En la previa a la marcha estudiantil convocada por la Confech:
Los ex líderes estudiantiles no votaron, en tanto que Boric y Cariola no estuvieron presentes en la votación, pero el ex presidente de la FECh señaló que la habría aprobado. La comisión se da luego de que la universidad enfrentara una serie de cuestionamientos por el mal manejo financiero mientras el PC estuvo a la cabeza de ella.
La Cámara de Diputados aprobó la creación de una comisión investigadora que analizará “las graves irregularidades cometidas por la administración de la Universidad de Artes y Ciencias Sociales (Arcis), particularmente en lo relativo al proceso de acreditación de dicha casa de estudios durante la presidencia de Luis Eugenio Díaz en la Comisión Nacional de Acreditación”, según informaron desde la Corporación.
La comisión se aprobó por 49 votos a favor, 22 en contra y 11 abstenciones. Los diputados del Partido Comunista votaron, en su mayoría, en contra de la comisión.
La abstención de los dos ex líderes estudiantiles de las movilizaciones del 2011 llamó la atención. Tanto Camila Vallejo (PC) como Giorgio Jackson (RD) no aprobaron la comisión investigadora.
Jackson se refirió al tema a través de su cuenta de Twitter. En ocho tuits expuso sus razones para justificar la abstención. El ex dirigente de la Feuc señaló que “el 01/04/2014, aprobamos informe ‘lucro 2’, encargado de ‘revisar a fondo el sistema de educación superior’. Fue lapidario en diagnóstico y conclusiones. La UARCIS está citada en páginas 154, 223 del informe, con exposición de su ex rector (p 346-351)”. Además, escribió que “tras aprobar informe y denunciar vacíos legales, nos corresponde cambiar leyes, no crear nueva comisión investigadora que concluya mismo problema público”. Finalmente, agregó que comprende la “frustración e impotencia de comunidad ARCIS. Lamentablemente, comisión investigadora no hará justicia, eso es materia de tribunales”.
Los otros dos miembros de la llamada “Bancada Estudiantil”, Gabriel Boric (IA) y Karol Cariola (PC) no votaron. El diputado por Magallanes explicó que «hubiese aprobado porque creo que no se debe rechazar la posibilidad de una investigación a una institución que evidentemente está en una crisis que está afectando a estudiantes y trabajadores. Y mi convicción es que las irregularidades en estas materias hay que investigarlas y sancionarlas venga de donde vengan. Espero que la derecha mantenga su coherencia en su preocupación por sancionar el lucro durante la tramitación de la reforma educacional».
Otro que se abstuvo de votar fue el diputado PC Daniel Núñez, quien también fue miembro Corporación Universidad Arcis. Núñez justificó su votación afirmando que “aquí hay un afán persecutorio de la UDI por tratar de mancillar al PC, esperamos que este afán lo pongan en buscar una salida a la crisis. En mi opinión, la salida está vinculada al papel del Estado. El Estado tiene que garantizar el futuro de los trabajadores y estudiantes. No creo que una comisión investigadora sea la forma que más ayude, pero en una de esas también nos abre algún tipo de posibilidad de clarificar más y, sobre todo, la posibilidad de buscar más voluntad política. No queremos que se repita lo que ocurrió con la Universidad del Mar, donde el ex ministro Harald Beyer dijo que era un problema entre privados”.
El 2012, mientras el PC estuvo en la Arcis, se acordó repartir $500 millones de excedentes entre los socios de la inmobiliaria que controlaba el plantel. Al año siguiente, el PC se desvinculó de la casa de estudios para arribar al gobierno de la Nueva Mayoría.
El ex secretario general del PC y asesor del Ministerio del Interior, Juan Andrés Lagos, es otro de los nombres que aparecen vinculados a la Arcis y los problemas financieros. Hace algunos meses Lagos se sumó como asesor del Ministerio de Educación, pese a que esa cartera también investiga a la Universidad Arcis, que atraviesa por la actual crisis financiera, y de la que Lagos es una de las autoridades “válidamente informadas”, según detalla un documento del propio Ministerio. Lagos recibió un sueldo como académico del plantel por más de $500 mil, a pesar de que en la universidad dicen que no hace clases hace más de dos años.
