En su reemplazo propone a José de Gregorio
«Este ha sido un ministro muy distinto a los cuatro anteriores. Parte con una Reforma Tributaria muy profunda, con un estilo agresivo, un poco soberbio y parte con un desdén respecto del rol del sector privado», sostuvo el decano de la Facultad de Economía de la Universidad Mayor.
«El escenario de desaceleración y cuasi recesión en que estamos hoy día insertos, tiene que ser un llamado muy fuerte de atención para el gobierno para que modifique su agenda», sostiene el ex ministro de Transportes del gobierno de Sebastián Piñera, Felipe Morandé, respecto al último Informe de Política Monetaria (IPoM) entregado ayer por el Banco Central.
«El factor incertidumbre está muy presente… y le agregaría la desconfianza como parte de esa incertidumbre, para explicar esta especie de frenazo que todo el mundo habla», indica el economista en entrevista en Radio Duna.
«Lo que dice el Banco Central es que estamos en medio de una tormenta y que el próximo año va a estar nublado. Ni siquiera dice que va a salir el sol, porque dice que el crecimiento va a estar entre 3% y 4%, que es un rango amplio. Si tomamos el 3,5% estamos todavía por debajo del crecimiento potencial. Y si uno considera además que este año hemos crecido menos que el potencial, con un PIB total que va a estar por debajo de lo que debiera haber sido el PIB si hubiéramos seguido la tendencia a largo plazo», acota.
«Si bien el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, dice que es posible llegar a un mejor escenario, yo leería una parte del IPoM que dice que hay un sesgo a la baja de la proyección de crecimiento. Es decir, lo más probable es que se crezca un 3,5%, pero también es probable que sea menos, entonces hay que estar atento a ese mensaje», advierte el decano de la Facultad de Economía de la Universidad Mayor.
En esa línea, afirma que «hay una percepción en el sector privado de que aquellos ‘fundamentos de la economía’ están siendo cambiados. Están siendo orientados en una dirección que no es amistosa con el ambiente de negocios, por ponerlo de alguna manera. Y en ese sentido, uno diría que Chile en 4 años más no va a ser igual al Chile de hoy o al de 2013. Va a ser un año con una AFP Estatal, con seguros privados de salud eliminados, tal vez con una nueva Constitución, con una carga tributaria cercana a 6 puntos del PIB… es decir, un país muy distinto al que es hoy».
«Este escenario de desaceleración y cuasi recesión en que estamos hoy día insertos tiene que ser un llamado muy fuerte de atención para el gobierno para que modifique su agenda. Aunque cuando uno le asigne una probabilidad baja al efecto a la economía el tema de las reformas, hay que darle alguna probabilidad. Y eso significa que hay que hacer gestión sobre lo que está afectando hoy a la economía. Si no, vamos a tener el próximo año una tasa de desempleo sobre el 8% y la gente va a estar muy descontenta y el propio gobierno desde el punto de vista político va a ser afectado por esta situación», insiste Morandé.
«Si yo fuera gobierno haría dos cosas», recalca el ex titular de Transportes. Lo primero –dice– «removería al ministro Alberto Arenas, porque ha sido un factor importante en la generación de desconfianza, tanto por su estilo como por el fondo de lo que trató de hacer con la Reforma Tributaria. Lo cierto es que hoy día el sector privado no le cree y se requiere de un nuevo ministro, empoderado para dirigir las riendas del gobierno en todas aquellas cosas que tienen que ver con la economía y pasan a ser hoy día un asunto de absoluta prioridad».
«En esa línea sería bueno nombrar a una persona que recupere la confianza, alguien como José de Gregorio, por ejemplo. Es decir, alguien que de alguna forma dé una señal diferente, tanto respecto de su autoridad intelectual y académica, como por un interés de poner a la economía en el centro de la discusión. No es un asunto de si es justo o no, es un tema de símbolo, de dar una señal. Este ha sido un ministro de Hacienda muy distinto a los cuatro anteriores. Parte con una reforma tributaria muy profunda, con un estilo agresivo, un poco soberbio y parte con un desdén respecto del rol del sector privado», agrega.
«Y lo segundo, para recuperar confianza, es que haya una redefinición del cronograma de reformas que ha planteado el gobierno. Hay reformas que se han planteado en el programa, que están muy cerca de convertirse en proyecto de ley, que podrían postergarse para la segunda mitad de la administración Bachelet, como son la reforma laboral y la Constitucional, por ejemplo», enfatiza.
Por último, señala que «si la economía sigue deteriorándose, la Presidenta Bachelet debiera considerar sacar al ministro Arenas. No va a tener más alternativa».
