La senadora y timonel del PS se reunió con el líder laborista británico en la ciudad de Peart, en el marco de un encuentro de los laboristas escoceces.
La Presidenta del Partido Socialista, senadora Isabel Allende Bussi se encontró hace una semana con el actual Líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn en Escocia, en la ciudad de Peart. Allí fue la Conferencia que tenían los laboristas escoceses, gran apoyo de Corbyn en las últimas elecciones, y muchos de ellos, allendistas desde los años 70.
Desde Londres, pasando por Edinburgo y llegando a este balneario, la presidenta del PS se saludó con un abrazo con el líder laborista y, pudieron retomar los lazos políticos y de amistad que los han unido por años. En la ocasión, junto con felicitarse mutuamente por los triunfos alcanzados en sus respectivos partidos, se comprometieron a afianzar las relaciones entre los socialistas chilenos y los laboristas británicos, indica un comunicado de la bancada del PS.
Sus dos liderazgos han roto con las tradicionales mayorías existentes en uno y otro partido: Isabel Allende siendo la primera mujer en ocupar el cargo en 82 años del PS y Jeremy Corbyn, desafiando todos los pronósticos de los sectores más liberales del PL.
De acuerdoa la nota, Corbyn y Allende expresan liderazgos de alta valoración ética, tanto en sus propios partidos, como en sus respectivos países, ofreciendo esperanzas a muchos sectores, y logrando una amplia participación de la militancia, que superaron los más optimistas vaticinios. Esta fue una de las principales razones de sus victorias, donde las maquinarias internas tuvieron pocas oportunidades para vencer a una oleada de militantes que quería un cambio.
Cabe destacar que en el caso de Jeremy Corbyn –quien se inscribió literalmente cinco minutos antes de cerrarse las inscripciones internas- una vez postulado su nombre, se incorporaron al Partido Laborista, 30.000 nuevos militantes, y las elecciones del PS fueron las más concurridas de las últimas elecciones partidarias, superando a todos los otros partidos nacionales, y convocando a más de 33.000 militantes. Ambos superaron el 60% de los votos.
Aunque los dos son personajes muy conocidos, y de larga data partidaria, ninguno -se indica- había tenido la oportunidad de alcanzar la primera posición en su orgánica, comenzando a instalar la impronta de organizaciones abiertas a la comunidad y muy dialogantes. Una vuelta al pueblo socialista, más que a la máquina partidista.
Salvador Allende es una referencia permanente de Corbyn, quien apoyó mucho al exilio que llegó a Reino Unido, después del golpe de Estado de 1973. Además, fue él quien acompañó a los primeros chilenos que llegaron a Londres cuando Pinochet estuvo detenido, los entonces diputados Isabel Allende y Juan Pablo Letelier, la que fuera alcaldesa de Huechuraba e hija del asesinado General Prats, Cecilia Prats y la abogada Pamela Pereira.
Para la senadora Allende, Jeremy Corbyn «representa una esperanza para el socialismo mundial», aunque los mercados y los empresarios no piensen lo mismo en Europa, e incluso porque sectores más liberales harán todo lo posible por desbancarlo, evitando que llegue a ser el candidato a las próximas elecciones parlamentarias del Reino Unido.
El escenario en Escocia fue un momento de gran emoción para Allende y Corbyn: su último encuentro había sido en 1997. 18 años después pudieron reiniciar sus vínculos y prometerse afianzar los lazos como partidos hermanos, y volverse a encontrar en Londres y en Santiago de Chile.
Jeremy Corbyn espera recibirla en Londres próximamente e Isabel Allende le invitó al futuro Congreso del PS. Además –recordando a su padre- la Presidenta del PS le regaló un presente muy valorado por Corbyn: el libro “Allende Vive”, que da cuenta de los mensajes, poemas, dibujos, afiches y canciones, entre otros, que el pueblo le deja al Presidente en su mausoleo del Cementerio General. Pura memoria y vigencia del allendismo en Chile.
Para Corbyn, Salvador Allende representa lo mejor del socialismo humanista y democrático, y saludo especialmente a su hija Isabel Allende, en su discurso central realizado en Peart, ante el Partido Laborista de Escocia, que es presidido por una mujer, Kezia Dugdale.
También recordó “cuando aquellos que lucharon por la democracia en Chile fueron recibidos por sindicalistas escoceses (…) donde las comunidades carboníferas acogieron a las familias chilenas que huían de la tiranía de Pinochet”. O de la solidaridad de los trabajadores de Escocia “Como lo ocurrido en East Kilbride, donde 4000 sindicalistas de la Rolls Royce se negaron a maniobrar los motores de aviones encargados por Pinochet, destinados para asesinar chilenos”.
