La consideración permitió conmutar la pena de cárcel efectiva por libertad vigilada.
El Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle estimó que la «infidelidad» funciona como atenuante en favor de Marco Antonio Olmos Barraza, acusado de intentar matar a su pareja con una tijera de podar.
Según los antecedentes judiciales ,los hechos ocurrieron en julio de 2015, cuando Olmos comenzó a golpear a su pareja, especialmente a la altura del cuello, donde le infligió cortes con una tijera, provocándole además heridas en el tórax, una mama derecha, el rostro y una fractura de cráneo. El ataque solo se detuvo por un disparo de Carabineros que ingresó al inmueble.
La sentencia del tribunal estimó que opera como atenuante el hecho de «haber obrado por estímulos tan poderosos que naturalmente le hayan causado arrebato u obcecación, toda vez que (…) en el momento previo a la agresión se había develado la infidelidad de su cónyuge, con quien estaba casado hacía 15 años y mantenía dos hijos en común’”.
Lo aberrante es que el tribunal aceptó la atenuante como condición para conmutar la pena contra Olmos, quien debía cumplir 5 años en prisión, por la misma cantidad de tiempo, pero de libertad vigilada.
La sentencia fue aprobada por dos votos contra 1 por los jueces Cristian Alfonso, Claudio Weishaupt, y el voto en contra de la jueza Victoria Gallardo.
El diputado por la zona Matías Walker (DC) afirmó que “nos parece muy preocupante que en el fallo del tribunal se considere un supuesto acto de infidelidad de la mujer como circunstancia atenuante y con ello se le conceda el beneficio de la libertad vigilada al autor del delito. En pleno siglo XXI, nunca una infidelidad puede considerarse atenuante en caso de femicidio frustrado y tampoco una infidelidad de un nombre puede ser considerada una circunstancia atenuante en caso de homicidio frustrado”.
