Dice que deber decidir «ser el líder del mundo que se va o del mundo que viene»
El senador destaca que la candidatura de Lagos «inspira a mucha gente una cierta certeza y garantía de gobernabilidad». Sin embargo, y haciendo referencia a la coyuntura norteamericana, advierte que el ex Presidente «debe decidir si quiere ser Hillary o Sanders», agregando que su principal desafío es recuperar la confianza de su mundo cultural.
«Está muriendo la vieja civilización y está intentando emerger la nueva cultura», comenta Guido Girardi, quien analiza la actualidad política del país a partir de ciertas lecciones que dejó el triunfo de Donald Trump. «Eso constituyó una crítica a una elite, o al establishment (…) Se quedaron anclados en la vieja civilización, marcada por el pensamiento cartesiano, vertical y jerarquizado».
Consultado acerca de cuál candidato (de la Nueva Mayoría) está más capacitado para liderar este «nuevo cambio cultural», el senador del PPD dice que, sin duda, «Guillier representa el castigo a una cierta sociedad progresista que siente que su elite no fue capaz de dar respuestas adecuadas a sus expectativas. Guillier ha ganado una legitimidad muy importante en el mundo ciudadano, pero él tiene también que demostrar que tiene capacidad de gobernar con la complejidad del siglo XXI».
Por otro lado, y en un tono constructivo y no exento de cierto compañerismo, destaca que la candidatura de Lagos «inspira a mucha gente una cierta certeza y garantía de gobernabilidad, pero su desafío es recuperar la confianza de su mundo y su espacio cultural progresista», dijo en entrevista con El Mercurio.
Agrega que, a pesar de que las encuestas no han mostrado un repunte en su campaña, es valorable que «en el último tiempo haya abandonado su sitial de confort en la representación de algo que, creo, nadie pone en duda: que es una persona inteligente, con liderazgo, con capacidad de decisión y que tiene, por así decirlo, el respaldo de sectores muy transversales de la élite chilena. Que lo apoye Jorge Awad o Jaime Ravinet, me parece bien; pero lo importante para Ricardo Lagos es recuperar la confianza de su mundo cultural».
Giradi quiere que Lagos represente un proyecto progresista que, según él, es parte del proyecto del PPD. Para eso, advierte que el ex Presidente debe decidir si quiere ser Hillary o Sanders. «Lagos debe ser Sanders», asegura.
Con respecto al rechazo del Partido Comunista a la propuesta del gobierno por reajuste, explicó que «yo puedo ser un crítico de lo que sucede en el Gobierno, pero es mi responsabilidad no abandonar el barco. Siento que el PC ha tenido en la historia de Chile una gran seriedad y responsabilidad política, y apelo a esa historia».
Acerca de la crisis de gobernabilidad en la coalición, puntualiza que «lo único que digo es que estamos todos en el mismo barco y que si al barco le entra agua, seguro nos va a afectar a todos. Por lo tanto, todos los esfuerzos que cualquiera de los partidos haga, ya sea la DC para autocongelarse, marcar una diferencia, o eventualmente el PC, o el PS, o el PPD, son esfuerzos estériles, porque para el país hay una sola coalición y nos va a pasar la cuenta a todos».
Por último, hizo hincapié en que «la CUT tiene tanto anacronismo en relación a los trabajadores como los partidos en relación a la ciudadanía. Y tengo mucho respeto por Bárbara Figueroa, pero me parece que cometió una equivocación muy de fondo, en cómo abordar los problemas del país», haciendo referencia a los insultos que le propinó, durante el debate del reajuste, al ministro de Hacienda.
