Agregó que tras la idea de Jeanette Vega hay un debate de fondo que apunta a si la salud es un bien de consumo -que se asigna en función de la capacidad económica- o un bien público, «es decir un derecho garantizado de acuerdo a la necesidad de las personas, como ocurre en la mayoría de las sociedades del planeta en particular en los países de la OCDE, donde casi no existen los sistema de salud privado».
El presidente de la Comisión de Salud de la cámara alta, senador Guido Girardi, respaldó la propuesta de la directora de Fonasa, Jeanette Vega, de que el 7% de cotización obligatoria de salud de los chilenos vaya a un fondo único para que los recursos se distribuyan de manera solidaria.
Girardi expresó que «este es un debate fundamental que debe realizar la sociedad chilena porque el modelo de Salud, al igual que el sistema de pensiones, está hecho para la privatización. Todos los incentivos apuntan a un traspaso progresivo de las prestaciones públicas al sector privado. Sucede lo mismo que en la educación municipal que se ha ido privatizando y desplazando hacia la particular subvencionada», dijo el senador.
Agregó que tras la propuesta de la directora de Fonasa hay un debate de fondo que apunta a si la salud es un bien de consumo -que se asigna en función de la capacidad económica- o un bien público, «es decir un derecho garantizado de acuerdo a la necesidad de las personas, como ocurre en la mayoría de las sociedades del planeta en particular en los países de la OCDE, donde casi no existen los sistema de salud privado».
«La Organización Mundial de Salud (OMS) -dijo Girardi- recomienda un sistema de financiamiento solidario que garantice la equidad. Los sistemas más progresivos son los que, como en muchos países de la OCDE, se financian con impuestos generales y los más regresivos aquellos con impuestos específicos, como el del 7% que utiliza Chile, y donde, además, los cotizantes de más altos ingresos lo hacen en una cuenta individual sin solidaridad con la Salud Pública».
«En los países de la OCDE el aporte fiscal a la salud supera el 7% del PIB, en Chile el aporte fiscal es menos del 2% del PIB y se traspasa a las personas la responsabilidad de financiar la salud por la vía del impuesto del 7%. Lo deseable es que los sanos subsidien a los enfermos, los ricos a los más pobres y los jóvenes a los ancianos», aseveró el jefe de la bancada de senadores PPD.
Según el senador, en Chile, como en pocos países del mundo, «los más pobres subsidian a los más ricos. Las campañas nacionales de vacunación, protección ambiental, descontaminación o la atención en los sistemas de emergencia distribuidos a lo largo del país, son prestaciones que se financian con el 7% que los chilenos pobres cotizan en Fonasa y no con el 7% que los chilenos ricos entregan a las Isapres», afirmó el legislador.
Añadió que «la sociedad debe entender que salud es un derecho y no se puede tranzar como un bien de consumo. La próxima reforma debe centrarse en nuestro sistema de salud».
El senador Girardi explicó que en la reforma del Auge impulsada por el Presidente Lagos, la derecha -para proteger a las Isapres- vetó la creación de un fondo solidario.
Dijo que sin los recursos suficientes para cumplir con el Auge, se ha requerido comprar las prestaciones en el sistema privado a un costo 400% mayor. Así, cerca de un 20% del presupuesto de Salud se traspasa a las clínicas privadas, las que se expanden y requieren a más profesionales de la salud cuya formación es larga y cara.
«Como presidente de la Comisión de Salud del Senado me sumo al planteamiento de la directora de Fonasa. En el Congreso tenemos las puertas abiertas para que esta discusión se instale en la agenda legislativa. Escucharemos a todos los involucrados en el proceso, y nos esforzaremos para que primen los lineamientos de salud como derecho universal y un sistema solidario», manifestó el senador.
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