La ministra manifestó que al realizar la investigación, descubrió que otras 4 personas fueron víctimas de situaciones similares.»Esta línea incluso nos llevó a cuatro víctimas de situaciones semejantes: perdieron la consciencia por haber aceptado un trago y amanecieron al día siguiente en un departamento, su casa o en diferentes lugares sin saber cómo llegaron ahí, pero con evidencias de haber sidos violentados sexualmente».
Jorge Matute, joven desaparecido el 20 de noviembre de 1999, murió debido a la ingesta del fármaco Pentobarbital, el cual le fue suministrado para abusar sexualmente de él luego de que perdiera la consciencia.
Eso es lo que indica el sumario de la ministra Carola Rivas, encargada de la investigación del caso, quien se reunió con la familia del joven para darles a conocer dicha información, reseñó Biobío.
De esta forma, Rivas, quien desarrolló las indagaciones en conjunto con la Policía de Investigaciones (PDI), descartó la hipótesis de Carabineros, que apuntaba a que la muerte de Matute se debió a una golpiza.
La ministra manifestó que al realizar la investigación, descubrió que otras 4 personas fueron víctimas de situaciones similares.»Esta línea incluso nos llevó a cuatro víctimas de situaciones semejantes: perdieron la consciencia por haber aceptado un trago y amanecieron al día siguiente en un departamento, su casa o en diferentes lugares sin saber cómo llegaron ahí, pero con evidencias de haber sido violentados sexualmente».
Falta de procedimiento
La ministra Carola Rivas criticó la falta de procedimiento por parte de las autoridades. En el expediente del caso, que permaneció guardado hasta 2015, se hace mención a 19 sospechosos que no fueron investigados pasados los primeros 10 días tras ocurrido el hecho. En aquel entonces, el encargado de la investigación era el comisario Carlos Stuardo.
Por otra parte, Rivas aclaró que a 18 años de este acontecimiento es difícil reconstruir lo que pasó, ya que 7 de los 12 sospechosos están muertos. Además, dijo que hay testigos que están inubicables o no fueron identificados en 1999.
«Cuando nos encontramos con el fallecimiento de la mayoría de los sospechosos, nos vemos enfrentados a un tunel sin salida». «Siento una frustración grande porque precisamente yo esperaba encontrar la verdad completa», declaró la ministra.
