Según la organización el documento también busca censurar «a medios de comunicación e investigadores que quisieran dar a conocer estas historias de vida, ya que se trata de un contrato vinculante para terceros y no solo para las partes firmantes. Asimismo, la confección de un contrato en un idioma que no es el de los colonos, no solo atenta contra su libre decisión, ya que se les priva del derecho mínimo a saber a qué se están comprometiendo, sino que también manifiesta la intención de comercializar y manipular los hechos vinculados con la violación sistemática de los derechos humanos ocurridas al interior de Colonia Dignidad».
La Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad aseguró que mediante un contrato notarial, en que los colonos deberían ceder en forma íntegra su memoria a cambio de una «promesa» de la eventual entrega en un año de una parcela, se pretende ocultar los crímenes cometidos en Colonia Dignidad.
«La Inmobiliaria Neidenburg Limitada, representada legalmente por Hans Jorg Schreiber Nill, ha intentado que los habitantes de la Colonia, hoy Villa Baviera, se comprometan a silenciar su pasado, su nombre, la proyección de su imagen y sus experiencias de vida. Mediante este contrato, Hans Schreiber sería el dueño absoluto de la historia de este ex centro de exterminio, tortura, desaparición, experimentación, tráfico de armas, abuso sexual, entre otros», explica la organización.
Según la asociación Hans Schreiber Nill y sus colaboradores inmediatos buscan «obstruir gravemente las investigaciones judiciales, científicas y culturales que se encuentran en curso y que se vinculan con el secuestro, tortura y desaparición de prisioneros políticos , con la fabricación y tráfico de armas, con la constitución de archivos secretos desde Colonia Dignidad, durante la pasada dictadura cívico militar. Así como también con ocultar el régimen de semi esclavitud y de abuso de menores sufrido por los colonos alemanes y algunos chilenos en los tiempos de Paul Schäfer y sus adláteres».
Además denuncian «que un grupo de herederos de los antiguos jerarcas replica el sistema represivo y manipulador que estableció en este lugar Paul Schäfer, basado en el soborno y la complicidad, en las necesidades extremas y en la anulación de los derechos básicos de las personas a tener una identidad y memoria propia. Denunciamos a los responsables como Hans Schreiber y a los abogados asesores de éste, los que por un vil precio se prestan para dar apariencia de legalidad a la vulneración de estos derechos».
Según la organización el documento también busca censurar «a medios de comunicación e investigadores que quisieran dar a conocer estas historias de vida, ya que se trata de un contrato vinculante para terceros y no solo para las partes firmantes. Asimismo, la confección de un contrato en un idioma que no es el de los colonos, no solo atenta contra su libre decisión, ya que se les priva del derecho mínimo a saber a qué se están comprometiendo, sino que también manifiesta la intención de comercializar y manipular los hechos vinculados con la violación sistemática de los derechos humanos ocurridas al interior de Colonia Dignidad».
«Interpelamos al Gobierno de Chile y de Alemania, cada cual dentro de su competencia, pero colaborando entre sí, a implementar medidas tendientes a encontrar la verdad de lo ocurrido en Colonia Dignidad y terminar definitivamente con la impunidad y el sistema de vida opresivo que se mantiene al interior. Han pasado casi 60 años y todavía se encuentra vigente el dominio de un grupo de jerarcas, ahora de segunda generación como Hans Schreiber Nill, sobre el resto de los colonos conculcando sus derechos fundamentales y ocultando los testimonios y pruebas de los crímenes contra la humanidad cometidos en ese lugar», finaliza el comunicado.
