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Juan Eduardo Faúndez: “Girardi terminó siendo el gran caudillo del PPD y eso, a la larga, no suma para la construcción de un partido” Subsecretario de Servicios Sociales

Juan Eduardo Faúndez: “Girardi terminó siendo el gran caudillo del PPD y eso, a la larga, no suma para la construcción de un partido”

En entrevista con El Mostrador, el sociólogo y militante del PPD analiza la situación actual del partido y explica la pérdida de poder que han experimentado: “Banderas propias del PPD han sido tomadas por otros, como el Frente Amplio. Hay una crisis de sentido, de identidad”, admite, y agrega que “lo que ha pasado en los últimos años, con la reducción a la mitad del porcentaje de votación y con una bancada de 8 diputados, es que el PPD, lamentablemente, no está representando a ese sector de izquierda progresista, de avanzada, que fue por donde se nutrió en los últimos veinte años en la política chilena”.


El subsecretario de Servicios Sociales, Juan Eduardo Faúndez (uno de los principales referentes de la corriente al interior del PPD, el Frente Social Demócrata), conversó con El Mostrador acerca de la crisis que se vive al interior del partido.

“Yo creo que achacarle a la actual directiva toda la crisis, es un error. También creo que la actual mesa tiene su responsabilidad y nosotros como Frente Social Demócrata esperábamos la renuncia de la mesa el fin de semana pasado. Ante una debacle electoral de estas características, la conducción política debería haber dado un paso al costado”, dijo.

-¿Cómo ve al PPD hoy?

-Primero hay que remontarse a los orígenes del PPD: emerge en la renovación socialista y como partido instrumental, para combatir a la dictadura de Pinochet. En ese sentido, en los noventa el PPD agarró muchas ideas progresistas que ahora ya están instaladas en la sociedad chilena: el matrimonio igualitario, la ley de divorcio, el tema medioambiental, etc. Pero, efectivamente, lo que ha pasado en los últimos años, con la reducción a la mitad del porcentaje de votación y con una bancada de 8 diputados, es que el PPD, lamentablemente, no está representando a ese sector de izquierda progresista, de avanzada, que fue por donde se nutrió en los últimos veinte años en la política chilena. Por eso, nuestra reflexión, como Frente Social Demócrata, es que el PPD vive una crisis, pero no solo electoral, sino también de identidad, del ethos político. Lo que nosotros queremos forzar es una discusión de carácter ideológico. Por eso propusimos un congreso ideológico refundacional, que defina el ethos del PPD. Queremos ser alternativa de gobernabilidad en el próximo período.

-¿Ha generado ruido interno la creación de esta suerte de disidencia en el PPD?

-Siempre que se generan grupos de discusión, que instalan ideas, se contrastan con otros y se genera un ruido. Pero cuando nosotros hablamos de un Frente Social Demócrata, es porque tenemos la sana aspiración de que esto sea una combinación de fuerzas que crean en los valores de la socialdemocracia, que debería combatir al neoliberalismo, pero que aspira, legítimamente, a la creación de un Estado de bienestar en Chile. Cuando la concentración de riqueza es tal que, según el último informe del PNUD, más del 33% de los ingresos en el país lo tiene solo un 1%; cuando te das cuenta que hay una inspiración de la sociedad chilena a una vivienda de calidad, a una educación de calidad, a una agenda valórica de avanzada, etc; eso es una aspiración a un Estado de bienestar, y nosotros queremos que esas ideas se pongan sobre la mesa.

-¿Y qué los diferencia de las izquierdas más duras?

-Nosotros creemos en el emprendimiento personal, en el privado, que son motor de una construcción de sociedad. Sin embargo, no en una economía salvaje, sino con rostro humano, donde los valores del medio ambiente y el respeto a los trabajadores se instalan sí o sí.

-¿Quiénes son los referentes históricos del Frente Social Demócrata?

-Lo que pasa es que si uno hace una revisión histórica… Balmaceda fue un visionario, que entendía que había una desigualdad tal en la elite aristocrática chilena y la clase trabajadora, y por eso terminó en lo que terminó. También está Pedro Aguirre Cerda, quien valoró mucho el tema educacional. Otro es Ricardo Lagos, quien entendió la importancia de conversar con el mundo privado, no de manera exacerbada, pero en la búsqueda de la igualdad. Ahí está el plan Auge; no se dice que a ese plan le faltó aprobar la cuota de solidaridad estructural, para financiar aquellas prestaciones que el Estado no podía dar, y la derecha no la aprobó. Pero más de arroparnos de figuras del pasado, lo que nosotros creemos es que en el siglo XXI la construcción de liderazgos es de carácter colectivo, de grandes ideas, de grandes paradigmas, donde los nombres van pasando, pero el gran paraguas del modelo de sociedad que se quiere está instalándose continuamente. Entonces, cuando hablamos de un Frente Social Demócrata, es una idea de poder instalar una discusión política y doctrinaria dentro del PPD, es decir, averiguar lo que somos y no cerrarnos a aquellos que fueron PPD y que ya no están con nosotros.

-¿Por qué esta discusión se hace ahora y no antes?

-Yo creo que achacarle a la actual directiva toda la crisis, es un error. También creo que la actual mesa tiene su responsabilidad y nosotros como Frente esperábamos la renuncia de la mesa el fin de semana pasada. Ante una debacle electoral de estas características, la conducción política debería haber dado un paso al costado.

-¿Qué rol tiene Guido Giraradi en todo esto? Fue acusado de ser el socio controlador del partido.

-Honestamente, Guido ha hecho su trabajo dentro del PPD, lo ha hecho de manera meticulosa… La palabra socio controlador es muy dura, pero terminó siendo el gran caudillo del PPD. Y eso, a la larga, en la política, no suma para la construcción de un partido, sino que más bien resta. Por eso te pongo el discurso del caudillaje versus el liderazgo colectivo: para construir lo segundo, hay que poner sobre la mesa un tronco basal, que es la discusión socialdemócrata.

-Es decir, menos clientelismo y más bases…

-Qué bueno que menciones eso. ¿Sabes cuántos consejeros votaron en la elección del sábado? 112 de un total de 400. Si eso no es un partido que tiene alguna crisis, no sé de qué estamos hablando. Si en dos regiones participaron menos de diez personas en los consejos regionales, tú como ciudadano sabrás que es un partido que tiene un problema importante. Por lo tanto, eso te da entender la necesidad de pensar en las municipales del 2020, donde queremos construir liderazgos locales.

-Con respecto a la política de alianzas, usted ha dicho que los socios naturales del PPD son el PR y el PS. ¿Qué pasa con el Frente Amplio?

-Esto tiene un relato de tres etapas. La primera, hay que definir lo que es el PPD; luego, hay que conversar con nuestros socios naturales, el PR y el PS; y por último, ver qué alianza programática o electoral podemos hacer, donde podría estar el Frente Amplio.

Por otra parte, eso de negar la sal y el agua, no ayuda a generar gobernabilidad en el futuro.

-¿El PPD ha perdido su esencia?

-En los últimos años, banderas propias del PPD han sido tomadas por otros, como el Frente Amplio. Hay una crisis de sentido, de identidad. Pero Guido está en una línea muy interesante que hay que tomarla en cuenta, que tiene que ver con mirar las políticas desde una perspectiva de futuro y no de corto plazo; él creó el Congreso del Futuro. Pero eso tiene que ir aparejado de una construcción de modelo de sociedad.

-¿Le hizo mucho daño al PPD lo que pasó con Rodrigo Peñailillo?

-Fíjate que el ex ministro fue parte emblemática de un proceso de reforma estructural en el primer año del gobierno de Bachelet. Desde luego, no voy a negar los largos años de amistad que tengo con Rodrigo, de hecho él está en una etapa personal, en el extranjero, estudiando, y no es parte de esta discusión, está en otra. Si se cometieron errores, fue en pos de un objetivo en común que tenía que ver con la búsqueda de la igualdad.

-¿Qué los diferencia del PS o del PR?

-Lo que nos diferenció tiene que ver con una aspiración legítima de un mundo en libertad, donde la toma de decisión del individuo es importante, pero debe contribuir a que la persona que está al lado tenga un mejor pasar. El PPD sigue persiguiendo la búsqueda de la igualdad, con un crecimiento sostenido. Nosotros no estamos atados a dogmas ideológicos tan fuertes como para denostar el emprendimiento privado en un escenario de construcción de sociedad.

-¿Qué tan factible es la creación de liderazgos nuevos en el PPD? Hasta ahora, no les ha ido bien…

-Nosotros apostamos a que esos liderazgos surjan en base a una discusión en profundidad y no en base a una individual. Ese es el gran desafío que tenemos por delante y tenemos tiempo, porque un proyecto así no cuaja en 2 años… todos los platos se cocinan a fuego lento. Ojalá que la refundación del PPD permita que sumemos a otros actores en la discusión.

 

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