En una carta abierta a la que tuvo acceso El Mostrador, Loreto Iturriaga Baeza, afirma que su padre no pidió la libertad condicional si no que se postuló y la Corte de Apelaciones falló a favor de el. La hija del ex DINA, afirma que existe odiosidad de los tres poderes del Estado y que la decisión de la comisión de libertades condicionales, que rechazó en una primera instancia el beneficio es politizada.
Revuelo causó la semana pasada que la tercera sala de la Corte de Apelaciones Santiago resolviera otorgar la libertad condicional al ex miembro de la DINA procesado entre otros casos por la muerte del general Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert en 1974, Raúl Iturriaga Neumann. El militar en retiro cumple condena en el Penal Punta Peuco y está a la espera de lo que determine la Corte Suprema tras la decisión del tribunal de alzada capitalino de darle dicho beneficio por la conducta en el recinto de Til Til pese al rechazo que tuvo desde la comisión de libertades, que le negó el benéfico.
Libertad condicional que generó rechazo del Gobierno, parlamentarios y familiares de detenidos desaparecidos que calificaron de «impresentable» que se den beneficios a condenados por delitos de lesa humanidad.
Desde el círculo cercano de Iturriaga Neumann salieron a defender al ex encargado de la unidad Departamento de Asuntos Exteriores de la DINA y manifestaron que la comisión de libertades condicionales esta politizada y que su constante negación de beneficios a militares condenados es arbitrario e ilegal. En una carta a la que tuvo acceso El Mostrador, su hija, Loreto Iturriaga Baeza, plantea que su padre cumple con todas las condiciones para optar a la libertad condicional y que existe odiosidad de los tres poderes del estado contra ex uniformados.
«Que se haga justicia. Mi padre solicitó su libertad condicional, fue postulado para obtener ese derecho legal por Gendarmería de Chile debido a que cumple con los requisitos que estipula la ley. Gendarmería en el caso de mi padre y de otros ex uniformados privados de libertad tiene la responsabilidad y obligación de hacerlo, no es discrecional» afirma en el inicio de la misiva.
Dicha postulación fue rechazada en primera instancia por la comisión de libertades condicionales a la que Loreto Iturriaga Baeza tilda de politizada. «Esta fue una resolución abiertamente ilegal y discriminatoria debido a que mi padre fue postulado para la obtención del derecho por haber estado calificado con la máxima nota de conducta que otorga el penal. Para la obtención de la libertad condicional definitiva, a mi padre y a sus abogados les queda un camino no exento de dificultades, debido en parte a la odiosidad contra los ex uniformados en importantes sectores de los tres poderes del estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial que se unen a vociferantes grupos de personas a las que los anima una sed de venganza»
En la carta además, la hija de Iturriaga Neumann afirma que respecto a la libertad condicional de su padre a quien aún le quedan causas pendientes «se ven discrepancias incluso al interior del poder judicial. Algunos ministros que deben otorgar la libertad bajo fianza por procesos pendientes que tiene mi padre opinan en contra de lo resuelto por la corte de apelaciones diciendo que es un peligro para la sociedad. Como si mi padre, que hoy tiene 78 años y después de 43 años de los hechos ocurridos durante el Gobierno Militar, fuese a salir a delinquir y atentar contra la sociedad, nada más lejano a la realidad».
Loreto Iturriaga finaliza respondiendo a las críticas hacia el eventual beneficio para quien ha sido condenado por violaciones a loa derechos humanos, destacando su comportamiento profesional, privado, familiar e incluso al interior del Penal Punta Peuco donde según su hija recibió 13 diplomas por ser el profesor de inglés durante 5 años consecutivos al interior de la cárcel y por sus dos libros escrito en el recinto de Til Til.
