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Las autoridades de la Casa de Bello reunida en el Consejo Universitario decidieron subir los aranceles por sobre la cifra de reajuste al sector público para alumnos nuevos del décimo decil. En el caso de los estudiantes antiguos, en tanto, el reajuste será de 3,5%. El alza motivó protestas en facultades, como en Arquitectura y Urbanismo y la toma de la Torre 15, donde funcionan los servicios centrales. La FECH, que pedía un congelamiento de los aranceles, responsabiliza de la situación a la “política fracasada” del Mineduc.
La Universidad de Chile decidió que el próximo año los aranceles para los alumnos nuevos tendrán un alza que asciende hasta el 9,9%.
El incremento fue decidido por el Consejo Universitario –instancia integrada por los decanos del plantel- y motivó protestas en facultades, como en Filosofía y Humanidades y Arquitectura y Urbanismo; además, los estudiantes ocuparon la Torre 15 donde funcionan los servicios centrales de la Casa de Bello, en una movilización que gatilló la denuncia de la Asociación de Funcionarios sobre maltratos, insultos y agresión hacia los funcionarios por lo que exigieron “disculpas públicas y la toma de medidas concretas que permitan que este tipo de hechos no se repitan”.
En la FECh están en alerta. “El abandono del Estado a sus universidades no puede significar que sean las y los estudiantes los que carguen con esa responsabilidad, lo que debe impulsar la Universidad es el fortalecimiento de la educación pública”, señaló la presidenta de la Federación de Estudiantes, Karla Toro, une vez conocida la determinación sobre el incremento.
En el caso de los estudiantes antiguos, en tanto, el reajuste será de 3,5%, ajustándose al IRSP (Índice Reajuste del Sector Público), que es el indicador utilizado anualmente para regular estos incrementos.
Según precisó en una carta dirigida a la comunidad universitaria por el rector de la Universidad, Ennio Vivaldi, “el reajuste del arancel será mayor al reajuste del sector público, pero sólo para los nuevos estudiantes del decil 10 y la universidad dispondrá de becas que cubran esta diferencia para quienes así lo necesiten, según criterios que se definirán en conjunto con los estudiantes”.
En la misma carta, el rector del plantel explicó que en el caso de los estudiantes entre los deciles 1 al 6, por tener derecho a la gratuidad, el Estado transfiere a la universidad los montos por el arancel regulado fijado por el Mineduc. En tanto, “los estudiantes entre los deciles 7 y 9 también están sujetos a un arancel que define el Ministerio de Educación”.
De acuerdo a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, en facultades como Artes, Filosofía y Humanidades, el incremento para los nuevos alumnos será de 9,9%, mientras que en Ciencias Químicas, será de 9,5%; Medicina, 9%; y Derecho, 8%.
En declaraciones a El Mercurio, Vivaldi explicó que los mayores aumentos se dan en “facultades que históricamente no habían subido (sus aranceles) y estaban tremendamente en desventaja con respecto al resto de la universidad“.
Asimismo, dijo que los aranceles “están muy por debajo de los de otros planteles” y que sería “una irresponsabilidad económica total” no corregir eso.
En declaraciones a El Mostrador, Toro dijo que “como FECH estamos en contra de esta alza. Para nosotros lo importante era congelar los aranceles, porque no es responsabilidad de los estudiantes que van a entrar en 2019 hacerse cargo de una política fracasada del ministerio de Educación como lo es la Ley de Gratuidad y no querer entregar mayores aportes basales a instituciones públicas como la Universidad de Chile”.
En la discusión interna, las autoridades plantearon como argumentos para el incremento de los aranceles la brecha que genera la beca de gratuidad –que actualmente se entrega como un voucher a los estudiantes- y la inestabilidad respecto a la nueva forma de financiamiento que regirá desde el próximo año, donde habrá un comité que entregará presupuestos a las universidades públicas y a esa instancia las universidades del Estado tienen que llegar con los mayores aranceles, para poder acceder a mayores aportes basales conforme a como se designe el arancel regulado.
Si bien la dirigenta asumió que para 2019 “lamentablemente el tema del alza de los aranceles es algo zanjado”, desde el estudiantado insisten en que “el punto más relevante es que no queremos que ésta sea una política de las universidades públicas para solventarse a sí misma de aquí en adelante, es decir que todos los años estén elevando los aranceles, y además volver a retomar la discusión de 2011 sobre qué es lo que se entiende por gratuidad”, finaliza Toro.
