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Sin sangre: el camino de Chilevisión para blanquear su pantalla

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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Durante años fue criticado por representar lo peor de la televisión y los informativos a la hora de las noticias. No faltaron los políticos, como Francisco Vidal, que culparon al canal de la sensación de inseguridad en el país. Ahora, justo con el reciente cambio de Gobierno, la pauta es otra, más acorde a los tiempos y a los nuevos segmentos con otro poder adquisitivo. Al interior de la estación descartan que sea una decisión política, a pesar de la cercanía de su director con RN, y afirman que el proceso comenzó hace varios meses, antes de que Piñera se instalara en La Moneda.


Solo en el club de fútbol de la Universidad Católica pueden estar más conformes por un segundo lugar que en Chilevisión. En el caso del canal, se trata del rating promedio en lo que va del año de su noticiario central, que disputa diariamente el segundo puesto de sintonía, detrás de Mega. Y que, algunos días, consigue ganar. Especialmente cuando el canal del grupo Turner transmitió la Copa América Femenina.

Por ejemplo, el domingo, «Chilevisión Noticias Central» ganó con 19 puntos promedio y entre los programas más vistos estuvo «Pasapalabra», el espacio familiar de concursos con 17,8 puntos promedio. En lo que va de este mes, el informativo central de la estación ha estado 14 días entre los espacios más vistos. La mayor parte de ellos en el segundo lugar, empatado con «Teletrece» o desplazándolo. Y en cinco ocasiones durante este periodo ha liderado la sintonía promedio en el horario de las noticias, dejando atrás al canal del grupo Bethia.

¿Que pasó? Primero, la situación de la industria de televisión abierta, sacudida por la irrupción de Mega, después de la era Claro, cambió el escenario económico para todas las estaciones. El canal del grupo Bethia “vende barato su rating, a precio de cuarto lugar en sintonía, el rating que ahora es el de un canal que va hace tiempo primero. Además, las ofertas que han levantado equipos completos en todas las áreas. Ofertas con las que no se puede competir”, afirma un ejecutivo de la estación emplazada en la ex fábrica Machasa.

Nueva imagen corporativa de Chilevisión

El fin de la era Caldichoury

Segundo. En agosto de 2016 dejó la Dirección de Prensa Patricio Caldichoury, luego de 16 años en el canal y ocho como director de prensa. Caldichoury era el gestor principal del noticiario que abría con un niño muerto por una bala perdida en alguna población, el robo de un cajero automático o la moda de los alunizajes en las tiendas de Alonso de Córdova. Pero también el que inventó el segmento de los “cazanoticias” y el periodismo ciudadano. “La gente se olvida de que fuimos los primeros en encontrar al asesino de Víctor Jara, reabrimos el Caso Quemados, o inventamos la interacción ciudadana que todos replican”, defiende un antiguo editor de la estación, asegurando que las críticas pueden ser al tratamiento, pero no al contenido de los informativos.

[cita tipo=»destaque»]Otra de las que llaman “interpretaciones locas” tiene que ver con que este blanqueo de la pantalla llega justo con el cambio de Gobierno y, además, su director ejecutivo, Jorge Carey, es simpatizante de RN, el principal partido oficialista. “Para nada, Jorge Carey no se mete en temas periodísticos, todo es resorte de los editores y periodistas. Hay un lineamiento, pero que comenzó en diciembre, antes de las elecciones, y que aún no hemos mostrado en su totalidad”, afirman al interior del canal.[/cita]

Si bien la fórmula Caldichoury funcionó con buena sintonía durante más de cinco años, atrajo permanentes críticas a la línea editorial del canal. Tal vez una de las más recordadas sea la de Francisco Vidal, quien, mientras era vocero del primer Gobierno de Bachelet, culpó a la pauta noticiosa del canal “que abría con cinco crímenes” de la sensación de inseguridad entre las personas. Meses después de la partida de Caldichoury, se materializó la salida de Francisco Mandiola, el director ejecutivo acompañado del “asesor estratégico” alemán Holger Roost-Macías. Asumía el abogado Jorge Carey, hijo del fundador del conocido bufete de abogados que lleva su apellido. Lo hizo en una difícil situación. Precisamente después de que se filtrara un audio donde Macarena Pizarro encaraba a Roost-Macías afirmando que “la parrilla de Chilevisión es de mal gusto» y que no se había cumplido la promesa de “transformar este almacén en un supermercado de lujo”, según se escuchaba en el audio.

Pero esa era quedó atrás. Roost-Macías dejó el canal en marzo del año pasado, y los despidos en prensa y entretención, que habían ocurrido en forma intermitente entre 2015 y 2016, continuaron en 2017 con la salida de 17 personas del equipo del programa «La Jueza» y luego, a comienzos de este año, la desvinculación de los productores del Festival de Viña y, hace algunas semanas, los despidos del director y una productora del matinal «La Mañana», aunque el programa había logrado por primera vez, en marzo de este año, ganarle a su competencia, «Mucho Gusto», de Mega.

Buscando la nueva audiencia

La mención a los matinales no es al azar. Según fuentes al interior de la estación, “el cambio en las noticias acompaña un ajuste completo en lo que estamos trabajando para cambiar el canal. Ahí puedes ver programas familiares como ‘Pasapalabra’, con buen rating, la ‘Divina Comida’ o la apuesta por la Copa América Femenina, que ha sido todo un éxito. Queremos lograr mayor representatividad entre los televisores encendidos. Si antes lográbamos llegar más al C3 y al D, hoy hemos incorporado más al C2 y al ABC1. Mientras Canal 13 tiene al aire ‘Caso Cerrado’, a la doctora Polo, que era criticada por ser parte de la televisión basura”, comenta un ejecutivo de la estación, que además explica el giro que están buscando imprimir a los informativos.

«Para un fin de semana largo, ya no puedes hacer un móvil solo en el terminal de buses, también tienes que ir al aeropuerto y hacer una nota de ciencia y tecnología, porque a la gente le interesan otras cosas. Eso no significa que vamos a abandonar los temas de seguridad, los temas que hablen de discriminación de cualquier tipo, los temas de drogas, migración . El punto es cómo programar de otra forma la oferta. Antes también teníamos estos temas, pero la gente al ver que partíamos con delincuencia, no le daba la oportunidad”, precisa la misma fuente.

Uno de los ejemplos que da es la nota de Una mujer fantástica con la que abrieron el informativo el fin de semana antes de la ceremonia de entrega de los Oscar. “Algunos nos llamaron pensando que nos habíamos equivocado, pero, insisto, son los mismos temas pero el tratamiento está cambiando, queremos dar cuenta del Chile progresista, el Chile pujante que está cambiando”, asevera, al tiempo que apunta al director de prensa Pablo Badilla, brazo derecho de Caldichoury, y al subdirector Pablo Vásquez, como gestores del ajuste.

Sin embargo, los cambios han generado resistencia entre los equipos. Una muestra de ello fue la salida de Alejandro Repenning, histórico periodista de CNN Chile, que prefirió irse antes de quedar al mando de Pablo Badilla. Además del temor a los despidos, y de que al principio no hubiera pedestales para sostener los micrófonos durante las conferencias de prensa, a la que los equipos no asistían antes con regularidad, estuvo el miedo a una baja estruendosa en el rating. Por eso, la compañía implementó una serie de talleres para el personal, en que los profesionales hicieron su diagnóstico del canal, en el que coincidían en cuestionar el “exceso de sangre” en la pantalla y donde además se les explicó que el cambio sería paulatino. Uno de los testigos de esos encuentros recuerda que una profesional entre los presentes admitió que «no puedo ver las noticias del canal con mi hija de siete años». También hubo una jornada explicativa con editores y ejecutivos en diciembre, que se realizó en el centro de convenciones Las Majdas de Pirque.

Interpretación política

De todas maneras, una de las interpretaciones que se dieron a partir del cambio fue a partir de la nota de investigación que apareció el 17 de abril, donde se exponía en detalle el déficit de 13.500 millones que mantiene la Municipalidad de Viña del Mar, días después de que el canal no se adjudicara la licitación para el festival.

“Es absurdo, porque nunca quisimos seguir con el festival, fuimos con una oferta simbólica”, plantean al interior de Chilevisión.

Otra de las que llaman “interpretaciones locas” tiene que ver con que este blanqueo de la pantalla llega justo con el cambio de Gobierno y, además, su director ejecutivo, Jorge Carey, es simpatizante de RN, el principal partido oficialista. “Para nada, Jorge Carey no se mete en temas periodísticos, todo es resorte de los editores y periodistas. Hay un lineamiento, pero que comenzó en diciembre, antes de las elecciones, y que aún no hemos mostrado en su totalidad”, afirman al interior del canal.

Según Sebastián Alaniz, investigador de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Adolfo Ibáñez, hay un paso claro en la dirección que ellos dicen. Primero fue el cambio de logo, que se relaciona de inmediato a una lógica de lenguaje propio de redes sociales –y, por tanto, nuevas plataformas de distribución–, al asimilarlo a un emoji.

También está la renovación programática, con varios espacios de un corte más relajado y hasta familiar –»La noche es nuestra», «Pasapalabras», por mencionar algunos de los que han andado bien en términos de audiencias– y, en consecuencia, parece lógico que finalmente también se busque dar un giro al noticiario y su línea editorial.

«La idea de alejarse de la crónica roja no es nueva y tiene un antecedente inmediato a nivel de medios en Chile. Lo que propone Chilevisión es tomar un camino similar al que recorrió La Cuarta hace algún tiempo, que también decidió dejar atrás las noticias policiales como eje editorial. Eso va a ser un proceso que va a tomar algún tiempo y que ciertamente –tal como creo ocurrió con el ‘diario pop’– va a traer una cuota importante de pérdida de identidad, aunque las innovaciones se expliquen por los nuevos escenarios sociales, por las agendas que han ganado espacio en la opinión pública y que han provocado cambios a nivel social y mediático y, en el caso de la televisión, porque los ratings comerciales –que segmentan audiencias por grupo socioeconómico– han tomado mayor protagonismo y eso invita a los canales a buscar públicos con un mayor poder adquisitivo”, asegura Alaniz.

«El alejamiento paulatino de las pautas policiales parece ir en esa dirección, además de ofrecer una lectura más política, donde la agenda de seguridad –muy presente desde la política durante la campaña previa al primer Gobierno de Piñera– está desplazada por otros temas, como la migración o la gratuidad. Si eso es producto de una lectura de las preferencias de las audiencias actuales o si tiene un tinte político de evitar mostrar situaciones que puedan generar un clima de inseguridad, atacando así uno de los bastiones ideológicos tradicionales de la derecha, es difícil decirlo. En cualquier caso, esto aún no se nota a nivel de nuevas plataformas, ya que en el sitio web todavía el concepto –acuñado por ellos– de ‘cazanoticias’, tiene preponderancia y sabemos que dichas denuncias suelen ser de corte ciudadano-policial –un híbrido entre lo que ha sido y lo que parece querer ser el informativo del canal– y, por otra parte, lo que se puede encontrar en el canal de YouTube de la estación, en la lista de noticias, sigue siendo en su mayoría noticias de crónica roja”, concluye el académico.

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