Nuevos antecedentes agudizan las críticas a la legislación
Correo enviado por Luis Felipe Moncada reveló que la industria se reunió con Pablo Longueira dos meses antes de que se enviara el proyecto de Ley de Pesca al Parlamento, y que el entonces ministro de Economía fue quien les propuso incorporar las licitaciones de un 15%.
Un nuevo escándalo profundiza el flanco de críticas hacia la denominada «Ley Longueira», que ha estado en medio del huracán desde que se destapó el caso Corpesca, en cuya carpeta investigativa se han evidenciado distintas irregularidades en el proceso legislativo de la ley que regula el uso del mar en cuanto a extracción de recursos.
En medio de las críticas, la Cámara de Diputados declaró admisible el proyecto de ley presentado por los diputados PC Hugo Gutiérrez y Daniel Núñez, que buscaban anular la ley, a partir de las irregularidades descubiertas durante su tramitación. Asimismo, se dio a conocer a la luz pública la acusación de cohecho del desaforado senador Jaime Orpis, que renunció a la UDI por este caso, y que reconoció haber recibido pagos de Corpesca; pagos que también habrían llegado a otros actores políticos, como el ex ministro de Economía Pablo Longueira.
En este contexto, ahora se suman nuevos mails que aportan antecedentes que involucran directamente a Longueira. Esta vez es el ex senador quien pide a los gremios empresariales respaldar públicamente la idea de las licitaciones y llegar al Parlamento con un proyecto acordado entre los actores, dos meses antes de ser enviado al Parlamento.
En el mail, el gerente de Asipes, Luis Felipe Moncada, relató que era Longueira quien insistía en incorporar licitaciones a parte de la cuota entregada a una empresa que no estuviera siendo explotada en su máximo permitido. Luego, como ministro de Economía, les confirmó que para el Presidente Sebastián Piñera ese porcentaje debía ser del 20%, pero que él tenía «libertad de proponer hasta un 15%», consigna La Segunda.
Las empresas se oponían a la propuesta de Longueira, y los representantes gremiales consideraron que la idea era «ingeniosa y el daño limitado», pero aún así no querían aparecer públicamente en el acuerdo. Luego de acordar lo pactado, las empresas le hicieron ver a Longueira su intención de que «se dirá por los detractores que una vez más el Estado y los particulares se han puesto de acuerdo en un tema para defender intereses».
Solicitaron además que «las licitaciones deben aparecer como una imposición a la industria».
Según el correo, «se le pidió a la autoridad que analice las consecuencias comunicacionales de que los gremios industriales aparezcan apoyando las licitaciones que el Gobierno quiere proponer, lo que puede llevar a que el proyecto no se apruebe».
