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A juicio de los firmantes, la iniciativa en definitiva “se propone emprender, ahora en la educación parvularia, el mismo camino por el que ya transitaron el sistema escolar y superior, de destrucción de la educación pública y de creación de un mercado”.
El proyecto de ley de Sala Cuna Universal que lleva más de un año de discusión en el Congreso sigue sumando cuestionamientos. A través de una carta dirigida al Presidente Sebastián Piñera, un grupo de senadores, organizaciones de trabajadores y del mundo de la educación expresó su rechazo a la iniciativa que es parte de la Agenda Social de La Moneda, e instan al Gobierno a cambiar el rumbo, señalando que la iniciativa solo es señal de la “agenda privatizadora y precarizadora” del Ejecutivo.
La misiva es firmada -entre otros- por los senadores Jaime Quintana (PPD) presidente de la Cámara Alta, Juan Ignacio Latorre (Frente Amplio), Yasna Provoste (DC), organizaciones como Aprojunji, Colegio de Educadores de Párvulos, Colegio de Profesores de Chile, Anfummeg, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) y los Frentes Feministas de partidos como Revolución Democrática, Comunes, Convergencia Social, PPD y DC, entre otros.
El senador Latorre explicó a El Mostrador que “el proyecto viene con letra chica y es parte de una agenda social, pero es una falsa agenda social, y profundiza en la educación prescolar la lógica de la educación con lucro y la idea del voucher”.
A juicio de los firmantes, la iniciativa en definitiva “se propone emprender, ahora en la educación parvularia, el mismo camino por el que ya transitaron el sistema escolar y superior, de destrucción de la educación pública y de creación de un mercado”.
Quienes suscriben esta carta al Mandatario exigen una ampliación del Sistema Público Gratuito y mejorar los estándares de atención del sistema dado que el actual proyecto de ley “no es universal, dado que excluye a los hijos e hijas de parte importante de los trabajadoras y trabajadores; reduce las Salas Cunas a guarderías, perdiendo de vista consideraciones pedagógicas y de calidad, en tanto se pretende solucionar con una escolarización precaria, por un lado, el derecho que tienen niñas y niños de acceder a espacios de cuidado y desarrollo y, por otro, la necesidad de reducir la carga que llevan las mujeres encima a causa de una distribución injusta de dichas tareas y la invisibilización de las tareas de cuidado, afectando directamente su disponibilidad de tiempo y su salud mental y física”.
Asimismo, plantean que el texto “apunta, como única forma de ampliar la cobertura, a la privatización de la educación parvularia, creando un nuevo sistema de subvenciones para establecimientos privados con fines de lucro, retrocediendo en las políticas previas; abre la puerta al copago para compensar el déficit de la propuesta en relación con el costo real, reproduciendo la segregación social”.
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