Premio Nacional de Historia analiza visita de Jorge Mario Bergoglio a Chile
El académico recordó que España tuvo que reconocer a los integrantes de esta etnia como un pueblo autónomo, asumiendo al mismo tiempo su territorio. «Chile nunca lo ha hecho. Por eso, la lucha del pueblo mapuche tiene un sentido muy profundo, que todo observador internacional tendría que reconocer ese derecho y la justicia de su lucha», sostuvo.
El Premio Nacional de Historia, Gabriel Salazar, analizó esta mañana la anunciada visita del Papa Francisco a Chile entre el 15 y 18 de enero de 2018, específicamente a Santiago, Iquique y Temuco.
Respecto a este último destino, el académico declaró en Radio Futuro que «el problema del Papa, dondequiera que vaya, es que no puede tomar partido en los conflictos que puede encontrar en esas sociedades. Siempre tiene que estar equidistante de estos, algo muy típico de la Iglesia católica. Es una diplomacia que no se juega a fondo… a menos que en Temuco diga algo, porque ahí sí hay un conflicto de fondo».
En ese sentido, Salazar advirtió que «si el Papa no adopta una posición formal favorable al pueblo mapuche va tener una reacción dura de ellos, no son católicos y no tienen una tremenda admiración por la Iglesia católica. Fue muy maltratado por la Iglesia católica durante las épocas coloniales, excepto por algunos curitas».
«Ahí está el punto conflictivo y por eso va depender la posición que fije al respecto. Si su postura en Temuco va a ser como en Osorno respecto al nombramiento de un obispo, entonces va a tener una reacción muy probablemente adversa», en referencia al obispo Juan Barros. Al respecto, el líder de la Iglesia católica señaló que las acusaciones que lo vinculan al caso Karadima fueron hechas «por políticos sin ninguna prueba (…) no se dejen llevar por acusaciones infundadas de los zurdos».
A juicio del académico de la Universidad de Chile, «todo observador externo que tenga una formación intelectual y profunda -como es el caso del Papa- debería asumir la lógica profunda del comportamiento del pueblo mapuche, que está luchando por sus tierras, por su país, su territorio. Los españoles no lograron arrebatarles sus territorios, fueron derrotados por los mapuches en la guerra de Arauco y su límite fue la frontera, y nunca más pasaron al sur. Y España tuvo que reconocer al pueblo mapuche como un pueblo autónomo y le reconocen su territorio. Chile nunca lo ha hecho. Por eso la lucha del pueblo mapuche tiene un sentido muy profundo, que todo observador internacional tendría que reconocer ese derecho y la justicia de su lucha».
En ese sentido, recalcó que «es absurdo que esta lucha sea considerada como una acción terrorista y se le aplica la Ley Antiterrorista».
«El Papa enfrenta aquí una cuestión de fondo, si él es profundamente cristiano y conocedor de los derechos de los pueblos, tendría que decir un par de frases que apunten a que el pueblo mapuche está en su justa razón de estar luchando como lo está haciendo», hizo hincapié Salazar.
Sin embargo, reconoció que si bien «sería lo deseable, es poco probable» que adopte esta postura, «porque la Iglesia Católica es muy diplomática. Es una institución que se protege a sí misma, pese a que sus ideas más profundas son revolucionarias, el mensaje de Jesús es revolucionario, pero la Iglesia es una institución que debe mantenerse en un equilibrio con el Estado y eso la hace tener una tendencia a transar».
