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Muerto el laguismo: Bachelet levanta banderas de cambio y reperfila al oficialismo de cara a la campaña Llamado de unidad se entendió como un emplazamiento directo a la DC

Muerto el laguismo: Bachelet levanta banderas de cambio y reperfila al oficialismo de cara a la campaña

Macarena Segovia
Por : Macarena Segovia Periodista El Mostrador
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La última cuenta de la Presidenta no fue sólo un “repaso por sus máximos logros”, como se esperaba al interior de los pasillos del Congreso. Aunque tuvo mucho de eso, también incluyó una batería de anuncios que, aunque algunos ven con “dificultad para aprobar”, reconocen que es un esfuerzo por lograr salvar el proyecto original de la Nueva Mayoría y dar un buen cierre a un gobierno que abriría un “ciclo de cambios”.


Para muchos de los parlamentarios de la Nueva Mayoría, la última cuenta pública de la Presidenta Michelle Bachelet marcaba un hito. Para un sector, podría ser el último suspiro, la última posibilidad de que el Gobierno pudiera tomar las riendas de la agenda pública y lograr terminar estos “largos y extenuantes” cuatro años de conglomerado, “al menos de forma digna o casi airosa”. Para otro sector, la cuenta pasaría a la historia como “un reflejo de lo que fue este gobierno (…) un sinfín de promesas difícilmente realizables”.

En medio de un clima de constantes críticas y fuego amigo entre el sector DC y el resto de los partidos que apoyan la candidatura de Alejandro Guillier y un Ejecutivo, “que parecía más que nada haber tirado la toalla frente a sus dos hijos que no dejan de pelear” -aseguran desde la oposición- las expectativas entre las paredes del Congreso eran “bajas, o mínimas” respecto al último discurso que daría Michelle Bachelet.

El objetivo, o “lo que la mayoría pensaba”, era que la Mandataria se remitiría a una especie de balance, de sus casi cuatro años de Gobierno. Desde la Cámara Baja aseguran que  haría perdurar la visión de “indiferencia o poca maniobra al interior de la Nueva Mayoría. Además, señalan que se escudaría en lo que destacan como “uno de sus principales logros de Gobierno”: la gratuidad, quedando en riesgo la aprobación de uno de proyectos “más sentido” para Bachelet, el de aborto en tres causales.

Por otra parte, en la calle, los movimientos sociales tampoco parecían tener muchas expectativas con los anuncios que podría incluir la mandataria. A pesar de que en esta ocasión la cuenta se realizó un día laboral normal, algunas organizaciones como el Colegio de Profesores y la Confech hicieron un llamado a movilizarse este jueves. De esta forma, desde las 7:00 hrs. de la madrugada, distintas protestas, cortes de calle y marchas se concentraron en Santiago y Valparaíso, protestas que acompañaron una jornada que fue más que sorpresiva.

En un discurso de casi dos horas de duración, la Presidenta Michelle Bachelet fue interrumpida por las ovaciones en al menos tres veces. Se emocionó en medio y al final de su discurso y hasta bromeó con la falla de su telepronter y con los flashes que se dispararon en el momento exacto en el que se detuvo a tomar agua.

Recalcó las medidas en educación, el fin del copago en la educación escolar, la reforma a las condiciones laborales de los profesores y la implementación de la gratuidad universitaria. Anunció la extensión de la gratuidad hasta un 60% de los estudiantes más vulnerables, una ampliación que aún se mantenía en una incógnita, ya que muchos apostaron a que en este gobierno sólo se debía llegar hasta un 50%. Pero no terminó allí, aseguró que “nuestro anhelo sigue siendo avanzar hacia la gratuidad universal. Porque la gratuidad para todos es la expresión más clara de una educación entendida como derecho social y no como bien de consumo. Porque en ella se materializa la verdadera libertad de elegir”.

Además, anunció el ingreso del proyecto de ley específico que fortalece a las universidades estatales, “dotándolas de un nuevo marco regulatorio”. Junto con esto, confirmó la eliminación del CAE y agregó que enviarán un proyecto de ley que considere la “creación de una entidad pública, y la promoción de estándares de calidad en todas las instituciones que accedan al beneficio”, que reemplace el actual sistema creado bajo el gobierno de Ricardo Lagos, que tenía como objetivo aumentar la matrícula de la Educación Superior y que contabiliza cerca de un millón de endeudados, con al menos 15 millones de pesos en promedio.

La ministra de Educación, Adriana Delpiano, respaldó el anuncio de la mandataria y aseguró que “todos los legisladores mayores estudiaron gratis, yo misma estudié gratis, por lo tanto, la gratuidad es un tema de tener los recursos”. Delpiano señaló que “con éstos dos anuncios se cumple el ciclo completo de todas las reformas que se nos encargaron”.  Por su parte, la diputada Camila Vallejo agradeció el compromiso de la eliminación del CAE y recalcó que en este gobierno se ha desplegado “una estrategia de desarrollo nacional de la educación superior”, y aseveró que “no hay autocomplacencia, sabemos que queda pendiente por avanzar y sabemos que es mucho lo que queda en juego”.

Desde la Confech, sin embargo, no miraron con buenos ojos la propuesta de la Mandataria, aseguraron que la gratuidad para el 60% de los estudiantes más vulnerables dejaría “fuera a más de un millón de estudiantes”, indicó Daniel Andrade. Por otra parte criticó la negativa a la condonación del CAE, señalando que “el Estado ya ha comprado más de un 50% de las deudas y con una recarga de 25% de su valor original”, por lo que el argumento de la falta de financiamiento no tendría asidero.

Respaldando la línea discursiva que comenzó a instalar ayer por medio de una entrevista a una agencia internacional, en la que señaló que a través de las reformas ha terminado con algunos “vestigios de sistema neoliberal”, recalcó la reforma tributaria, apuntó al fortalecimiento de nuevos sistemas de generación de energía y anunció propuestas respecto a la explotación del litio.

También acuñó que “llegó el tiempo de separar definitivamente la política de los negocios” y recalcó el hecho de que “la opinión de los ciudadanos debe medirse en votos y no en plata. Sancionamos el cohecho y el soborno, la corrupción, la colusión y las prácticas contra la libre competencia. Los infractores pueden perder el cargo y hasta cumplir penas de presidio”, anunció.

Orden en la sala

Junto con sus anuncios programáticos, que causaron sorpresa entre los asistentes, también hizo un llamado al orden al interior de su coalición. “Quiero pedirles especialmente a los demócratas progresistas de Chile, a quienes me acompañan en el Gobierno, unidad en la acción y lealtad a los principios que nos convocan.

Ante este emplazamiento, sin embargo, la presidenciable Carolina Goic, aseguró que ve este mensaje como un llamado a “ser capaces de proyectar cambios que hemos hecho en este gobierno. La presidenta ha resituado la visión política del país en una mirada más larga”, aseguró. Pero agregó que hay palabras de miembros de la Nueva Mayoría, como las del senador Ricardo Lagos Weber, quien declaró que “legar con dos candidaturas presidenciales yo creo que es un fracaso», que están “nada más lejos de entender la palabra unidad esas palabras”.

Pero la senadora no se quedó allí, y un tanto ofuscada por el emplazamiento por la postura contraria de alguno de sus compañeros partidarios ante proyectos como el de aborto en tres causales, respondió: “¿Usted sabe cómo votamos en despenalización? Tal cual como asumimos en la despenalización, lo haremos en el de matrimonio igualitario (…) de esta forma hemos respondido al compromiso inicial con la Presidenta”.

La diputada del ala “chascona” de la DC, Yasna Provoste recalcó el “llamado a la unidad y al fortalecimiento del mundo progresista”, de la Mandataria,  “algo que yo valoro enormemente”, indicó. Según la parlamentaria “era importante que se pronunciara respecto a la situación que se está viviendo” y reconoce que “se ve un cierre con mucho más fuerza, un discurso que además aborda los aspectos más integrales de nuestra sociedad. Valoro enormemente lo que dice la Presidenta en materia económica, cuando señala que este sistema se ha agotado”, fortaleciendo la tesis de que este discurso era una señal para los círculos “más conservadores” de la Nueva Mayoría, recalcando “el alma más básica de un proyecto refundador, que ha sido constantemente atacado por las fuerzas del pasado, de la Concertación, que prefiere ver morir un proyecto como este”, sentencia un parlamentario oficialista.

Por su parte, el otro presidenciable del oficialismo, Alejandro Guillier, señaló que “si hay unidad nosotros le ganamos a Piñera» y reconoció que el discurso de la mandataria “fue más un llamado a quienes estamos por los cambios, por apoyar este nuevo Chile que se está construyendo desde su Gobierno, porque aquí ha habido un cambio objetivo en la agenda”.

El presidente del Partido Socialista,  Álvaro Elizalde, reconoció la tardanza del mensaje de Bachelet, pero indicó que “nunca es tarde para hacer esfuerzos”. Aseguró que el socialismo siempre ha “sido parte de la unidad”, pero “hay un partido que optó por algo distinto, pero en ese sentido siempre creemos que es necesario avanzar en la unidad”. Recalcó que es importante que “las bancadas de la Nueva Mayoría deben dar su apoyo a los proyectos de ley que están en el parlamento, sobretodo en educación”, y así fortalecer el legado de la Presidenta.

Finalmente, Ernesto Velasco, presidente del Partido Radical, aseguró que comparte el llamado de unidad y que “aún es posible hacer un esfuerzo de tener un candidato a la presidencia común que sea el más competitivo y sin duda es Alejandro Guillier el que permite enfrentar y derrotar a la derecha y asegurar la continuidad de las reformas. Y si eso no es posible esa unidad se debe expresar en segunda vuelta con el liderazgo más competitivo”.

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