Sociólogo asegura que la figura presidencial está desgastada y reconoce una «evidente embestida de Sebastián Piñera, quien a todas luces tiene viento a favor».
El sociólogo Eugenio Tironi se refirió a la irrupción de las figuras presidenciables del oficialismo asegurando que ante una «figura presidencial desgastada, los adherentes de la Nueva Mayoría necesitan una fuerza que los saque de la frustración y del letargo”.
En entrevista con La Tercera, el asesor y lobbista sostuvo que «los partidos de la Nueva Mayoría deben temer -y está bueno que lo hagan- que este vacío provoque una desafección tan profunda de su electorado, que éste termine por darle la espalda masivamente y por un tiempo prolongado. Un poco como les pasó a los Demócratas en EE.UU. después de Carter».
Para el ex militante del Mapu tres motivos explican por qué se adelantó la carrera presidencial: «Uno, la salida de Burgos, que consagra la entrada a un gobierno que está más orientado a minimizar el daño que a crear cosas nuevas; dos, la batahola que ha provocado la reforma de la educación superior, que ha tirado a pique la ilusión de hacer de ésta la reforma estrella del “nuevo ciclo”; y tres, la evidente embestida de Sebastián Piñera, quien a todas luces tiene viento a favor».
«Tiene todas las cosas a su favor: la impopularidad del gobierno, la demanda por crecimiento, el dinero para financiar una campaña con medios propios, fundaciones de apoyo, equipos técnicos conexionados y pocas resistencias de sus partidos. La única manera de contrarrestar esta ventaja es a través de una campaña electoral que cuanto antes ponga en el escrutinio público los atributos y el récord personal de los candidatos y de sus colaboradores. En ese plano a Piñera y a la derecha las cosas se le ponen un poco más difíciles», agregó.
Asimismo, Tironi advirtió que «el ímpetu reformista del gobierno se agotó. No hay energía, no hay apoyo, no hay acuerdo interno y no hay plata».
«Es obvio que (Bachelet) no puede controlar el debate, porque no tiene control del estado de ánimo de los ciudadanos ni de los movimientos internos en su coalición. Y estos han comenzado a poner los ojos en el futuro, en parte porque el presente está resultando demasiado ingrato, y el pasado no termina de darnos sorpresas», insistió el sociólogo.
Ante la posibilidad de que Ricardo Lagos compita en una primaria, el ensayista contesó: «A Lagos hasta le convendría participar en una primaria para sacudirse de la imagen elitista y distante que le endilgan sus críticos. Sería la oportunidad para mostrar su vigencia».
