A través de un comunicado, la Inmobiliaria Punta de Gallo aseguró que el proyecto es «amable y respetuoso del medioambiente, con una muy baja densidad habitacional» y que no «reviste ningún tipo de riesgo» para el humedal.
Después de que el pasado 8 de agosto la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) decidiera dar inicio a una investigación contra la Inmobiliaria Punta de Gallo por su proyecto Arenas de Tunquén, según la cual la iniciativa habría evitado someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), este lunes desde la empresa salieron a aclarar que la construcción «cumple con todas las normas exigidas por el municipio y la ley medioambiental vigente; además de todas las normas urbanísticas».
La inmobiliaria, aseguran, «solicitó a la autoridad medioambiental la pertinencia con todos los antecedentes que se disponían al momento de hacer la presentación, recientemente también hubo una reunión con Monumentos Nacionales con el fin de analizar los eventuales vestigios arqueológicos que pudiesen estar dentro del área».
Asimismo, el arquitecto Carlos Castro, de Punta de Gallo, recalcó que el proyecto es «amable y respetuoso del medioambiente, con una muy baja densidad habitacional» y que no «reviste ningún tipo de riesgo» para el humedal.
“La empresa manifiesta su más profunda voluntad de diálogo con la comunidad que pudiera sentirse afectada por esta iniciativa que en nada afecta a los condominios cercanos y menos al humedal. En esto queremos ser enfáticos: no hay riesgo medioambiental alguno”, sostiene Castro.
El profesional aseguró además que se pusieron en contacto con los vecinos que estaban inquietos ante eventuales repercusiones del proyecto para que presentaran propuestas de alternativas para proteger el humedal. Sin embargo, hasta ahora no ha habido pronunciamiento de parte de estos. «Por eso nos extraña la campaña pública que han iniciado algunos vecinos en contra del proyecto, con afirmaciones que no son efectivas, y el desinterés por mantener el diálogo. Nosotros siempre estamos abiertos a conversar y seguimos esperando sus propuestas”, agrega el arquitecto.
Por último, destacan que «el proyecto contempla la construcción de 198 viviendas de baja altura, que no molestarán la vista de los vecinos, en terrenos de mil metros cuadrados y con un entorno paisajístico que no alterará el medioambiente y lejos del humedal. Además, considera el tratamiento de las aguas servidas para evitar la contaminación de terreno y del litoral».
Las declaraciones de la empresa tienen lugar después de que la Superintendencia del Medio Ambiente acogiera una denuncia presentada por el biólogo y académico Salvador Donghi, en mayo de este año. En caso de que el sumario estime que la empresa es responsable de lo que se le imputa podría tener que enfrentar duras sanciones. Entre los argumentos que motivaron la denuncia, se considera la existencia de restos arqueológicos protegidos por el Consejo de Monumentos Nacionales, correspondientes a vasijas y herramientas precolombinas. Además de ingresar finalmente el proyecto al SEIA, serían evaluados sus impactos sobre el humedal, sitio prioritario de conservación de la biodiversidad que hoy postula a ser declarado Santuario de la Naturaleza, dado su gran valor ecológico como sitio de anidación de aves migratorias y su alto endemismo de flora y fauna.
