Siempre pasa algo Andrés dicen en el mundo político cuando aparece Andrés Allamand. El canciller empañó una campaña de vacunación impecable, elogiada en Chile y el extranjero, al anunciar que se dejaba fuera a los migrantes irregulares. Lo hizo en una semana donde el Gobierno también enfrentó otras polémicas, como la deportación de migrantes irregulares vestidos con overoles blancos desde el norte, una imagen que dio la vuelta al mundo y hasta la oposición venezolana -muy cercana a este Gobierno- quedó sentida. En medio, el caso del homicidio del malabarista Francisco Martínez en Panguipulli abrió un nuevo debate por la reforma de Carabineros. La Moneda sigue prometiendo una reforma que avanza nada. La ministra Karla Rubilar se atrevió a hablar de una refundación, pero el Alto Mando reclamó y el Gobierno le bajó el perfil a los dichos de la secretaria de Estado señalando que solo es una discusión «semántica».
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