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Durante la cuenta anual de la Universidad Católica, la máxima autoridad de la casa de estudios volvió a referirse a las manifestaciones contra la violencia sexual en la educación superior y advirtió que «las tomas son movimientos que no se puedan aceptar en la universidad, porque violentan la convivencia y restringen espacios de aprendizaje».
Este viernes el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, realizó la cuenta anual de la casa de estudio en su aniversario número 130.
En el evento la máxima autoridad dejó un espacio de su discurso para referirse a las tomas que han ocurrido dentro de las universidades en línea con los movimientos feministas que buscan terminar con la violencia sexual en la educación superior.
«Las tomas son movimientos que no se puedan aceptar en la universidad, porque violentan la convivencia y restringen espacios de aprendizaje, por lo tanto hay que hacer un llamado a que se depongan las tomas y que no se repitan estos procedimientos», manifestó Sánchez.
Estas declaraciones han mostrado un vuelco su discurso, dado que la semana pasada las alumnas feministas, quienes se habían tomado la Casa Central de la UC, lograron llegar a un acuerdo con el rector y depusieron la toma. Fue precisamente que una vez depuesta la acción estudiantil, Sánchez manifestó su reconocimiento y agradecimiento a las alumnas por “el trato y el cuidado que han tenido con nuestras dependencias, con nuestro patrimonio, con nuestras oficinas. Todo bien”.
“El hecho de poder darse la mano y decir: ‘sigamos trabajando en conjunto’, creo que en el entorno universitario que tenemos, cerca de 25 casas de estudios, facultades, universidades con paros prolongados, con tomas, creo que es un signo de que se puede trabajar en conjunto y que podemos avanzar en las demandan un movimiento feminista nacional que busca un cambio cultural, mayor respeto a la mujer, mayor desarrollo en los distinta ámbitos, creo que la gran mayoría de nuestro país está conforme y apoya esas medidas”, añadió en ese entonces.
Este viernes, Sánchez dijo que las manifestaciones contra la violencia sexual «han remecido» a las universidades. Sin embargo, agregó que la «toma de la Casa Central fue una expresión de un acto violento, espacios que, desde la razón deben siempre estar abiertos y disponibles al diálogo».
