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La vocera de la Confech, Sandra Beltrami, salió rápidamente a responder a juventudes afines a la actual administración gubernamental que «si creen que porque ahora hay un Gobierno de derecha pueden hacer lo que quieren e ir en contra de lo que decide la mayoría de los estudiantes, están profundamente equivocados».
Para las 11 horas de este jueves está convocada la primera marcha estudiantil del año y primera del segundo Gobierno de Sebastián Piñera. La Confech, federación que movilizó la manifestación, junto con la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y el Colegio de Profesores, ya cuentan con el permiso de la Intendencia Metropolitana para desplazarse desde Parque Bustamante hasta la calle Echaurren.
Parlamentarios del Frente Amplio y del Partido Comunista, también han confirmado su asistencia a la marcha. Sin embargo, al interior de la educación superior, el flanco privado se ha encargado de mostrar su descontento contra el movimiento, marginándose de la manifestación.
Se trata de las agrupaciones Podemos Más (U. del Desarrollo), Gremiales (U. del Desarrollo), AVANZA (Finis Terrae), CREA (U. de los Andes), que además cuentan con el apoyo de algunos grupos pertenecientes a universidades del CRUCh, como la CDU (U. de Chile), Crear (U. de Atacama) y Converge (U. Austral).
En la U. del Desarrollo se realizó una votación en donde el 70% del alumnado rechazó participar en la marcha. Lo que cabe destacar es que no es nuevo desde que se inició el movimiento estudiantil en Chile.
El secretario ejecutivo de la FECh, Juan Carlos Bustos, se encargó de encender el fuego al interior de las universidades, tras declarar que en la Confech «toman decisiones a puertas cerradas, bajando a los estudiantes solo los temas que ellos eligen. Yo no marcharé el 19», afirmó.
Ante las críticas de los detractores, la vocera de la Confech y presidenta de la Feuarcis, Sandra Beltrami, respondió que «es legítimo que puedan tener una opinión distinta». Sin embargo, explicó que «la Confech es un organismo de carácter democrático con estatutos» y que «deben someterse a lo que deciden sus federaciones de estudiantes, que llegaron ahí porque fueron mayoría y así es como funciona un sistema democrático».
Beltrami contestó a las universidades privadas que poseen dirigencias estudiantiles de centroderecha y dijo que «si creen que porque ahora hay un Gobierno de derecha pueden hacer lo que quieren e ir en contra de lo que decide la mayoría de los estudiantes, están profundamente equivocados».
Asimismo, reiteró que en el movimiento estudiantil «las decisiones se toman en forma colectiva con todas las federaciones de los estudiantes de Chile. Por desgracia para ellos, las federaciones son más bien de izquierda y en este momento somos mayoría. Si quieren tener la dirección de la Confech tiene que ganar las elecciones, lo que no han hecho».
En La Moneda hay todo un diseño para enfrentar mañana su primer gallito de fuerza política con el movimiento estudiantil. Entre las autoridades de Gobierno aseguran que hay tranquilidad y que la movilización no dominará la agenda pública los próximos días, porque están convencidos de que lo que caracterizará a la marcha no serán las demandas sino que los «habituales actos de violencia» y que eso copará el foco de atención.
De darse este escenario, el diseño contempla que la vocería y reacción de todo lo que suceda mañana sean asumidas por el Ministerio del Interior y la Intendencia de la Región Metropolitana, mientras que el resto del Gobierno de Piñera seguiría poniendo el acento público en marcar la diferencia en que esta administración sí se preocupa por la educación, mientras que los estudiantes movilizados destruyen la vía pública y afectan la tranquilidad de la ciudad.
