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Crédito: Agencia UNO
La Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago decidió en forma unánime acoger la demanda civil interpuesta por James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, por lo que el Arzobispado de Santiago deberá pagar una indemnización de $450 millones. “Este fallo debiera marcar el fin de la impunidad en materia de abuso sexual clerical”, señalaron los denunciantes en un comunicado, donde también asumen que la iglesia tiene la opción de llegar hasta la Suprema y “alargar aún más este doloroso proceso”.
Las víctimas del otrora poderoso párroco de El Bosque Fernando Karadima se anotaron una histórica victoria en la justicia luego que la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago decidiera acoger la demanda civil que interpusieron contra el Arzobispado de Santiago, por lo que la Iglesia católica debe pagar una indemnización de $450 millones.
La resolución de la corte habría sido adoptada en forma unánime por la sala presidida por el ministro Miguel Vázquez Plaza e integrada por el Javier Moya Cuadra y el abogado integrante señor Jaime Guerrero Pavez, según informó La Tercera. En los próximos días, la resolución será dada a conocer en detalle.
La reacción de los denunciantes fue inmediata. “HISTÓRICO. Iglesia pierde y se admite encubrimiento, negligencia y mentiras. Desde hoy un mundo más seguro para niños. ¡Cardenales Errázuriz, Ezzati y su banda de obispos expuestos como lo que son…unos delincuentes! Por fin el triunfo para tantos que han sufrido por sus crímenes”, destacó en Twitter Juan Carlos Cruz.
Una vez conocido el trascendido, las víctimas de Karadima emitieron una declaración pública en la que parten señalando que “nos alegramos profundamente. Ha sido un camino muy largo, lleno de dificultades y con un alto costo personal y familiar, pero ha valido la pena”.
Destacan que «este fallo debiera marcar el fin de la impunidad en materia de abuso sexual clerical” y remarcan que “las estrategias de la iglesia chilena, en especiales de los cardenales Ezzati y Errazuriz para encubrir los abusos, proteger a los victimarios y silenciar a las víctimas ha tenido una fuerte respuesta de parte de la justicia chilena”.
En ese sentido, destacan que «la Justicia chilena y el Vaticano están en la misma línea por acabar con la cultura del abuso y el encubrimiento. La cultura de la que los cardenales son fieles representantes».
A juicio de las víctimas, “el Estado chileno se está poniendo al día a través de la justicia para que, independiente del poder de una organización, todos deben responder por sus actos, especialmente si tienen a su cargo el cuidado de niños, adolescentes y personas vulnerables».
El recurso fue presentado en el año 2013 por James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, pero el juez Juan Muñoz Pardo la rechazó en primera instancia en marzo de 2017. Luego, tras sucesivas postergaciones finalmente este jueves tuvieron lugar los alegatos en el tribunal de alzada capitalino, que terminaron por inclinar la balanza a favor de los denunciantes.
En dicha diligencia fue clave la prueba que el abogado de las víctimas Juan Pablo Hermosilla reveló una inédita misiva del entonces arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz dirigida al nuncio apostólico Giuseppe Pinto. En esa carta, que data de febrero de 2009, el propio cardenal confirma que cerró la investigación contra Karadima, sin interrogarlo “por respeto”, pese a que durante todo el proceso ha insistido en que hizo todo por esclarecer la verdad en este caso.
Ahora, la iglesia chilena tiene la carta de recurrir a la Corte Suprema. Sin embargo las víctimas ven esta posibilidad sólo como la intención de “alargar aún más este doloroso proceso”.
