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El controvertido arribo de María José «Pepa» Gómez a la Subsecretaría de Prevención del Delito PAÍS

El controvertido arribo de María José «Pepa» Gómez a la Subsecretaría de Prevención del Delito

Hernán Leighton
Por : Hernán Leighton Periodista de El Mostrador
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Pese a que en La Moneda defienden que las cifras de la delincuencia juegan a su favor respecto de la victimización, señalaron tener conciencia de que para la ciudadanía la batalla contra la delincuencia se perdió, y es a raíz de lo mismo que varios, al interior de Palacio, no lograron comprender el aterrizaje de la periodista María José Gómez en una subsecretaría muy sensible para el tema, como lo es la de Prevención del Delito. Gómez, quien es una reconocida cercana al exministro del Interior Andrés Chadwick, ofició como su jefa de gabinete en el inicio del Gobierno y, luego, previo al plebiscito de octubre de 2020, se encargó de encabezar el comando del Rechazo. Si bien hay quienes defienden su llegada basados en un tema comunicacional y en su experiencia, son más los que cuestionan la decisión, puesto que la señal que se envía sería inequívoca: el Gobierno habría dado por desechada su lucha contra la delincuencia en la recta final de su mandato.


Todavía hay sectores en La Moneda que no se explican la decisión del Gobierno de haber reemplazado a la saliente subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, por la periodista María José Gómez, esto considerando lo sensible de una repartición como aquella para una administración de derecha, donde la seguridad constituye una de sus principales banderas, y a sabiendas que, ante la ciudadanía, la batalla contra la delincuencia parece perdida. Situación que ha sido refrendada, entre otros, por el propio presidente de la UDI, Javier Macaya, quien en marzo del presente año señaló a La Tercera que “ hemos perdido la batalla contra la delincuencia”.

Según relatan en la interna de Palacio, y tal como lo ha expuesto la exsubsecretaria, hoy en su rol de vocera del comando de Sebastián Sichel, los números respecto a la victimización, de acuerdo a la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), no serían tan malos, pero nada pueden hacer contra la percepción general existente, en cuanto a que el Gobierno no logró hacerle frente a la delincuencia. Esta sería una razón más que hace inexplicable para una parte de la derecha el haber entregado una señal inequívoca –que se ha leído así tanto dentro como fuera de La Moneda– de dar por “desechada la lucha contra la delincuencia, teniendo las herramientas para intentar ‘pelearla’”, agregaron.

Y eso tiene que ver principalmente con el perfil de la periodista, quien –si bien destacan su capacidad comunicacional– no arrastra consigo ningún tipo de especialización en la materia. En la página oficial de la Subsecretaría de Prevención del Delito, su biografía reza textual: “Periodista de la Pontificia Universidad Católica y Magíster en Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo. Posee una amplia trayectoria y ha desempeñado diversas tareas en el servicio público, entre las que destacan su rol como jefa de gabinete del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Además, fue integrante del directorio de Televisión Nacional de Chile».

Y es que, además, su nombre tiene una doble carga adicional: ser catalogada por sus propios pares como “operadora” del exministro Chadwick y el haber sido rostro del Rechazo, al encabezar el comando creado para tal operación política. Esa doble condición tiene en el oficialismo a varios inquietos.

Fuera de ello, la gestión tanto en el Ministerio del Interior como en la Subsecretaría de Prevención del Delito no va por buen camino. Por un lado, está el titular de la cartera del Interior, Rodrigo Delgado, quien, en lugar de cumplir con el rol de jefe político que se acostumbra en ese cargo, se ha abocado a temas menores, en busca de marcar pauta, como lo fueron los fuegos artificiales o el aparecer diariamente en decomisos de drogas junto a Carabineros o la PDI. Una performance agotada e inefectiva y que deja en evidencia la carencia absoluta de un plan mayor para enfrentar el tema que siempre se instala como una de las primeras preocupaciones de la ciudadanía. Fue la misma situación la que que le ocurrió al exministro Andrés Chadwick con sus rondas policiales de los viernes. “Damos la sensación de que no sabemos cómo manejar este tema”, indicaron desde Chile Podemos+, “habiendo gente muy preparada”, añadieron.

Desde el segundo piso, encabezado por Cristián Larroulet, están empecinados en creer que el Gobierno puede recuperar popularidad en el último tramo, y uno de los espacios donde asumen que se puede invertir para crecer es, precisamente, en el tema de la delincuencia. De ahí que la razón de poner a una periodista cuenta, no para mejorar la gestión contra el delito, sino para que se vea mejor, para que se pueda vender mejor, aun cuando tampoco existe un diseño con mayor profundidad para tal efecto.

Uno de los grandes reclamos que se le hacía a la ahora exsubsecretaria Martorell, era que, a pesar de ser requerida por la prensa, esta no tenía la disponibilidad para ello. Para explicar aquello existen dos versiones en la interna. La primera, señala en que, al haberse transformado en un rostro de la lucha contra el COVID, y la buena evaluación que aquello le trajo, no era conveniente mezclar dos ámbitos tan alejados unos de otros. La segunda, dice que Martorell no “quería quemarse”, pensando en su futuro político. Independientemente de cuál fuera la razón, la sensación para el segundo piso es que se estaba “cojo” en ese ámbito.

Las cifras de las que se agarran en La Moneda, y con las que apuestan a salir a sostenerlas a través de la nueva subsecretaria Gómez, son las que consigna la mencionada ENUSC 2020. Según este indicador, el porcentaje de victimización personal estaría en su nivel más bajo desde el 2013, con un 6,5 %. Así como el porcentaje de hogares victimizados indica un 19,2 %, también el más bajo desde el 2013 a la fecha.

Si bien estos números podrían servir para intentar levantar en algo a un Gobierno confundido, en la derecha también son conscientes de que las cifras se entrecruzan con un anormalidad del funcionamiento de la ciudadanía, bajo las medidas que se adoptaron en el contexto de pandemia. Vale decir, toque de queda, cuarentenas obligatorias y con las Fuerzas Armadas desplegadas por todo el territorio nacional. “Pero los números son los números”, replicaron.

Fuentes al interior de la Subsecretaría de Prevención del Delito salieron a hacer frente a los cuestionamientos, recordando el quehacer de la periodista en la materia. De esta forma, mencionaron que no solo fue la jefa de gabinete del exministro Chadwick, sino que además fue jefa de asesores de la Subsecretaría del Interior por más de ocho meses. A esto agregaron que Gómez trabajó mano a mano con el otrora subsecretario Rodrigo Ubilla en las bases para el Acuerdo Nacional por la Seguridad Pública, y después a cargo de la redacción del mismo. Además, sumaron a su currículum la génesis de la Comisaría Virtual, la gestión de proyectos en la materia y análisis de los mismos, como el de televigilancia y el Plan Calle Segura.

Previo a la asunción de la nueva subsecretaria, sobre la mesa se encontraban nombres como el del exalcalde de Santiago, Felipe Alessandri; del delegado presidencial por la RM, Felipe Guevara; del director de Senda, Carlos Charme; del exsecretario general de RN, José Miguel Arellano; y del RN Guido Benavides, excandidato a alcalde por Ñuñoa. Más allá de cuál fuera el objetivo de su nombramiento, se sabe que este nunca fue informado con anticipación en el Ministerio del Interior, donde se “enteraron por la prensa”.

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