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Con recurso de protección salmonera noruega insiste en instalarse en el Canal Beagle de la Reserva Mundial de la Biósfera Cabo de Hornos

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Cristian Leighton Miranda
Por : Cristian Leighton Miranda Periodista. Coordinador de Mesa Periodística y Redes Sociales de El Mostrador
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Debido al reciente rechazo de renovación de sus concesiones en el Canal Beagle, una zona inexplorada por las pesqueras, Nova Austral presentó un recurso de protección en contra del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), acusando una «omisión arbitraria e ilegal» del organismo. Con esto, la empresa de salmónidos, de capitales noruegos, busca instalarse en las aguas prístinas de Magallanes, pese a que la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas confirmó la caducidad de concesiones marítimas, con las cuales pensaban operar. El temor de la comunidad de Puerto Williams radica en que el requerimiento podría dar resultados, toda vez que la Contraloría aún no toma razón de la resolución de la señalada subsecretaría. Aunque desde las comunidades magallanicas aseguran que, para optar a estas renovaciones de claves «Sifa», las compañías tienen que demostrar que han iniciado actividades. Sin embargo, en las tres zonas que busca la salmonera, no han hecho nada desde que las obtuvieron por primera vez.


El pasado 7 de junio, la comunidad de Magallanes celebró como un triunfo la decisión adoptada por la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas (FF.AA.), que confirmó la caducidad de las cuatro concesiones de la salmonera Cabo Pilar S.A., filial de la firma noruega Nova Austral.

Con esos obsoletos permisos, la empresa buscaba operar en las aguas de Cabo de Hornos. Pero la resolución enviada por el organismo a la Contraloría, donde se declaraba «caducada la concesión de acuicultura otorgada a Pesquera Cabo Pilar S.A.», terminaba por sepultar el proyecto de la empresa ligada a Nova Austral, con el cual pretendía instalar los cultivos de salmónidos en la Reserva Mundial de la Biósfera, Cabo de Hornos. En específico, en el Canal Beagle, una zona que está, hasta ahora, lejos de las salmoneras y la acuicultura.

O eso es lo que creían en la comunidad magallánica. Pero la cuestionada salmonera tenía un as bajo la manga.

Desde Puerto Williams, los manifestantes que están en contra de las pesqueras indicaron a El Mostrador que el contralor Jorge Bermúdez aún no toma razón de la resolución enviada por la Subsecretaría para las FF.AA. Esa demora es de la que –según fuentes informadas– Nova Austral estaría aprovechándose para interponer un recurso de protección y así evitar la inhabilidad, con lo que se podría autorizar la siembra, pese a que estas concesiones están caducadas.

Tales concesiones son entregadas cada 5 años, con opción de renovarse. La primera concesión que se le otorgó a Nova Austral fue en el año 2009, por lo que su renovación le correspondía en el año 2014. Pero para obtener el nuevo permiso, tenían que ratificar que había movimiento en la zona. Es decir, estaban operando.

A la fecha, aún no inician actividades en la zona, por lo que los manifestantes reclamaron sobre la situación, lo que obligó al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) a regularizar, lo que concluyó con la caducidad de dichas concesiones.

El Canal Beagle es un lugar de suma importancia no solo para la comunidad de Magallanes, sino también para el resto del mundo, ya que es una de las 24 áreas prístinas –salvajes– del planeta, por lo que esta concesión por la que lucha Nova Austral podría traer resultados «devastadores: alterar los ecosistemas que aquí se encuentran no tiene retorno y es una pérdida para el planeta», como asegura la bióloga de la Universidad de Magallanes, Tamara Contador.

«No hay forma de poder medir este potencial impacto. No hay estudios que determinen la fragilidad del ecosistema subantártico. El Canal Beagle es uno de los canales patagónicos más diversos que hay. Hay flora y fauna nativa y endémica que podrían verse afectados», agrega Contador.

Pero esto no le importó a la empresa, ya que presentó un recurso de protección, donde acusan «omisión arbitraria e ilegal» del Sernapesca para el otorgamiento de las clave «Sifa», esto es, del «Sistema de Información para la Fiscalización de Acuicultura». Las concesiones que reclama Nova Austral, en resumen.

Los antecedentes

En el recurso presentado indican –en los antecedentes– que las concesiones están bajo propiedad, desde el año 2009, de la pesquera Cabo Pilar, las que fueron transferidas desde la empresa Construcciones y Carpintería Naval Concar S.A.

Sin embargo, un año antes, una medida precautoria impuesta por el Tribunal Arbitral de Osorno decretó la suspensión «total de operaciones, ingreso de peces y estructuras». Esta fue ratificada, según detallan en Nova Austral, un año después por la Subsecretaría de Pesca. Esta medida fue alzada recién en abril de este año.

Este es el punto clave en el que se sustenta –según el recurso presentado– el reclamo de Nova Austral, ya que en mayo de este año la pesquera volvió a solicitar la concesión de la zona, la que fue rechazada por Sernapesca, debido a que podían «transgredir lo ordenado mediante la referida medida precautoria». Ellos insistieron, recibiendo la misma respuesta de la autoridad.

De ahí nace su recurso de protección presentado contra Sernapesca, pidiendo que se anulen sus resoluciones y que les otorguen la clave «Sifa» para las tres concesiones que solicitan, en pos de seguir operando en la zona. Estas concesiones son la N° 1310 (Código de Centro N° 120100), N° 1314 (Código de Centro N° 120099) y N° 1570 (Código de Centro N° 120105).

En esta lucha no están solos, ya que los trabajadores de la salmonera salieron a defender a la empresa que les da trabajo. En la última marcha, por ejemplo, más de 400 vehículos se movilizaron a favor de Nova Austral.

Y es que la compañía ha venido diciendo que, si no obtiene la renovación de la concesión, tendrá que despedir a más de mil trabajadores, ya que no podrán obtener beneficios por no poder vender salmones.

Esto, sin embargo, es desmentido por las comunidades magallánicas e indígenas, como la yagán. «Sabemos que los dirigentes sindicales están siendo utilizados por los intereses de las grandes empresas nacionales y extranjeras de los sectores industriales pesquero, salmonero y minero, al chantajear a los trabajadores de Nova Austral y de Mina Invierno, incitándolos a asistir junto a sus familias este domingo 16 de junio a una manifestación en Punta Arenas y Puerto Natales, organizada y financiada por Nova Austral», indicaron en un comunicado.

«Como organizaciones ciudadanas, movimientos sociales y comunidades locales patagónicas, señalamos que si se sigue permitiendo la expansión salmonera en la región, generará los mismos efectos devastadores que esta industria ha provocado durante 25 años en el Archipiélago de Chiloé, cuyo mar y playas se encuentran convertidos en un basurero industrial, sujetos a periódicas crisis sanitarias, sociales y laborales (despidos, cesantía crónica y pobreza). Asimismo, si continuamos con la explotación y uso del carbón, seguiremos permitiendo la destrucción de nuestra tierra, generando mayores emisiones de CO2, principal responsable del calentamiento global, desestimando el impacto socioambiental y la violación de los Derechos Humanos en las llamadas ‘zonas de sacrificio ambiental’ en el norte de Chile», agregan.

La otra arista: la Ley Navarino

No es lo único que reclaman los detractores y vecinos. En el mismo llamado de Nova Austral a sus trabajadores indican que, si no logran las concesiones, tendrán que despedirlos. Pero tienen también ingresos que están ligados a sus otras instalaciones.

Mediante el sistema de acceso a información pública solicitada a la Tesorería General de la República, se reveló que Nova Austral ha logrado, entre el año 2015 y 2018, bonificaciones de más de 80 millones de dólares. Todo gracias a la Ley Navarino.

La Ley Navarino, publicada en Diario Oficial del 14 de enero de 1985, establece, por un período de 50 años, una serie de franquicias tributarias y aduaneras a favor de los contribuyentes radicados en el territorio dela XII Región de Magallanes y Antártica Chilena, fundamentalmente en la Isla de Tierra del Fuego, Cabo de Hornos y parte de la costasur del Estrecho de Magallanes.

Las empresas beneficiadas con esta ley quedan exentas de pagar impuestos si venden o trasladan productos a las regiones más nortinas del país y al extranjero. Además, el Gobierno bonificará en un 20% el valor de los bienes producidos por ellos o el valor de los servicios prestados.

Nova Austral es una de las firmas beneficiadas, por su pesquera en la zona más austral. Y por las tres concesiones que requiere renovar en el inexplorado Canal Beagle.

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