Valoró testimonios de apoderados cuyos hijos están expuestos hoy «a represalias»
«Todo lo que vino después (de la denuncia) fue un trabajo por parte del Ministerio Público donde ni el sacerdote ni el colegio prestaron ningún tipo de colaboración a esta investigación», aseguró tajante José Ignacio Escobar.
José Ignacio Escobar, abogado querellante en el caso de John O’Reilly, se refirió a la investigación y al proceso de recopilación de testimonios y pruebas que finalmente permitieron al tribunal entregar su fallo este miércoles, en el que se consignó que el sacerdote y director espiritual del Colegio Cumbres es culpable del delito de abuso sexual en perjuicio de la menor de iniciales J.P.H.M.
En ese aspecto, Escobar apuntó a que, pese a lo comunicado en la prensa, el establecimiento educacional no colaboró del todo con la investigación. «Todo lo que vino después (de la denuncia) fue un trabajo por parte del Ministerio Público donde ni el sacerdote ni el colegio prestaron ningún tipo de colaboración a esta investigación», aseguró en entrevista con CNN Chile.
«Una cosa es tener una defensa activa, es decir, un abogado que pide diligencias para probar la inocencia, y otra cosa es colaborar con el esclarecimiento de los hechos», afirmó. En ese sentido, Escóbar explicó que, por ejemplo, tras cerrada la investigación y en una oportunidad en que la Fiscalía solicitó autorización para entrar al recinto, el colegio le habría negado el acceso al persecutor porque «supuestamente ya no era el momento, no era oportuno».
Añadió que, cuando los padres de las menores involucradas en el caso quisieron llevarse a sus cinco hijos del establecimiento, «tuvimos que retirar los libros de clase con un oficio de la Fiscalía para que se los entregaran».
En tanto, la Congregación de los Legionarios de Cristo, a la que pertenece John O’Reilly, también habría hecho lo propio, según dio a conocer el abogado querellante. «La investigación que llevó adelante la Congregación de los Legionarios de Cristo respecto de este mismo caso, cuando fue remitida originalmente al Vaticano, el Vaticano la devuelve y la devuelve para que lo hagan bien, la completen», aseguró.
En esa línea, cuestionó también que no se hayan presentado a dar su testimonio en calidad de testigos dos sacerdotes ofrecidos por la defensa. «Habría sido interesante conocer su opinión, básicamente la del superior de la legión a la época en que fueron denunciados estos hechos», señaló.
Escobar valoró además el testimonio de tres apoderados y una ex profesora que sirvió para consignar que O’Reilly sí sacaba solas a las menores de clases, lo que era tajantemente negado por la defensa. «A mi juicio fueron personas muy valientes, porque estas personas se exponen, se expusieron y se siguen exponiendo a represalias en contra de hijos que están todavía en el colegio», explicó el abogado.
«Ellas entendieron que la defensa estaba faltando a la verdad, en sus propias palabras. Eso las motivó a dar un paso al frente. No obstante los riesgos que corrían de posibles represalias, construcciones de listas negras que ellas mismas mencionaron, se decidieron a ir a dar su testimonio. Y si usted me pregunta cuál fue la importancia, yo creo que fue decisiva», concluyó Escobar.
