La decisión de la Junta de Acreedores tiene lugar ante la imposibilidad de rematar los inmuebles que pertenecen a las sociedades relacionadas de sus dueños.
Con el fin de obtener los más de $21 mil millones que reclaman los profesores y ex funcionarios de la Universidad del Mar, sumados bancos e incluso propietarios de la institución, la junta de acreedores decidió cobrar los aranceles impagos de sus estudiantes, pese a estar acreditada judicialmente la estafa con la calidad y la acreditación en que incurrió la casa de estudios, así como el lucro obtenido. Entre quienes exigen la cobranza se encuentran sus cuatro controladores, los que también forman parte de la junta de acreedores, y esperan recuperar con esto casi $4 mil millones.
La decisión fue tomada por la junta el pasado 14 de julio. De esta forma, se dará inicio a la cobranza judicial a los miles de alumnos y ex alumnos que se encuentren morosos en el pago de sus aranceles, según informó Ciper Chile. Los más afectados serán los titulados y egresados que mantengan deudas impagas. Y como una forma para incentivarlos a realizar los pagos, se ofrecerá condonarles hasta un 30% del capital adeudado y un 50% de los intereses. Sin embargo, si el alumno se rehúsa a pagar se dará inicio a la cobranza judicial.
Para los deudores que aún forman parte del alumnado de la universidad, se ofrecerá una rebaja de entre un 15% y un 20%, y la condonación del 50% de los intereses. En caso de no pasar la deuda, “no podrán tomar ramos del segundo semestre en forma definitiva”.
En ambos casos, la cobranza judicial se hará efectiva “para los deudores con morosidad que supere el $1.000.000”.
La decisión de la Junta de Acreedores de la Universidad del Mar tiene lugar ante la imposibilidad de rematar los inmuebles que pertenecen a las sociedades relacionadas de sus dueños.
La quiebra de la universidad, decretada el pasado 14 de abril, fue solicitada por los trabajadores de la casa de estudios que alegaban el no pago de sus sueldos y cotizaciones. Los problemas de caja se habían iniciado poco antes del escándalo del pago por la acreditación de la universidad, a lo que se sumó el juicio por cohecho y soborno que llevó a su rector a la cárcel.