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Las declaraciones del arzobispo de Santiago se dieron en el marco de la conmemoración de los 400 años de la construcción de la iglesia San Francisco de Alameda. Durante su intervención, envió un mensaje a los asistentes: «Ante la crisis que la hace temblar, la Iglesia necesita de hombres y mujeres valientes, que sepan dar un testimonio coherente de que Dios es Dios».
En el marco de la conmemoración de los 400 años de la construcción de la iglesia San Francisco de Alameda, el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, reapareció públicamente y aprovechó la oportunidad para hacer un mea culpa y pedir perdón a las víctimas de abusos.
«Una vez más, y desde lo más hondo del corazón, en nombre de la Arquidiócesis de Santiago, imploro a quienes han sido abusados por miembros de nuestra comunidad, especialmente consagrados, el perdón y la ayuda necesaria para que nunca más estos delitos tengan lugar entre nosotros», dijo Ezzati, quien decidió no formar parte del Te Deum ecuménico de Fiestas Patrias.
De acuerdo a La Tercera, a la actividad asistieron casi 600 personas. El arzobispo ofició una homilía que duró cerca de 20 minutos, en la que repasó la historia del recinto e hizo énfasis en la importancia del año jubilar. En ese marco, aprovechó para referirse a los delitos cometidos por religiosos.
«Los miembros de la Iglesia de Santiago necesitamos de este espacio espiritual donde implorar el perdón misericordioso de Dios por nuestras culpas, y su indulgencia por los abusos y delitos más graves que han cometido algunos hermanos y hermanas de nuestra comunidad», expresó el cardenal.
No es la primera vez que Ricardo Ezzati pide perdón. En mayo, durante X Sínodo de la Iglesia Católica, el obispo lamentó el actuar de los religiosos acusados y pidió «misericordia» para los afectados por estos delitos.
Durante su intervención en la iglesia San Francisco, el religioso sostuvo que «meditando el texto evangélico, me pareció ver reflejado el desconcierto eclesial de nuestros días, cuando el escándalo es grande, hace dudar y hasta perder la fe. Muchos discípulos se han alejado de Jesús y han dejado de acompañarlo. Corresponsables de esta tragedia debemos pedir perdón».
Durante la instancia, también envió un mensaje a los asistentes: «Ante la crisis que la hace temblar, la Iglesia necesita de hombres y mujeres valientes, que sepan dar un testimonio coherente de que Dios es Dios».
