Subsecretario de Interior acusó a la oposición de construir un «guión del miedo»
«Un deber político de toda persona que aspira a llegar a la Presidencia de la República es ayudar a sostener la institucionalidad. Por ende, uno no puede hacer acusaciones al aire y sin fundamento sobre lo que pasa en una elección», sostuvo la autoridad.
El subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy, se refirió esta mañana a la denuncia hecha por el abanderado de Chile Vamos, Sebastián Piñera, sobre la existencia de “votos marcados” en la primera vuelta.
«El candidato de la oposición tiene tres características básicas: la primera es que es sordo a las críticas; la segunda es que es bien poco amigo de la verdad -como pasó, por ejemplo, en las muestras que hizo de datos de delincuencia- y lo tercero es que no tiene ningún decoro frente al resguardo que hay que hacer de la institucionalidad del país», sostuvo en entrevista con Radio Cooperativa.
A juicio de la autoridad de gobierno, «la oposición construyó un guión en primera vuelta cuyo título eran las encuestas, donde lo que se intentó hacer fue construir una hipótesis arbitraria que transformaron en un dato fáctico, y en la elección se demostró que eso era completamente falso».
En cambio -dijo- «en esta segunda vuelta, la oposición ha construido otro guión, que es el guión del miedo: que en Chile va a haber ingobernabilidad, que va a haber un desastre económico, y ahora le han agregado un pilar adicional, que es decir que hay fraude electoral en este país».
«El nivel de irresponsabilidad en este tipo de afirmaciones es extremadamente alto. La situación concreta es la que ha entregado el presidente del Servel (Patricio Santamaría), quien dijo que ha habido 355 reclamos en Chile, que se dejan adecuadamente estampados en las actas de cada una de las mesas, y ninguno de ellos tiene que ver con votos marcados, y en versión de él, dice que sólo conoce un caso en Punta Arenas», acotó Aleuy.
En ese sentido, el subsecretario del Interior aseguró que «el problema que tiene este tipo de afirmaciones –que, a mi juicio, son completamente irresponsables- es que en Chile el prestigio de todas las instituciones llegó a su máximo nivel a fines del año 2009, de acuerdo con los datos de la (encuesta) CEP; el último año del (primer) Gobierno de Michelle Bachelet, y a un año del Gobierno de Piñera esa institucionalidad perdió el prestigio a tasas del 51 por ciento en todo Chile, y la recuperación después del año 2011 ha sido muy lenta».
«Un deber político de toda persona que aspira a llegar a la Presidencia de la República es ayudar a sostener la institucionalidad. Por ende, uno no puede hacer acusaciones al aire y sin fundamento sobre lo que pasa en una elección», remató Aleuy.
