Fue compañero de ministros Elizalde y Osorio en la Comisión Profeses durante los años 80
Laurence Maxwell Ilabaca ha sido conocido por la realización y participación en documentales tales como “Actores Secundarios” y “El Montaje del caso Bombas”, además de ser autor de varios libros, entre ellos “Los hijos de Pinochet”.
Como Laurence Maxwell Ilabaca fue identificado el estudiante chileno de Doctorado en letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, que fue detenido el pasado jueves durante las movilizaciones convocadas por los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y acusado de terrorismo entre otros delitos.
Los padres de los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa han convocado movilizaciones en todo el país, siendo la principal manifestación la registrada el pasado jueves en las inmediaciones del zócalo de la Ciudad de México, ocasión en que fueron arrestadas 11 personas y entre las que se encontraba Laurence Maxwell.
El estudiante chileno se encuentra recluido e incomunicado en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en la unidad de delitos terroristas de competencia federal, acusado por los delitos de terrorismo, tentativa de homicidio, motín y asociación delictiva.
Los organizadores de las movilizaciones reclaman que las detenciones en el marco de las protestas en torno al caso de los 43 normalistas desaparecidos son arbitrarias y responden a lo que consideran una «política de criminalización de la protesta social».
Laurence Maxwell fue dirigente estudiantil en Chile durante la década de los años 80 y participó activamente en la Comisión Profeses junto a los actuales ministros Álvaro Elizalde y Víctor Osorio.
Además, ha sido conocido por la realización y participación en documentales tales como “Actores Secundarios” y “El Montaje del caso Bombas”, además de ser autor de varios libros, entre ellos “Los hijos de Pinochet”.
Al momento de la detención, Laurence Mawxell se encontraba en su bicicleta en la Colonia Centro cuando fue alcanzado por una turba de manifestantes que escapaban de los efectivos policiales.
En ese momento su bicicleta le impidió abrirse paso entre la multitud y alejarse de los disturbios, siendo detenido y golpeado por los agentes policiales en circunstancias que estiman fueron irregulares.
Todos delitos que se le imputan son de suma gravedad, lo que implica una situación procesal difícil y delicada, por lo que el abogado que hasta el momento lleva la causa, Alejandro Jiménez, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, informó que el estudiante fue presionado para dar declaración sin que se le permitiera acceder a un abogado de su elección, lo que constituye una falta a sus derechos fundamentales.
Los cercanos al estudiante denuncian que la declaración se efectuó en presencia de un abogado de oficio proporcionado por el mismo organismo acusador y en presencia del cónsul. Además, alegan que se negó la visita y la información pertinente al caso y a su estado de salud hasta pasadas las 18:00 hrs del día siguiente a su detención.
También denuncian que el Ministerio Público mexicano está intentando hacer un «montaje judicial» en el que se vincule a todos los detenidos en una misma organización criminal terrorista, lo que puede significar para el estudiante chileno su deportación y en el peor de los casos el cumplimiento de una condena por delitos «falsamente imputados y de los cuales no existe ningún tipo de prueba».
Las movilizaciones convocadas por los padres de los 43 estudiantes desaparecidos se han realizado en casi todo México como también en otros países, quienes también alegan que se están deteniendo a ciudadanos que se encontraban en sus lugares de trabajo, cerca de sus casas o lejos de los sitios en que se realizaban las protestas.
