Opinión
Hoy, rezar por un político es importante, pero tenemos el deber de decirles lo que pensamos, de corregirlos cuando sea necesario, desde la recta intención. Tenemos el deber de conversar con ellos nuestras ideas y visiones, declarar posturas y aportar perspectivas. Tenemos el deber de ser políticos, de proponer. Si crees que aporta, reza por un político, pero haz política también.
Yo rezo. Personas me piden que rece por ellas y sus seres queridos, y creo que les ayuda. Afortunadamente otros rezan por mí, lo sé y se los agradezco; supongo que a veces me ha salvado la vocación.
Pero para ser cristiano no basta con rezar. El cristianismo nunca es dicotómico, siempre busca integrar. La sola oración es insuficiente y el mismo Papa lo ha hecho ver en sus invitaciones. Ahora él, y algunas organizaciones católicas, nos invitan a rezar por un político.
El mismo Jesús rezaba, pero no se refugió en el silencio de sus oraciones. Jesús fue tremendamente activo, público en sus discursos, de crítica abierta y clara al orden social de su tiempo. Por eso lo mataron.
[cita tipo=»destaque»]Pero para ser cristiano no basta con rezar. El cristianismo nunca es dicotómico, siempre busca integrar. La sola oración es insuficiente y el mismo Papa lo ha hecho ver en sus invitaciones. Ahora él, y algunas organizaciones católicas, nos invitan a rezar por un político.[/cita]
Rezar por un político está bien y hará bien, pero ser cristiano es ir más allá. Para un cristiano, rezar no basta, sería muy cómodo. Hay que soñar la sociedad, conversar la sociedad, criticarla y trabajar por ella. Ser ciudadano y cristiano es ser político, pensar la convivencia en comunidad para que logremos una sociedad genuinamente humana, en la que todo ser humano tenga un lugar digno. El cristiano, si no es social, no es cristiano, decía Alberto Hurtado. No todos serán representantes o dirigentes, puesto que eso es una vocación. No todos militarán en una asociación o partido, pero todo cristiano ha de ser político para ser genuinamente cristiano.
Hoy, rezar por un político es importante, pero tenemos el deber de decirles lo que pensamos, de corregirlos cuando sea necesario, desde la recta intención. Tenemos el deber de conversar con ellos nuestras ideas y visiones, declarar posturas y aportar perspectivas. Tenemos el deber de ser políticos, de proponer. Si crees que aporta, reza por un político, pero haz política también.
