Hernán Larraín habló sobre la situación de Celestino Córdova, y a pesar de considerarlo como un tema de gravedad, aclaró que «nosotros hemos dicho a quienes nos han transmitido las inquietudes de Celestino Córdova que depuesta la huelga de hambre (…) podemos conversar. Tenemos la mejor voluntad de poder conversar una vez depongan la huelga», dijo.
El machi Celestino Córdova, quien lleva 95 días en huelga de hambre, hoy anunció que radicalizará su protesta dejando de ingerir líquidos y entregó un plazo de 72 horas al gobierno de Sebastián Piñera para que accedan a su demanda: ser trasladado hasta su rehue con el objetivo de que pueda cumplir con las ceremonias respectivas a su espiritualidad Mapuche.
El actual estado de salud de Córdova es grave, y de dejar los líquidos -sopa, agua y yogurt que es con lo que se ha alimentado hasta ahora- su fallecimiento sería inminente, entre uno a dos días.
Ante esto, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, dijo que la situación es «un tema sumamente delicado», pero que el Gobierno «no está en condiciones de negociar bajo presión», aseveró.
«Nosotros hemos dicho a quienes nos han transmitido las inquietudes de Celestino Córdova que depuesta la huelga de hambre (…) podemos conversar. Tenemos la mejor voluntad de poder conversar una vez depongan la huelga», señaló Larraín.
