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Crédito: Agencia UNO
Los internos exigieron una serie de condiciones para deponer el paro, incluyendo la voluntariedad de asistencia durante la crisis «como punto básico e intransable», cobertura médica en caso de contraer el covid-19, horarios máximos de trabajo, entre otros requerimientos. Las autoridades de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica también se manifestaron sobre este hecho. Por medio de un correo electrónico, el director de escuela Rafael Torres, y la directora de pregrado, Marcela Cisternas, señalaron que «la paralización de las actividades del internado de Medicina por ustedes decidida (…) constituye, ciertamente, una grave falta a la ética y al profesionalismo médico».
Reacciones de rechazo ha generado la decisión de un grupo de internos de septimo año de Medicina de la Universidad Católica (UC), quienes se fueron a paro y se negaron a apoyar las redes asistenciales en medio de la emergencia provocada por el coronavirus.
De acuerdo a información de T13, los internos declararon que «creemos que las actividades de internado deben suspenderse hasta que sea necesaria la presencia de más personal, a modo de disminuir el riesgo de que seamos vectores de contagio, y entendiendo que aun estamos a tiempo, como sociedad, de lograr aplanar la curva».
Los internos exigieron una serie de condiciones para deponer el paro, incluyendo la voluntariedad de asistencia durante la crisis «como punto básico e intransable», cobertura médica en caso de contraer el covid-19, horarios máximos de trabajo, entre otros requerimientos.
Uno de los que reaccionó a esta situación fue el ministro de Salud Jaime Mañalich, quien dijo que los internos de Medicina «no pueden sustraerse a esta crisis en la cual necesitamos a todos y todas».
«Quiero recordar que un interno es una persona que cuenta con un título de licenciado en Ciencias de la Salud, que está habilitado para practicar la medicina (bajo vigilancia), no es un estudiante», aclaró.
Las autoridades de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica también se manifestaron sobre este hecho. Por medio de un correo electrónico, el director de escuela Rafael Torres, y la directora de pregrado, Marcela Cisternas, señalaron que «la paralización de las actividades del internado de Medicina por ustedes decidida (…) constituye, ciertamente, una grave falta a la ética y al profesionalismo médico».
«Lo anterior -agregan- nos entristece y nos avergüenza como Escuela de Medicina, más aún cuando hemos tenido reuniones con sus representantes para pedirles colaboración y comprensión en los muy difíciles momentos que vivimos».
«Recordamos que el profesionalismo es la base del contrato de la Medicina con la Sociedad y exige colocar el interés del paciente por encima de los del médico (Rev Med Chile 2003)».
Finalmente, las autoridades instaron a los internos «a integrarse al equipo de salud con profesionalismo, generosidad, fortaleza y espíritu de colaboración. Seguimos disponibles -a pesar de la carta recibida- para recibir aportes que nos ayuden a mejorar nuestros procesos y optimizar el cuidado de nuestros pacientes».
