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Peña reprueba la inconsistencia ética de la DC: «Rincón fue un buen catalizador pero no se adecua a la complejidad contemporánea» Rector de la UDP critica definiciones éticas de la falange

Peña reprueba la inconsistencia ética de la DC: «Rincón fue un buen catalizador pero no se adecua a la complejidad contemporánea»

El influyente columnista se refirió a la actual crisis que atraviesa el partido e hizo un análisis frente a los comportamientos de la clase política, en donde asegura que «la ética supone, por su puesto, un estándar más alto que el mero cumplimiento de la ley (…) tratándose de quienes quieren conducir a otros, de quienes creen que pueden dirigir vidas ajenas, como es el caso de los políticos profesionales, el estándar debe ser más alto» y como tal «los ciudadanos tienen el derecho de verificar que quien aspira a un cargo o a tener injerencia en sus vidas, tenga una conducta previa que muestre que está a la altura de los deberes del cargo».


Este viernes el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, se refirió a la Democracia Cristiana y a la actual crisis que atraviesa, mostrándose muy crítico con las definiciones éticas que adoptó el partido en los últimos días a raíz del caso del diputado Ricardo Rincón y su inhabilidad para postular a un cupo en el Parlamento.

«Al parecer, la invocación a la ética que hizo la Decé resultó más ruido que nueces. La ética supone, por su puesto, un estándar más alto que el mero cumplimiento de la ley. El mero cumplimiento de la ley es lo que pueden exigirse unos a otros los ciudadanos comunes y corrientes que no aspiran a guiar a nadie más que a sus hijos: pero tratándose de quienes quieren conducir a otros, de quienes creen que pueden dirigir vidas ajenas, como es el caso de los políticos profesionales, el estándar debe ser más alto. No se trata de juzgarlos a base de moralina sexual, religiosa o comunitaria, se trata de pedir que quienes aspiran a un cargo tengan una conducta previa acorde con los deberes que este supone. Quizá ni siquiera sea una cuestión ética, se trata de mera sensatez», explicó el influyente columnista.

Peña fue enfático en señalar que «los ciudadanos tienen el derecho de verificar que quien aspira a un cargo o a tener injerencia en sus vidas, tenga una conducta previa que muestre que está a la altura de los deberes del cargo. La medida de aquello que se exige a los políticos son los deberes del cargo, ni más ni menos. Cuál sea su orientación sexual, su consumo de alcohol, sus neurosis, no importan, salvo que interfiera con los deberes del cargo o guien su cumplimiento».

Asimismo el rector de la UDP se refirió a la actitud del esposo de Carolina Goic y a la esposa de Matías Walker, quienes se involucraron en el debate a través de cartas, y dijo que «lo que esos casos muestran es que todavía en Chile el espacio público, para ciertos sectores, en especial parece que para la Decé, es una extensión de la familia. Me parece que esas intervenciones familiares revelan algo dramático y a la vez ridículo: que no se distingue entre los roles públicos y la posición familiar; y se cree que la polis es una extensión de la casa (…) que esos planos se confundan mediante cartas al diario revela falta de pudor y sensatez. Parece que la reforma agraria no logró acabar con la confusión entre el ámbito público y el familiar».

Al ser consultado si la ciudadanía al rechazar el comportamiento del diputado Rincón ha ocasionado una demanda hacia la DC, la que no podría ser ignorada, finalmente Peña respondió que «lo que ocurre con la Decé es que se concibe su ethos, su cultura grupal y su memoria de un modo que está muy lejos de lo que ocurra con la cultura de las audiencias. Y esa inconsistencia está al interior de la Decé que no logra conciliar, por decirlo así, Punta de Tralca con Cachagua. Rincón fue el catalizador de esa buena conciencia que no se adecua del todo a la complejidad de la sociedad contemporánea», concluyó.

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