«Las futuras generaciones nos medirán no sólo por el crecimiento económico que alcancemos y sus consiguientes proyecciones sociales, sino que también por nuestra capacidad de enfrentar este desafío», subrayó la jefa de Estado durante su intervención en la «Cumbre del Clima 2014».
En el marco de la «Cumbre del Clima 2014» organizada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, la Presidenta Michelle Bachelet ratificó el compromiso de Chile con la aplicación de medidas para disminuir el calentamiento global.
«La equidad y la justicia deben ser ejes centrales en nuestra acción climática. En base a este sentido de responsabilidad, quisiera reafirmar el compromiso voluntario de Chile de reducir en un 20% sus emisiones proyectadas al 2020, sujeto a apoyo internacional», aseguró la Mandataria.
Durante su intervención, la máxima autoridad del país detalló los ocho ejes que impulsa su administración de cara a este desafío.
«Lanzamos una Agenda de Energía para avanzar hacia una matriz limpia, segura, sostenible y, a la vez, validada por la ciudadanía. Ella incluye la adopción de la eficiencia energética como política de Estado, así como el compromiso que un 45% de la capacidad de generación eléctrica instalada de aquí al 2025, provenga de fuentes energéticas Renovables No Convencionales», señaló.
Sobre este mismo punto, la Jefa de Estado agregó que este año se inyectarán 1.000 megavatios de generación limpia a la matriz nacional. Además, destacó la aplicación de impuestos a las a emisiones de CO2 de aquellas fuentes fijas que superen los 50 megavatios de generación térmica.
«Así como Chile, una serie de otros países latinoamericanos se han comprometido con reducciones voluntarias de emisiones, y espero que estos compromisos sean sujetos a mecanismos de revisión y transparencia, lo que ayudaría a fortalecer los niveles de cumplimiento y serviría de ejemplo para aquellos países que están más rezagados», afirmó la Presidenta.
Al finalizar, la mandataria aseguró que estas medidas son imperiosas de cara a las próximas décadas.
«Las futuras generaciones nos medirán no sólo por el crecimiento económico que alcancemos y sus consiguientes proyecciones sociales, sino que también por nuestra capacidad de enfrentar este desafío», subrayó.
