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Mientras el Gobierno, ayer a través del Presidente Sebastián Piñera, y hoy a través del subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, insisten en defender esta herramienta, y el candidato presidencial de RN, Mario Desbordes, señaló que las críticas proceden de “los mismos que favorecen la barricada violenta, que justifican el “incendiarlo todo”, en la oposición redoblan las críticas a raíz del caso Panguipulli. «Hay que eliminar el control de identidad, porque es una mala herramienta”, dijo el senador socialista José Miguel Insulza, mientras el alcalde comunista Daniel Jadue, subrayó que Carabineros “lo ocupa con sesgo de clase, tremendamente abusivo y arbitrario”. De hecho, un estudio de la UDP detectó una discriminación por sexo, nacionalidad y nivel socioeconómico en los controles preventivos de identidad que realiza Carabineros. «Carabineros hace millones de controles que son altamente inefectivos, y que van en contra de los sectores populares», complementó el senador RD Juan Ignacio Latorre.
El control de identidad preventivo está en el ojo del huracán a raíz de la muerte del malabarista Francisco Martínez baleado por un carabinero en Panguipulli. Mientras el Gobierno, ayer a través del Presidente Sebastián Piñera, y hoy a través del subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, insisten en defender esta herramienta, desde la oposición han redoblado las críticas a esta norma aprobada por el Congreso durante el Gobierno de Michelle Bachelet.
Esta jornada, el senador socialista José Miguel Insulza cuestionó la pertinencia de este instrumento y pidió terminar con el «inútil» control preventivo de identidad.
«Hay que eliminar el control de identidad, porque es una mala herramienta (…) Está claro que la relación entre delincuencia y control de identidad es muy baja o ninguna, y en realidad la gente controlada no tiene ningún problema. Sirve como un elemento discriminatorio y muy molesto para la gente», planteó el parlamentario en Radio Cooperativa.
En el debate insistió también el alcalde comunista Daniel Jadue, quien subrayó que el control preventivo de identidad “debe cambiarse significativamente”, dado que Carabineros “lo ocupa con sesgo de clase, con un sesgo tremendamente abusivo y arbitrario y eso no puede seguir pasando. El problema está en la cultura institucional de Carabineros, que es una cultura del montaje”.
«Carabineros hace millones de controles que son altamente inefectivos, que tienen sesgo de clases y va en contra de los sectores populares», complementó el senador RD Juan Ignacio Latorre en declaraciones a T13.
Las críticas a la arbitrariedad con la que se ocupa esta herramienta quedan reflejados en un estudio de los académicos de la Universidad Diego Portales, Mauricio Duce y Ricardo Lillo, que publicaron una investigación, utilizando los mismos datos de la policía uniformada.
El estudio detectó una discriminación estadística por sexo, nacionalidad y nivel socioeconómico en los controles preventivos de identidad que realiza Carabineros.
En cuanto a cifras, señalan que en 2017 hubo casi 2,8 millones y al año siguiente 4,4 millones. En 2019 la cifra se elevó a más de cinco millones y el año pasado sobrepasarían los siete millones.
La investigación detectó que en el caso de los extranjeros, “ellos soportarían una carga muy superior de controles a lo que las probabilidades de detener o encontrar una orden de detención pendiente tendrían en comparación con los chilenos” y también confirmó la “existencia de un fenómeno de discriminación estadística en perjuicio de las mujeres”.
Pero las principales diferencias en la tasa de eficacia “se concentrarían entre el 10% y 20% de las comunas de mayores y menores ingresos, reafirmando la idea que a mayores diferencias de ingreso se daría un comportamiento de mayor discriminación”, acota el estudio.
Desde la derecha, sin embargo, han cerrado filas en torno a esta polémica herramienta y el candidato presidencial de RN, Mario Desbordes, se preguntó “¿qué buscan con el fin al control de identidad?”. A su juicio, las críticas a esta herramienta proceden de “los mismos que favorecen la barricada violenta, que justifican el “incendiarlo todo”, que buscan la impunidad de los que saquearon e incendiaron en octubre de 2019, los mismos que día y noche quieren desarmar a las policías”.
Ayer, el Presidente Piñera también defendió el control preventivo de identidad, señalando que «es un instrumento legal, es útil y necesario para proteger el orden público, para proteger la seguridad ciudadana, y en consecuencia todas las personas tienen que permitir que se practique y no resistirse».
A sus dichos se sumó hoy el subsecretario Galli, quien indicó a T13 que para el Gobierno «el control preventivo de identidad no está en tela de juicio» y que lo ocurrido en Panguipulli, «no es una consecuencia» del mismo.
«El control preventivo de identidad es una herramienta que está a disposición de Carabineros para la seguridad de las personas, no para generar este tipo de resultados, sino para resguardar la seguridad», explicó el subsecretario del Interior.
