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Tomás Mosciatti revienta a Andrade, el PC y Luksic por su rol en el «Nueragate» Dice que Dávalos no tenía antecedentes académicos para el cargo

Tomás Mosciatti revienta a Andrade, el PC y Luksic por su rol en el «Nueragate»

«Bachelet estuvo siete días cara a cara con Natalia Compagnon y su hijo en Caburgua, en donde este fue el único tema que hablaron y no fue capaz o no quiso revertir este negocio. Siete días en que dudó entre la institucionalidad, el orden público económico y una serie de cosas y su hijo. Naturalmente esto es entendible desde el punto de vista de las emociones, pero es repudiable desde el interés de todos los chilenos», explica el abogado y locutor radial.


El periodista y director de radio Bío Bío, Tomás Mosciatti, aseguró que la renuncia de Sebastián Dávalos Bachelet, hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, a la Dirección Sociocultural de la Presidencia se debe a las presiones de los hechos y no a las opiniones que se han dado y que en el entorno de la mandataria atienden.

En un editorial en la propia emisora, Mosciatti señala que «con voz entrecortada, con cuerdas vocales irritadas, con un carraspeo, con angustia, Sebastián Dávalos Bachelet renunció a la Dirección Sociocultural del Gobierno. No aguantó simplemente a la presión, pero no es como creen algunos en el Gobierno, como creen en el entorno estrecho y ella misma, Michelle Bachelet, que es la presión del entorno de los medios, la presión fue de los hechos, simplemente de los hechos que marcaron a la opinión pública. Hechos, no tanto opiniones en un Gobierno donde el lucro se mira con lupa y él, su esposa técnicamente, él se transformó en el grupo del 1% más rico de Chile».

Agrega que «en un Gobierno donde se dice que hay que igualar la cancha, Sebastián Dávalos Bachelet se ha transformado en uno de los símbolos de la desigualdad, porque solo él puede ir a un banco a hablar con el hombre más poderoso del país que es Andrónico Luksic, ser recibido y ser además premiado».

Mosciatti sostiene que la Mandataria deberá responder «por qué la Presidencia, por qué no fue Sebastián Dávalos, sino que fue la Presidencia el año pasado que se negó en dos oportunidades a que Dávalos diera a conocer una declaración de patrimonio de sus intereses, que son declaraciones meramente formales porque en realidad verlo casi no se aprende nada, pero ni siquiera ese gesto hubo durante el año pasado y quedarán muchas preguntas sin responder y esta renuncia va a impedir que conozcamos estas preguntas».

«Pero también quedará en la conciencia pública este silencio enorme, un silencio de cementerio, un silencio sacrosanto del Partido Socialista. El Partido Socialista, una vergüenza, porque Sebastián Dávalos es militante del PS. Sabemos que es un partido cuyo principal dirigente Osvaldo Andrade es siempre locuaz, irónico, agresivo y siempre está dispuesto a hablar y ahora no. También veremos el silencio del Partido Comunista que se ha preocupado tanto del lucro, salvo de la Universidad Arcis, y ahora vamos a tener que decir una vez más que el PC se preocupa del lucro, es verdad, pero a veces».

«Se veía venir todo esto, pero claro que se veía venir, sin concurso público, sin antecedentes académicos, sin tener una carrera destacada, sino que por el apoyo político de su mamá, Sebastián Dávalos entró a la Cancillería, a la Direcom, y no hubo concurso público. Partió mal el asunto, meritocracia me dice usted, meritocracia de la familia Bachelet. No, no es verdad. Sin ningún antecedente integró el equipo negociador del tratado de libre comercio con Japón. Con qué antecedentes si no tenía ninguno y, estando en ese cargo, su esposa celebró un contrato de una empresa para asesorar a empresarios asiáticos que invertirían en Chile», explica.

El locutor también arremete contra algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría, como Juan Luis Castro y Alejandro Guiller, quienes están «preocupados de la imagen de la Presidenta y no preocupados de los hechos, sino que de las consecuencias, para desconfiar profundamente, o sea, un hecho es importante cuando afecta la imagen y no el hecho en sí».

Mosciatti también involucra a Luksic, de quien argumenta que es el personaje principal de esta historia porque «dio la plata, es el hombre más rico de Chile, el más poderoso y financia la política… de dónde viene Alberto Arenas, de las empresas de Luksic; de dónde viene Nicolás Eyzaguirre, de las empresas de Luksic; de dónde viene Máximo Pacheco, de dónde viene René Cortazar».

«Cuando el representante de la empresa llamó a la secretaria de Luksic, María Teresa Errázuriz, y Ximena Valenzuela, llamó a las secretarias para pedir audiencia, dijeron don Andrónico no tiene problemas, los va a recibir pero le agradaría muchísimo que estuviera Sebastián Dávalos, fue Luksic el que pidió que estuviera Sebastián Dávalos y él es responsable porque aceptó, entonces le hizo el favor personal y eso es lo que fue».

Finalmente, el comentarista radial  sostiene que Bachelet perdió una gran oportunidad porque «pudo haber dicho a Sebastián revirtamos esto, pudo haberle dicho al comprador revirtamos esto. Los Presidentes lo pueden hacer y más aún cuando hay un hijo involucrado y no lo hizo. Ella estuvo siete días cara a cara con Natalia Compagnon y su hijo en Caburgua, en donde este fue el único tema que hablaron y no fue capaz o no quiso revertir este negocio. Siete días en que Bachelet dudó entre la institucionalidad, el orden público económico y una serie de cosas y su hijo. Naturalmente esto es entendible desde el punto de vista de las emociones, pero es repudiable desde el interés de todos los chilenos».

Mosciatti no es la primera vez que arremete contra Dávalos Bachelet, ya que este presentó una querella en abril de 2013 contra el periodista por injurias luego que el director radial calificara como “poco razonable” y “al menos sospechosos” los vínculos comerciales y asesorías que el hijo de la Mandataria prestaba a empresas de China, debido a su trabajo como asistente de la Unidad Asia de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) de la Cancillería. La acción judicial fue sobreseída por la justicia luego que los abogados del ex director Sociocultural aceptaran las explicaciones del periodista.

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