El ex ministro de Ricardo Lagos se refirió a los detalles de su libro «El segundo piso», en el que relata su paso por aquél Gobierno. «Se dice que Lagos es soberbio, más que soberbio es picado», agregó Ottone.
El cientista político, académico y ex asesor del ex Presidente Ricardo Lagos, Ernesto Ottone, desmenuzó su nuevo libro: El segundo piso, en el que relata su paso por el gobierno del ex mandatario.
El ex ministro señaló que la gente tiene la «impresión de que los años más duros fueron los del Mopgate, fueron los más duros en lo psicólogico, para alguien como Lagos que ha hecho de la vida Republicana, de su distancia de la riqueza un punto central y para nosotros también. Para nosotros era muy ofensivo todo esto, pero cuando a mi me decían, gente de la oposición: pero este gobierno está muy débil, yo les decía no, estamos por sobre el 50% del apoyo».
«El periodo más duro fue el año que después de pensar que se iba a crecer mucho, se creció poco, por las ilusiones frustrada», agregó. Según el ex ministro «la gente no creía que Lagos tenía problemas de probidad (…) fue una cosa que nos explotó a nosotros, pero que tuvo una implicancia muy reducida».
«Hay mucha discusión sobre el gobierno de Lagos que es a-histórica», agregó en Radio Duna. Un ejemplo de eso señaló Ottone es «la gratuidad no podría haberse realizado en el Gobierno de Lagos», más allá de la o
«Lagos no tiene soberbia intelectual», aseveró el ex ministro y agregó que antes de ser Presidente, «nosotros -los ministros- trabajamos con él una vez a la semana, nos dedicábamos horas a ver las metas finales para el país. Y nos dimos cuenta que el tema de las libertades era muy relevante. Teníamos una democracia con cojera, allí vienen las reformas constitucionales».
Por otra parte, indicó que le parece bien que se discuta una Constitución con un origen democrático, «se trata de tener una Constitución moderna, no tengo en vista las constituciones de Ecuador, Venezuela, Argentina». «Para Lagos lo principal era sacar los enclaves autoritarios, si no teníamos más fuerza, no había mayoría en ninguna de las dos cámaras, terminar con una democracia presentable», sentenció.
Finalmente Ottone aseveró: «Se dice que Lagos es soberbio, más que soberbio es picado».
