a esas interrogantes.
Sin embargo, Fielbaum señala que luego de la presentación del ministro el día miércoles en el Senado, cuando asegura que habrá becas para todas las Universidades, sin importar el rol que jueguen, “la balanza claramente se inclina hacia regular un poquito más el mercado universitario. Seamos bien claros: esa propuesta de Eyzaguirre en muy poco se diferencia de la ley de financiamiento de Harald Beyer”, señala en la columna.
Además agrega que las presentaciones de Eyzaguirre “ponen severamente en cuestionamiento si el reunirse es simplemente un show mediático o si hay espacio para que las organizaciones sociales incidan en los pilares fundamentales de la Reforma”. Esto porque hace hincapié en el hecho de que seis días después que el ministro señaló que quiere desmantelar la educación de mercado, dice en la Comisión del Senado que la gratuidad no será más que becas para todas las Universidades.
El ex dirigente estudiantil termina reiterando la actitud ambivalente del ministro, que a todo le dice que sí, y que la decisión de discutir las reformas con los actores sociales se debe simplemente a que el ministro de Estado “sabe que en educación no puede prescindir de la legitimidad del movimiento estudiantil”
