«Si el proyecto de ley recoge los consensos, pienso que se solucionará el 99,9% de los problemas de los afiliados», sostuvo Hernán Doren.
El presidente de la Asociación de Isapres, Hernán Doren, se mostró conforme con la propuesta final de la comisión de expertos llamada a proponer una reforma al sistema privado de salud. A juicio del dirigente gremial, existen «más consensos que disensos».
En entrevista con La Tercera, el máximo representante de las isapres aseguró que «al principio, cuando se propuso un seguro único nacional, donde desaparecían las isapres, se veía muy difícil llegar a algo razonable (…) felizmente, en el último tiempo se logró acercar las posiciones».
De todos modos, dijo que «va a quedar en el ideario y en la preocupación de mucha gente qué va a pasar en el futuro con las isapres, por eso esperamos que la reforma sea racional y no busque utopías».
En esa línea, afirmó que el concenso que se dio en el último tiempo «coincidió con una apertura de la comisión a aceptar la propuesta de los dos representantes del sector que se mantuvieron allí. Había aspectos centrales en discusión que si no se aceptaban, significaban el retiro de ambos y un escenario distinto».
Por ejemplo, acotó, «se discutía poner fin al lucro y aprobar la libre afiliación de los afiliados, que causaría una migración masiva de Fonasa a las isapres. Cualquiera de esas dos condiciones colapsaría el sistema. Eran temas de subsistencia».
«Si el proyecto de ley recoge los consensos, pienso que se solucionará el 99,9% de los problemas de los afiliados. Este modelo pone fin a las preexistencias, a la cautividad, crea tarifa plana, introduce un mecanismo para calcular los reajustes y esas son las cosas que la gente más reclama», declaró Doren.
Respecto a los tiempos que se necesitan para implementar la reforma, el timonel de la Asociación de Isapres señaló que «si se elabora en base a los consensos, creo que podríamos tener ley en un año y medio. Para que pueda aplicarse, tendría que haber un período para crear los fondos y hacer convenios con clínicas. Siendo optimista, veo a tres años plazo el sistema funcionando».
Para el ex presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el mayor desafío es «implementar» la reforma: «Es tremendo, porque se mantienen las condiciones actuales para los afiliados existentes y se crean nuevas para los que ingresan. Encontrar el costo de este sistema, con personas de distinta lógica, no es fácil».
Ante la pregunta: ¿A quiénes beneficia el modelo?, el dirigente concluyó: «La lógica de la tarifa plana es que los mas jóvenes pagan más y los más viejos pagan menos. Así, los que se ven afectados son los que están en las posiciones extremas».
