La acción judicial fue interpuesta en abril de este año luego de que el desaforado parlamentario tildara al empresario de «hijo de puta» y como «el máximo delincuente de este país».
Esta mañana llegó al Centro de Justicia el diputado desaforado Gaspar Rivas (ex RN) a raíz de la querella presentada por el empresario Andrónico Luksic.
«Yo no voy a pedir disculpas, no voy a retractarme ni voy a retirar mis dichos. No me arrepiento de la oportunidad ni de la forma», aseguró hoy Rivas.
También señaló que «espero que la justicia chilena tenga la capacidad de entender que aquí no solamente está en juego un tema estrictamente judicial, sino que también está la fe pública» y agregó que «la opinión pública tiene una jurisdicción todavía mayor (…) me presento a este juicio con el juicio moralmente ganado».
Por su parte, la defensa de Luksic afirmó que Rivas «traspasó todos los límites de una sociedad civilizada y traspasó todos los límites de la sociedad política. Queda en evidencia que lo único que busca es la intención clara de querer dañar el honor de nuestro cliente».
Los abogados del diputado desaforado explicaron que sus declaraciones «fueron producto de un ánimo exacerbado». Añadieron que “injuriar e insultar son palabras con significados distintos”.
El diputado es acusado de injurias graves con publicidad. Esto luego de llamar «hijo de puta» a Luksic durante una sesión en la Cámara Baja, en medio de la discusión de la Agenda Corta Antidelincuencia.
Rivas además dijo que el empresario era «el máximo delincuente que tenemos en los últimos días».
Por su parte, en ese momento Luksic decidió viralizar su respuesta a través de un video en YouTube, donde se presentaba como «un ciudadano como cualquier otro, pero poderoso».
La acción judicial fue interpuesta en abril de este año, sin embargo, en octubre ambas partes asistieron a una audiencia de conciliación en el Octavo Juzgado de Garantía, pero no se llegó a acuerdo: se reconocieron los dichos, pero no el delito.
