Según los trabajadores del cobre se ha podido constatar que «una vez más que los dueños de este país no somos los chilenos, no es el pueblo, no son los trabajadores, sino que los grandes empresarios asociados en poderosos grupos económicos que controlan todo. Y comprobar que muchos de aquellos que elegimos para cambiar las cosas han estado siendo alimentados, durante décadas, por los intocables dueños de Chile».
Por medio de una declaración pública, el directorio de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), se refirió a la discusión por el sistema de pensiones que existe en Chile.
La CTC establece que aquellos que dirigen el sistema «se muestra tan seguro es porque conoce el terreno que pisa. Sabe que Chile sigue siendo el país que refundó la dictadura, el fundo de los poderosos, y en ese terreno se siente a sus anchas».
«El personaje puede aparecer muy ridículo, pero como no tiene un pelo de tonto, sabe que por mucho que los chilenos repudien su obra, las AFP van a seguir operando porque no hay gobierno aún que se atreva a pisarle los callos a los grandes poderes económicos privados. Sabe, además, que en Chile se puede estafar a millones de personas y pasar colados, y por lo tanto, nunca pisará una cárcel por haberle jodido la vida a tanto chileno».
Según los trabajadores del cobre se ha podido constatar que «una vez más que los dueños de este país no somos los chilenos, no es el pueblo, no son los trabajadores, sino que los grandes empresarios asociados en poderosos grupos económicos que controlan todo. Y comprobar que muchos de aquellos que elegimos para cambiar las cosas han estado siendo alimentados, durante décadas, por los intocables dueños de Chile».
Para el directorio de la CTC lo que la gente pide al manifestarse no es que se modifique «el sistema para que funcione mejor. No pide que se cree otra AFP para que exista más competencia. No pide que se suba la edad de jubilación para aumentar los fondos. Lo que pide, lo que exige, es que el sistema de AFP se elimine».
«Dicen que no hay peor sordo que el que no quiere oír, y los gobernantes parecen sufrir de una sordera crónica. Habrá que seguir manifestando la exigencia en las calles de todo Chile, hasta que nuestros gobernantes entiendan que no pueden seguir gobernando de espaldas al pueblo», sentencia el comunicado.
